nos ponemos las manos en la cabeza y sonreímos pensando que lujo y que suerte pero hoy hablaremos del otro lado de este negocio. Las propietarias de los servicios vip que se ofrecen a multimillonarios y ricos así como sus estridencias.
Hay personas
que pueden permitirse viajar en su jet privado y llevar su propia peluquera,
esteticista por todo el mundo , eso sí, por un precio que no es barato. De eso
hablamos. Supongamos que nos encontramos en un hotel de gran lujo y a una hora
intempestiva nos apetece un masaje pero el sequito profesional del hotel no
acaba de ser de nuestro gusto… pues es sencillo, si tenemos mucho dinero,
llamamos a Charlie McCorry. “El cliente le pidió que fuera cuanto antes con una
masajista, pero no encontré vuelo y él no tenía avión privado. Me dijo que no
me preocupara, que contrataría uno de alquiler”. Y esa noche las dos mujeres
salieron de Londres hacia Roma que era donde se encontraba el cliente. Se
quedaron cuatro días y el coste de sus servicios , avión incluido, salió por más
de 22.500 euros por un masaje.
Si esto nos
parece una locura seguiremos contando. Estamos en nuestra casa en Australia
preparando una gran cena para celebrar el compromiso de matrimonio. Necesitamos
que nos apliquen un bronceado con espray pero una amiga nos ha contado que los
mejores son los del equipo de McCorry en Londres. Haces que uno de ellos vuele
a Sídney en primera clase y te convences de que el desembolso de 25000 euros
merece la pena.
Esta
empresaria, McCorry, creó la elitista división Black Label de su compañía,
Perfect 10, porque en el mundo hay muchas personas con mucho dinero que quieren
recibir un servicio estético a cualquier hora en cualquier momento y lugar.
Inicialmente, su empresa funcionaba para personas de todo tipo. Era un servicio
de belleza a domicilio, en horario de oficina. Hasta que se dio cuenta que le
llegaban encargos no demasiado normales: citas a horas intempestivas,
esteticistas con dedicación a un solo cliente durante seis meses… El resultado
: McCorry ha llegado a recibir una propina de 10000 euros después de una semana
de trabajo. “Trabajé duro y no dormí demasiado. Pero, la verdad, tampoco me
hernié.”
Según Charlie,
los clientes más complicados son los ricos no los actores de Hollywood. Ella ha
viajado con personas que nadie conoce su nombre y nunca ha visto tanto dinero
ni tantas medidas de seguridad. “Es otro mundo”.
Actualmente,
Charlie tiene 490 especialistas en Londres, así como distintos equipos
repartidos por el mundo, ya sea en Los Ángeles o en Mónaco, Nueva York o
Singapur. El grueso de su clientela procede de Oriente Medio y lo que más se
pide son peinados con secador. “quieren un peinado con secador dos veces al
día…” Una de estas sesiones cuesta 107 euros pero la mayoría de estos clientes
quieren un paquete de tratamientos que
cuesta 1125 euros al día, sin incluir gastos de viaje y alojamiento. En una
ocasión, a una de sus peluqueras le indicaron de cepillar el pelo de una niña
durante una hora seguida.
McCorry
también tiene profesionales en Mallorca: dos de ellas atienden a los clientes
en la isla y las otras dos están para atender a los visitantes que vienen en
yates privados. En una ocasión siete personas que venían de Singapur
contrataron a una terapeuta para que las acompañara durante seis meses, mientras
daban la vuelta al mundo en un yate con capacidad para 100 personas. El coste
del servicio llego casi a los 220000 euros.
Tres cuartas
partes de su clientela son varones y ellos lo quieren todo: masajes, manicuras,
pedicuras, tratamientos faciales e incluso teñidos de pestañas. Algunos padres
han contratado masajes para sus hijos estresados por los exámenes del colegio.
En una ocasión
formó parte de un equipo de servicio de un hombre muy rico. Todos iban con
Walkie-talkies y el de ella de pronto cobró vida. Según le dijeron, tenía que
subir a lo alto de una montaña inmediatamente. El cliente tenía un calambre
muscular y necesitaba un masaje. Charlie protestó. Sabía esquiar pero no fuera
de pista y menos tirándose de un helicóptero. El otro se puso a chillar y ella
acabo llorando. Finalmente, llegó amarrada a un guía, llorosa y nerviosa. El
cliente se echó a reír. Todo había sido una broma, ideada para poner a prueba
su capacidad como esquiadora.
Amanda
Harrington, de 39 años, también conoce bien este mundo. En el 2004 fundó
InParlour, un servicio de belleza a domicilio. Ella también tiene como clientes
a ricos y famosos. Ella cobra 1000 euros por jornada, iva a parte pero si lo
que se quiere es una persona para acompañarte en tu yate durante un mes en Saint-Tropez,
entonces puede salir por unos 40000 euros. Sus clientes mayoritarios son
mujeres de treinta y tantos años que quieren tener un aspecto impecable en el
próximo consejo de administración, otras son mujeres con importante vidas
sociales. El encargo más caro fue una estancia de una semana en Grecia. Nos
pidieron diez peluqueras y maquilladoras de guardia permanente. La factura
subió 75000 libras.
