restauración donde la calidad de la comida, la limpieza y
el local bien merecían nuestra visita pero cuando hemos sufrido un mal servicio
y , lamentablemente hay demasiados casos, todo el encanto y esfuerzo por parte
del resto de los profesionales de dicho local,
pierden valor y lo descartamos para siempre.
Esto ocurre
demasiado a menudo en nuestro país. Un país que casi vive del turismo y el
turismo no es más y nada menos que servicio.
Cuántas veces
hemos estado en un restaurante y hemos
tenido que pedir, pan, aceite, sal o cualquier cosa básica que ya debería estar
en la mesa y que el propio camarero debería tener claro. Estar en una
cafetería donde te han tomado nota de lo
que quieres y que lo traigan sin limpiar la mesa y tener que decir, por favor,
puede limpiar antes la mesa?. Algo obvio que molesta al cliente y le hace
pensar en la calidad de limpieza e higiene general del local. O que los
camareros terminen de hablar entre ellos o dejen de mirar su móvil personal
hasta que deciden atenderte con desgana.
No me sirve la
excusa de cobro poco o mucho o estoy muchas o pocas horas ya que el cliente es
el que termina “pagando” la cuenta final que nunc aes barata si de servicio se
trata.
¿falta interés
o preparación? Supongo que si fuera preparación no vendrían con la lección
aprendida de : ¿Qué querrán beber? Sin haber traído siquiera la carta. Por
cierto, me parece una pregunta fuera de lugar y simplista que hace sentir a los
clientes “cosas” aburridas e impersonales algo que se debería evitar.
Un camarero o
camarera es una pieza esencial y fundamental en un establecimiento es la imagen
del local y el hilo que une cliente, local y cocina. Por lo tanto, no debería
comportarse como un autómata o trabajador sin interés ni motivación. La solución la tiene el propietario del local
no el cliente. Si el cliente si se siente mal atendido no volverá.
Por otro lado,
también se encuentra el camarero excesivamente simpático que atormenta al
cliente con sus chistes y bromas fuera de lugar, en algunos casos. No olvidemos
que el orden es un grado y empatizar con el cliente en su justa medida es otro.
Quizás quien
lea esto pensara que tendríamos que ir a un restaurante con estrellas Michelin
pero siempre tengo claro donde estoy y dependiendo de los precios así exijo. Si
los precios son altos el servicio debe ser impecable y si estamos en una tasca,
pues ya sabemos que podemos esperar. El orden es importante.
El día que se
sepa gestionar la calidad, el servicio y los precios nos convertiremos en los
reyes del turismo y la restauración evitando tantos cambios de negocio, como
últimamente estamos viendo por las calles.
Seguimos sin
darle importancia a la figura que es el 60% del éxito en una cafetería, bar o
restaurante: el camarero. Por ello no debe ser un empleo recursivo, que es en
lo que se está convirtiendo o se ha convertido actualmente. Es un empleo
importante para el que hay que estar preparado . Es un trabajo duro y por ello
debe gustar desempeñarlo. Tratar con público no es fácil y por ello tienes que
sentir la profesión. El cliente solo quiere sentirse atendido, tranquilo y que le sugieran si se
diera el caso, no quiere ser tratado como un incordio o como alguien que viene
a molestar .
·
Hay que intentar que un
cliente se sienta como en casa.
·
Debe saber defender los
platos, explicarlos y demostrar su involucración en el negocio. No hay peor
cosa que preguntar si se tiene algo o de que se compone un plato y la respuesta
sea pues no sé, voy a preguntar y al regreso la explicación está llena de
vaguedades por lo que optas por lo de siempre
porque no te motivan a nada más.
·
Ayudar, informar, empatizar, ser amable… pero siempre
desde el respeto sin rebasar la línea de la confianza.
Un país que
vive del turismo es un país que está obligado a profesionalizarse en ello y
querer lo que hace porque es nuestra base de subsistencia. Esto es aplicable a
cualquier empleo y nivel para alcanzar el éxito en lo profesional y en lo
personal.
Montserrat A
The importance of good service in a restaurant or
business
Many of us
have been in restaurants where the quality of food, cleanliness and the place
were well worth our visit but when we have suffered bad service and,
unfortunately there are too many cases, all the charm and effort on the part of
the rest of the Professionals of this place, lose value and we discard it
forever.
This happens
too often in our country. A country that almost lives on tourism and tourism is
nothing more and nothing less than service.
How many times
have we been to a restaurant and have had to ask for bread, oil, salt or anything
basic that should already be on the table and that the waiter himself should be
clear about. Being in a cafeteria where they have taken note of what you want
and that they bring it without cleaning the table and have to say, please, can
you clean the table beforehand? Something obvious that bothers the client and
makes him think about the quality of cleanliness and general hygiene of the
premises. Or that the waiters finish talking to each other or stop looking at
their personal mobile until they decide to assist you with reluctance.
I do not use
the excuse of charging little or a lot or I am many or few hours since the
client is the one who ends up “paying” the final bill that is never cheap if it
is a service.
Lack interest
or preparation? I suppose that if it were preparation they would not come with
the lesson learned of: What will they want to drink? Without even bringing the
letter. By the way, it seems to me a misplaced and simplistic question that
makes customers feel "boring and impersonal" things that should be
avoided.
A waiter or
waitress is an essential and fundamental piece in an establishment is the image
of the premises and the thread that unites customer, local and kitchen.
Therefore, you should not behave like an automaton or worker without interest
or motivation. The solution is the owner of the premises, not the client. If
the client feels bad, he will not return.
On the other
hand, there is also the excessively friendly waiter who torments the client
with his jokes and jokes out of place, in some cases. Let's not forget that the
order is one grade and empathizing with the client in its right measure is
another.
Maybe whoever
reads this will think we should go to a Michelin-starred restaurant but I am
always clear where I am and depending on the prices I demand. If the prices are
high, the service must be impeccable and if we are in a bargain, we already
know that we can wait. The order is important.
The day we
know how to manage quality, service and prices, we will become the kings of tourism
and restaurants, avoiding so many business changes, as we are seeing lately in
the streets.
We still do
not give importance to the figure that is 60% of success in a cafeteria, bar or
restaurant: the waiter. Therefore, it should not be a recursive job, which is
what it is becoming or has become today. It is an important job for which you
have to be prepared. It is hard work and therefore you should like to play it.
Dealing with the public is not easy and that is why you have to feel the
profession. The client just wants to feel taken care of, calm and to be
suggested if the case arises, he does not want to be treated as a nuisance or
as someone who comes to bother.
• Try to make
a customer feel at home.
• You must
know how to defend the dishes, explain them and demonstrate your involvement in
the business. There is nothing worse than asking if you have something or that
a dish is composed and the answer is because I do not know, I will ask and on
the way back the explanation is full of vagueness, so you opt for the usual
because they do not motivate you to nothing else.
• Help,
inform, empathize, be kind… but always from respect without exceeding the line
of trust.
A country that
lives on tourism is a country that is obliged to professionalize in it and want
what it does because it is our subsistence base. This is applicable to any job
and level to achieve success professionally and personally.
Montserrat A
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