cocineros unos reyes y las novedades no paran de aflorar. Se come casi todo y lo que no porque los típicos prejuicios culturales que a todos nos acompañan pero es momento de cambiar nuestras resistencias culturales y fortalecer nuestro cerebro obligando a abrir nuestras posibilidades.
Hablemos de
los hongos y las bacterias capaces de cambiar los alimentos y que estos se
vuelvan más saludables con otro aspecto y otros sabores. No es más que una
fermentación a la que a todos nos han enseñado a rechazar pero que ahora,
grandes chefs, la están trabajando para convertirla en un arte.
¿Te atreves?
En el mes de
abril del 2019, salió un reportaje estupendo incluido en el dominical XLSemanal
que hablaba sobre este tema y el post se basa en dicha información.
Desde el 2013,
Rodrigo de la Calle con una estrella Michelin, lleva investigando la
fermentación. Es una técnica milenaria que en España se usaba y usa para los
encurtidos y fermentaciones alcoholicas, sin embargo, actualmente se ha
utilizado para otros usos como la elaboración de bebidas: cerveza, hidromiel,
kombucha, vino de fresas…
Otro gran
cocinero es Andoni Luis Aduriz con dos estrellas Michelin y pionero en incorporar
la fermentación a la alta cocina. Es
fundamental entender bien los procesos para saber que ´se puede hacer en cada
caso. Eso es la parte más importante. NO todo vale. En su caso la utilizan
entre otros, en las peras que parecen podridas.
El penicillium roqueforti o penicillium candidum normalmene se hacen
crecer en productos lácteos para elaborar queso pero ellos lo utilizan sobre
fruta o pan. Crean texturas novedosas.
Roberto Ruiz
con una estrella Michelin tiene como concepto de fermentación el conservar los
excedentes de la huerta y dar un sabor mas intenso a los alimentos. Ellos lo
utilizan para fermentar chiles con ajo, tomillo , agua y sal o para obtener una
especie de vinagre, algo parecido a lo que en Mexico llaman salsa bruja, que se
tarda dos años en preparar.
No olvidemos
que muchos de los alimentos y productos que consumimos en nuestra vida diaria
son productos fermentados a los que hemos sido habituados a consumir sin ningún
problema como : pan , yogurt, encurtidos, quesos, vinos, cerveza, vinagre (que
es el resultado de evitar que el azúcar del mosto de las uvas, o de otras
frutas, sea fermentado por hongos del género Saccharomyces y en cambio su lugar
lo ocupen bacterias de fermentación acética, sobre todo las del género
Acetobacter. El resultado es un líquido muy ácido, es decir agrio debido al
ácido acético, que se conserva extraordinariamente bien y que funciona tanto
como conservante, desinfectante, aromatizante y saborizante ), , miso, salsa de
soja y aceitunas( diversos tipos de aceitunas también se curan mediante una
fermentación maloláctica o láctica que afina su sabor y suaviza su pulpa. El
responsable es fundamentalmente la especie bacteriana Lactobacillus pentosus).
Asia es la
gran meca de los productos fermentados:
Japón, China, Corea… y algunos de los productos de “moda” que actualmente nos
estamos acostumbrando a oír provienen de allí como el Kimchi, col china,
kombucha, tempeh que se obtiene mediante la fermentación de semillas de soja
con el hongo Rhizopus y que es tan rico en proteínas como la carne así como
puede regenerar la flora intestinal. Sus aportes son muy buenos como la
vitamina B12, calcio, fósforo y hierro entre otros.
Todos estos
productos están empezando a aterrizar en nuestra cultura, algunos ya muy
conocidos, pero que al caer en manos de chef magníficos hacen de ello todo un
arte y un abanico de trampantojos incontables.
Sin embargo,
la fermentación es sana para el organismo. No olvidemos que la fermentación es
la transformación de los alimentos por los microorganismos aportándolos a la
microbiota intestinal. Pero hay que saber manejarla y saber que es beneficioso
y que podría ser perjudicial.
Montserrat A.
Fungi and bacteria in food
We are at a
time where the kitchen is a totem, the chefs are kings and the novelties do not
stop emerging. Almost everything is eaten and what not because the typical
cultural prejudices that accompany us all but it is time to change our cultural
resistance and strengthen our brain forcing open our possibilities.
Let's talk
about fungi and bacteria capable of changing foods and that they become
healthier with another aspect and other flavors. It is nothing more than a
fermentation that we have all been taught to reject but now, great chefs, are
working to turn it into an art. You dare?
In the month
of April 2019, there was a great report included in the Sunday XLSemanal that
talked about this topic and the post is based on this information.
Since 2013,
Rodrigo de la Calle with a Michelin star has been investigating fermentation.
It is an ancient technique that in Spain was used and used for pickles and
alcoholic fermentations, however, it has currently been used for other uses
such as the production of beverages: beer, mead, kombucha, strawberry wine ...
Another great
chef is Andoni Luis Aduriz with two Michelin stars and a pioneer in
incorporating fermentation into haute cuisine. It is essential to understand
the processes well to know what can be done in each case. That is the most
important part. NOT everything goes. In their case they use it among others, in
pears that seem rotten. Penicillium roqueforti or penicillium candidum
normalmene are grown in dairy products to make cheese but they use it on fruit
or bread. They create novel textures.
Roberto Ruiz
with a Michelin star has the concept of fermentation to preserve the surpluses
of the garden and give a more intense flavor to food. They use it to ferment
chili peppers with garlic, thyme, water and salt or to obtain a kind of
vinegar, something similar to what in Mexico they call witch sauce, which takes
two years to prepare.
Let's not
forget that many of the foods and products we consume in our daily lives are
fermented products that we have been accustomed to consume without any problems
such as: bread, yogurt, pickles, cheeses, wines, beer, vinegar (which is the
result of to prevent the sugar from the must of grapes, or other fruits, from
being fermented by fungi of the Saccharomyces genus and instead their place is
taken by acetic fermentation bacteria, especially those of the genus
Acetobacter. The result is a very acidic liquid, it is say sour due to acetic
acid, which retains extraordinarily well and works as both a preservative,
disinfectant, flavoring and flavoring agent, miso, soy sauce and olives
(various types of olives are also cured by a malolactic or lactic fermentation
that refines its flavor and softens its pulp. The bacterial species is mainly
Lactobacillus pentosus).
Asia is the
great mecca of fermented products: Japan, China, Korea… and some of the
“fashion” products that we are currently getting used to hearing come from
there like the Kimchi, Chinese cabbage, kombucha, tempeh that is obtained
through the Fermentation of soybeans with the Rhizopus fungus and that is as
rich in protein as meat as well as can regenerate the intestinal flora. His
contributions are very good as vitamin B12, calcium, phosphorus and iron among
others.
All these
products are beginning to land in our culture, some already well-known, but
when they fall into the hands of magnificent chefs they make it an art and a
range of countless trickery.
However,
fermentation is healthy for the body. Let's not forget that fermentation is the
transformation of food by microorganisms by contributing them to the intestinal
microbiota. But you have to know how to handle it and know that it is
beneficial and that it could be harmful.
Montserrat A.
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