Otro
despilfarro fue el de una familia real que cierta vez alquiló un hotel entero
de Marruecos para sus vacaciones. Un miembro decidió hacer ejercicio en un
gimnasio con un entrenador personal. En el hotel no había ni una cosa ni otra
así que llamaron a Charlie McCorry. Ella sugirió que el hotel buscara un
gimnasio cercano y lo cerraran para ellos pero dijeron que no. Lo que ella
tenía que hacer era comprar un conjunto de equipamiento de gimnasio y
arreglársela para que estuviera en marruecos el martes. Todo llegó el primer
día del Ramadán y ningún funcionario trabajaba ese día. Todo se quedo en el
almacén y después de varias llamadas y dar los nombres de sus clientes , un
funcionario se presentó y firmó los formualrios indicados. Cuatro días después
de la llamada, el gimnasio estaba listo para ser usado y el entrenador personal
se encontraba en el hotel, contratado a razón de 1125 euros al día. Todo para
un solo día de gimnasio. Al final de viaje, le comentó que si querían
quedárselo lo podían hacer.
Así se escribe
la vida de los megaricos del mundo que no son pocos. Todo muy normal. (fuente: xlsemanal nov.
2018 texto original: Hilary Rose)
Montserrat A
The luxuries
of the rich
When we talk
about the demands of the celebrities, we put our hands on our heads and smile
thinking what a luxury and what luck but today we will talk about the other
side of this business. The owners of vip services offered to rich and
multi-millionaires as well as their shrillness.
There are
people who can afford to travel in their private jet and bring their own
hairdresser, beautician all over the world, yes, for a price that is not cheap.
That's what we talk about. Let's suppose that we are in a luxury hotel and at
an ungodly hour we fancy a massage but the hotel's professional staff does not
exactly suit us ... it's easy, if we have a lot of money, we call Charlie
McCorry. "The client asked him to leave as soon as possible with a
masseuse, but I did not find a flight and he did not have a private plane. He
told me not to worry, that I would hire one for rent. " And that night the
two women left London for Rome, which was where the client was. They stayed
four days and the cost of their services, including plane, went for more than
22,500 euros for a massage.
If this seems
crazy to us, we will continue counting. We are in our house in Australia
preparing a great dinner to celebrate the marriage commitment. We need to apply
a spray tan but a friend told us that the best ones are those of the McCorry
team in London. You make one of them fly to Sydney in first class and you
convince yourself that the disbursement of 25000 euros is worth it.
This
entrepreneur, McCorry, created the elite Black Label division of her company,
Perfect 10, because in the world there are many people with a lot of money who
want to receive an aesthetic service at any time anytime and anywhere.
Initially, his company worked for people of all kinds. It was a beauty service
at home, during office hours. Until he realized that he was receiving not too
normal orders: appointments at untimely hours, beauticians with dedication to a
single client for six months ... The result: McCorry has received a tip of
10,000 euros after a week of work. "I worked hard and I did not sleep too
much. But, truthfully, I did not hurt either. "
According to
Charlie, the most complicated customers are the rich, not the Hollywood actors.
She has traveled with people that nobody knows her name and she has never seen
so much money or so many security measures. "It is another world".
Currently,
Charlie has 490 specialists in London, as well as different teams spread around
the world, either in Los Angeles or in Monaco, New York or Singapore. The bulk
of its clientele comes from the Middle East and what is most requested are
hairstyles with a hairdryer. "They want a hairstyle with a hair dryer
twice a day ..." One of these sessions costs 107 euros but most of these
clients want a treatment package that costs 1125 euros a day, not including
travel and accommodation expenses. On one occasion, one of her hairdressers was
told to brush a girl's hair for an hour at a time.
McCorry also
has professionals in Mallorca: two of them serve clients on the island and the
other two are catering to visitors who come on private yachts. On one occasion,
seven people from Singapore hired a therapist to accompany them for six months,
while traveling around the world on a yacht with a capacity of 100 people. The
cost of the service reached almost 220000 euros.
Three quarters
of their clientele are male and they want it all: massages, manicures,
pedicures, facials and even eyelashes. Some parents have hired massages for
their children stressed by the school exams.
On one
occasion he was part of a service team of a very rich man. They all went with
walkie-talkies and hers suddenly came to life. As he was told, he had to climb
to the top of a mountain immediately. The client had a muscle cramp and needed
a massage. Charlie protested. He knew how to ski, but he was not off track, let
alone in a helicopter. The other began to scream and she ended up crying.
Finally, she arrived tied to a guide, tearful and nervous. The client laughed.
It had all been a joke, designed to test her ability as a skier.
Amanda
Harrington, 39, also knows this world well. In 2004, she founded InParlour, a
beauty service at home. She also has rich and famous clients as clients. She
charges 1000 euros per day, VAT to part but if what you want is a person to
accompany you on your yacht for a month in Saint-Tropez, then you can leave for
around 40,000 euros. Its majority clients are women in their mid-thirties who
want to have an impeccable appearance in the next board of directors, others
are women with important social lives. The most expensive assignment was a
week's stay in Greece. They asked us for ten hairdressers and permanent makeup
artists. The bill went up to 75,000 pounds.
Another waste
was that of a royal family who once rented an entire hotel in Morocco for their
vacations. One member decided to exercise in a gym with a personal trainer.
There was not one thing or another in the hotel, so they called Charlie
McCorry. She suggested that the hotel look for a nearby gym and close it for
them but they said no. What she had to do was buy a set of gym equipment and
arrange for her to be in Morocco on Tuesday. Everything arrived on the first
day of Ramadan and no official worked that day. Everything was left in the
warehouse and after several calls and giving the names of their clients, an
official showed up and signed the indicated forms. Four days after the call,
the gym was ready to be used and the personal trainer was in the hotel, hired
at 1125 euros per day. All for a single day of gym. At the end of the trip, he
told her that if they wanted to keep it they could do it.
This is how
the life of the world's megaricos is written, which are not few. Everything
very normal. (source: xlsemanal Nov. 2018 original text: Hilary Rose)
Montserrat A
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