Todo empezó
con una grabación de video que hizo Reihane con unos amigos. La canción era
Happy de Pharrell Williams y ella iba vestida con una camiseta pañuelo que
dejaba ver algo de su cabello y labios pintados. EL motivo era hacer una
grabación el día Mundial de la Felicidad y demostrar que las nuevas
generaciones iraníes eran divertidas y actuales. Por todo ello, fue condenada a
un año de prisión.
Ella trabaja
como desarrolladora de marketing de internet y piensa que las redes hacen mucho
para visibilizar y ayudar a que las mujeres de irán tengan contacto con el
mundo exterior. Ella tiene su propia empresa y antes le era mucho más difícil
ofrecer sus servicios con lo que los cambios se están produciendo poco a poco.
Estos pequeños cambios fueron a raíz de la victoria de la Revolución Islámica
en 1979.
Cada vez más
mujeres se quitan el hiyab en público, que es obligatorio en Irán. Por ello,
podían ser castigadas con cárcel, latigazos, etc.. pero en 2018 un nuevo movimiento floreció. Un
grupo de mujeres jóvenes se quitaron el hiyad en plena luz del día en Teherán.
Este grupo es conocido con el nombre de las mujeres de la avenida Enquelab. Las
acciones de protesta son registrados en videos que se difunden por las redes sociales pero eso no quita que se
sigan castigando estas acciones aunque los ciudadanos intentan protegerlas,
algo que no ocurría antes.
Lo más importante
es que las mujeres , pese a tener las leyes en contra, están ejerciendo una
mayor presión frente al régimen para impulsar los cambios. Uno de esos sacrificios se lo llevó Shirin
Ebadi premio Nobel que fue expulsada del país junto con muchas otras mujeres
pero gracias a ella, muchas otras mujeres tuvieron acceso a la educación y la
cifra de universitarias se disparó. Esa llegada masiva a las aulas hizo que
hubiera una creciente incorporación al mercado laboral.
En la
actualidad, solo 17 escaños de los 290 del Parlamento iraní están ocupados por
mujeres. Son pocas, pero más que hace 60 años y eso es el dato positivo aunque
al ser una cantidad pequeña hace que muchas de las reformas sociales no vean la
luz.
Irán todavía
es una sociedad patriarcal y el sector más radical señala que una mayor
participación pública de la mujer va en contra de los valores familiares en
Irán y es una de las causas de la disminución de matrimonios y del incremento
de divorcios.
Como en todas
las sociedades los logros son pequeños pero son avances y ese es el punto de
partida para continuar andando hacia la libertad y la igualdad.
Sara tiene 37
años es divorciada y trabaja en una agencia de publicidad. Tras su divorcio
volvió a la casa de sus padres donde vive bajo el control de su familia. Su
vida, aunque es económicamente independiente, no es diferente a cualquier otra
mujer divorciada que puede ser vista como una prostituta. “Odio tener que
llevar este trapo en la cabeza”, dice.
Shamin de 20
años es estudiante de informática y sueña con salir del país y ver mundo.
Quiere ser dueña de sus propias decisiones. “Para los europeos, Irán es
exótico, pero para nosotros es justo al revés”, dice. “A veces nos quitamos el
velo durante un rato, cuando vemos que es posible. La presión no es tan grande
como antes. Alguna vez nos han llamado la atención, pero no ha pasado nada”,
explica.
Mona tiene 32
años es intérprete y guía turística. Ella ha rechazado casarse en varias
ocasiones ,aunque su madre y tías le han presentado varios pretendientes. Ella
no aceptara un hombre sin haberlo conocido antes y su familia le permite su
modelo de vida, que no es el habitual. Trabaja en capitales europeas, viaja
sola y no tiene miedo.
Niloufar tiene
23 años y trabaja en una peluquería. Lleva el pelo sin cubrir y ese es su acto
de rebeldía . Ella viene de una familia tradicional y se niega a continuar con
las reglas establecidas a la hora de vestir. Se encarga del diseño de cejas,
algo muy importante en su país ya que es un símbolo de belleza y limpieza.
Así es la
nueva revolución por la libertad de las mujeres en Irán, luchan con todas las
herramientas posibles para que algún día sea un país libre para las mujeres y
puedan decidir cómo vestir y como vivir su vida sin presiones familiares ni
sociales aunque lo peor es la ley establecida y controlada por los hombres.
Montserrat A.
The women who are changing Iran
It all started
with a video recording that Reihane made with some friends. The song was Happy
by Pharrell Williams and she was dressed in a scarf shirt that showed some of
her hair and lips. The reason was to make a recording on World Happiness Day
and show that the new Iranian generations were fun and current. For all this,
she was sentenced to one year in prison.
She works as
an internet marketing developer and thinks that networks do a lot to make
visible and help women go to have contact with the outside world. She has her
own company and before it was much harder to offer her services with what
changes are taking place little by little. These small changes were due to the
victory of the Islamic Revolution in 1979.
More and more
women take off their hijab in public, which is mandatory in Iran. Therefore,
they could be punished with jail, lashes, etc ... but in 2018 a new movement
flourished. A group of young women took off the hiyad in broad daylight in
Tehran. This group is known by the name of the women of Enquelab Avenue. The
protest actions are recorded in videos that are disseminated through social
networks but that does not mean that these actions continue to be punished even
if citizens try to protect them, something that did not happen before.
The most
important thing is that women, despite having laws against them, are putting
more pressure on the regime to drive the changes. One of those sacrifices was
taken by Shirin Ebadi Nobel Prize who was expelled from the country along with
many other women but thanks to her, many other women had access to education
and the number of university students skyrocketed. This massive arrival in the
classroom meant that there was a growing incorporation into the labor market.
Currently,
only 17 of the 290 seats in the Iranian Parliament are occupied by women. They
are few, but more than 60 years ago and that is the positive fact although
being a small amount makes many of the social reforms do not see the light.
Iran is still
a patriarchal society and the most radical sector points out that greater
public participation of women goes against family values in Iran and is one
of the causes of declining marriages and increasing divorces.
As in all
societies, achievements are small but they are advances and that is the
starting point for continuing to move towards freedom and equality.
Sara is 37
years old and is divorced and works in an advertising agency. After his divorce
he returned to his parents' house where he lives under the control of his
family. His life, although economically independent, is no different than any
other divorced woman who can be seen as a prostitute. "I hate having to
wear this rag on my head," he says.
Shamin, 20, is
a computer student and dreams of leaving the country and seeing the world. He
wants to own his own decisions. "For Europeans, Iran is exotic, but for us
it's just the opposite," he says. “Sometimes we take off the veil for a
while, when we see that it is possible. The pressure is not as great as before.
Sometimes they have caught our attention, but nothing has happened, ”he
explains.
Mona is 32
years old and is an interpreter and tour guide. She has refused to marry
several times, although her mother and aunts have presented several suitors.
She will not accept a man without having met him before and her family allows
her life model, which is not usual. He works in European capitals, travels
alone and is not afraid.
Niloufar is 23
years old and works in a hairdressing salon. She has uncovered hair and that is
her act of rebellion. She comes from a traditional family and refuses to
continue with the rules established at the time of dressing. He is responsible
for the design of eyebrows, something very important in his country since it is
a symbol of beauty and cleanliness.
This is the
new revolution for the freedom of women in Iran, they fight with all possible
tools so that one day it will be a free country for women and they can decide
how to dress and how to live their lives without family or social pressures
although the worst is the law established and controlled by men.
Montserrat A.
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