Hace un año
estuve en Caminha, Portugal y el lugar me pareció precioso . Portugal es una
maravilla, como todos sabemos. Pero me quedé con las ganas de explorar la otra
parte del Rio Miñó debido a unas tormentas que se avecinaban y que preferimos
no quemar el cartucho y dejarlo para otro momento.
Pues bien el
lugar era A Guarda y Santa Tecla y el momento llegó, fue la semana pasada.
Llegamos cómodamente con coche y el día era espectacular de verdad. Durante el
día estuvimos visitando A guarda , sobre todo su sendero litoral que es
maravilloso y luego comimos un pescado impresionante.
Al finalizar
nos fuimos a descansar y por la tarde decidimos subir al monte de Santa Tecla
para visitar el castro. Sin duda, que si se quiere ir en coche no hay problema,
la carretera es perfecta y además arriba de todo hay aparcamiento para
vehículos y motorhome. No hay muchos sitios pero suficiente para llegar
visitarlo y volver a bajar.
Esta montaña
de 341 metros de altura se y es uno de los tesoros naturales más queridos de
sus vecinos. De hecho, el propio director del hotel nos comentó que había que
visitar el castro casi de forma obligada ya que era el segundo sitio
emblemático y visitado de Galicia. Su ubicación
es estratégica y además es un lugar donde tienes 360ª de vista pudiendo ver las
aguas del rio Miño juntarse con las aguas del Atlántico.
Nosotros
empezamos cogiendo las escaleras que se encuentran en la calle Coruña y por
donde empezamos a subir al monte. El sendero está marcado y no es difícil pero
algo duro por las subidas aunque no fueron ni una pequeña parte de lo que
subimos el día anterior en el sendero del Rio Mao.
Al llegar al
castro nos encontramos un área que recrea la vivienda típica castreña de antaño
incluyendo la huerta y campo de cereal. Desde ese lugar podremos tener buenas
vistas al rio Miño y de fondo Portugal.
Seguimos por
la carretera que cruza el castro y rompe un
poco la estética de antaño pero que te ayuda a ver y tener las primeras
vistas espectaculares del lugar.
En este castro
se fija la primera ocupación en el siglo IV a.C y en el que llegaron a vivir
unas 5000 personas. Sus construcciones circulares tienen motivaciones
mitológicas. Si no hay esquinas los espíritus malos no quedan atrapados en el
lugar.
Seguimos el
camino hacia la iglesia pasando por el
Via crucis. Muy interesante y muy bien mantenido. Una vez allí continuamos
hacia el Museo arqueológico. Descansamos un poco y nos deleitamos con la vista
cara a Portugal donde se veía la bocana donde se unen el río Miño y el
Atlántico. En frente teníamos Caminha, un lugar que sugiero ir a visitar y
donde estuve el año pasado. Es un sitio fortificado y muy bonito donde pasar
una noche y disfrutar del arte típico portugués y de su gastronomía son parte
de los grandes alicientes del lugar.
Una vez
terminamos la caminata dedicamos unos minutos a ver la puesta de sol que desde
arriba es muy bonito pero luego nos oscureció y tuvimos que llevar cuidado para
la bajada que era un poco pronunciada y con algo de riesgo de caída.
A guarda en un
pueblo pesquero precioso que merece la pena estar un par de noches y visitar
todo el lugar. Su gastronomía, pescado fresco y mariscos son únicos y hacer un
esfuerzo económico merece la pena.
Montserrat A.
To Guarda and Santa Tecla
A year ago I
was in Caminha, Portugal and I found the place beautiful. Portugal is
wonderful, as we all know. But I was left wanting to explore the other part of
the Miñó River due to some coming storms and that we prefer not to burn the
cartridge and leave it for another time.
Well, the
place was A Guarda and Santa Tecla and the moment arrived, it was last week. We
arrived comfortably by car and the day was truly spectacular. During the day we
were visiting A Guarda, especially its coastal path that is wonderful and then
we ate an impressive fish.
At the end we
went to rest and in the afternoon we decided to climb the mountain of Santa
Tecla to visit the castro. Without a doubt, if you want to go by car there is
no problem, the road is perfect and also above all there is parking for
vehicles and motorhome. There are not many places but enough to get to visit it
and go back down.
This 341 meter
high mountain is and is one of the most beloved natural treasures of its
neighbors. In fact, the hotel manager himself told us that the castro had to be
visited almost as it was the second emblematic and visited site in Galicia. Its
location is strategic and it is also a place where you have a 360º view, being
able to see the waters of the Miño river joining the waters of the Atlantic.
We start by
taking the stairs that are in Coruña street and where we start to climb the
mountain. The trail is marked and not difficult but somewhat hard because of
the climbs although they were not even a small part of what we climbed the
previous day on the trail of the Mao River.
Upon arriving
at the castro we find an area that recreates the typical castreña housing of
yesteryear including the orchard and cereal field. From that place we can have
good views of the Miño river and Portugal in the background.
We continue
along the road that crosses the castro and breaks the aesthetics of yesteryear
but that helps you see and have the first spectacular views of the place.
In this castro
the first occupation is fixed in the fourth century BC and in which about 5000
people came to live. Its circular constructions have mythological motivations.
If there are no corners, bad spirits are not trapped in the place.
We follow the
path to the church through Via crucis. Very interesting and very well
maintained. Once there we continue to the Archaeological Museum. We rested a
little and we delighted with the view facing Portugal where the mouth where the
Miño river and the Atlantic meet. In front we had Caminha, a place that I
suggest going to visit and where I was last year. It is a fortified and very
beautiful place where to spend a night and enjoy the typical Portuguese art and
its gastronomy are part of the great attractions of the place.
Once we
finished the walk we spent a few minutes to see the sunset that from above is
very beautiful but then it got dark and we had to take care for the descent
that was a little steep and with some risk of falling.
A guard in a
beautiful fishing village that is worth a couple of nights and visiting the
whole place. Its cuisine, fresh fish and seafood are unique and make an
economic effort worthwhile.
Montserrat A.
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