La enfermedad de la oficina

Cuando hablamos de dolencias producidas por el trabajo,

no somos conscientes que lo que queremos decir es que sufrimos dolencias por un exceso de horas de trabajo, malos hábitos y exceso de responsabilidad.

El trabajar muchas horas sentado, para un cuerpo diseñado para estar en movimiento, es un problema que nos repercute negativamente. Nos duele la espalda, las cervicales, la circulación no es buena, nos produce ansiedad, estrés difícil de gestionar, algunas veces.

Pero la oficina no es la única causante de dolencias, si cambiáramos de empleo como una cadena de montaje, detrás de un mostrador atendiendo a personas… veríamos que las dolencias aparecerían de igual manera aunque diferentes.  Cada puesto de trabajo tiene sus pros y contras, por ello, es necesario hacer pequeñas modificaciones para que el movimiento o el descanso tengan lugar en algún momento.

Por ejemplo la vista. Tener la vista fija a una distancia determinada durante ocho horas, llegar a casa y engancharnos a una Tablet y continuar hace que el ojo se canse y los problemas de miopía y presbicia se hagan patentes antes. EL ratón también puede ser un problema ya que se carga el tren superior pudiendo causar tendinitis, carga cervical , contracturas… así que es importante hacer pequeños parones o descansos para cambiar de postura y relajar el cuerpo aunque solo sean unos minutos. Es importante que en nuestro tiempo libre hagamos actividades diferentes a las que hacemos en la oficina, es decir, si estamos con pantalla todo el día, es importante que descansemos de aparatos electrónicos durante unas horas, para relajar la vista, el tren superior y evitar males mayores.

Los trabajos bajo presión como cadenas de producción que los ritmos vienen marcados por un reloj, incentivos para alcanzar targets determinados, trabajos que se basen en solucionar problemas… hacen que el estrés, ansiedad hagan que no podamos dormir bien, que tengamos dolencias estomacales por los nervios, etc…

Otros problemas importantes son los sufridos por médicos, enfermeras o personal que debe cambiar continuamente los turnos de trabajo incluido guardias. Esto hace que un cuerpo humano no hecho para trabajar por la noche, se adapte a roturas de sueño continuas, cambios de hábitos intermitentes, en definitiva, cambiar constantemente todo el sistema que necesita un cuerpo humano para funcionar normal y rindiendo al máximo.

Eso es fácil de entender si tenemos en cuenta que cuando viajamos de vacaciones a otras franjas horarias, nuestro cuerpo sufre cambios de sueño, humor, nos produce nervios, desasosiego, intranquilidad… produciéndonos episodios de estrés. Esta situación trasladada a la vida cotidiana donde cada semana se cambia de turno o se debe estar de guardia levantandonos cada pocas horas por una urgencia puede hacer que nuestro sistema nervioso e inmunológico se resienta con el tiempo.

La espalda se resiente cuando llevamos ocho horas o más sentados casi sin mover la postura inicial. La silla debe ser cómoda y es importante que lo sea pero es todavía más importante que nuestra postura sea la correcta y nos movamos de vez en cuando.

Los hombros, muñeca y cervicales. Todo se resiente si no tenemos el ángulo correcto en la mesa de trabajo y no modificamos de postura o movimiento durante las ocho horas de trabajo.  Es importante descansar y mover las manos y muñecas de vez en cuando para relajarlas , de lo contrario acabaremos con dolor de hombros, cervicales y tendinitis.

Otro tema importante son las comidas. Es cierto que comer sano es importante pero también es sano comer fuera de la mesa de oficina. Tan malo es comer fast food como comer una  ensalada encima de la mesa de la oficina continuando con el trabajo. No comer alimentos grasos, comer poca cantidad, hacer un descanso para la ingesta, evitar la sal… harán que te ayude a continuar con el ritmo laborar sin sufrir los estragos de las malas digestiones, la somnolencia o dolor de estómago.

Solo hay que intentar poner alguna pequeña barrera a las exigencias humanas laborales y a las condiciones actuales impuestas por los empresarios o por nosotros mismos por ser reconocidos. No caigamos en ese engaño. Nos llevará a muchos errores y no siempre son recompensados dichos esfuerzos.

Montserrat A

The disease of the office

When we speak of ailments produced by work, we are not aware that what we mean is that we suffer ailments from an excess of work hours, bad habits and excess of responsibility.

Working many hours sitting, for a body designed to be in motion, is a problem that negatively affects us. Our back hurts, the cervicals, the circulation is not good, it produces anxiety, stress difficult to manage, sometimes.

But the office is not the only cause of ailments, if we change jobs as an assembly line, behind a counter serving people ... we would see that the ailments would appear in the same way though different. Each job has its pros and cons, therefore, it is necessary to make small changes so that movement or rest take place at some time.

For example, the view. Having your eyes fixed at a certain distance for eight hours, arriving home and hooking up to a Tablet and continuing causes the eye to become tired and the problems of myopia and presbyopia become apparent sooner. The mouse can also be a problem since the upper body is loaded and can cause tendonitis, cervical load, contractures ... so it is important to make small stops or breaks to change position and relax the body even if only a few minutes. It is important that in our free time we do activities different from those we do in the office, that is, if we have a screen all day, it is important that we rest from electronic devices for a few hours, to relax the view, the upper train and avoid greater evils.

Work under pressure as production chains that rhythms are marked by a clock, incentives to reach specific targets, jobs that are based on solving problems ... make stress, anxiety make us not sleep well, we have stomach ailments for Nerves, etc ...

Other important problems are those suffered by doctors, nurses or staff who must continually change work shifts including guards. This makes a human body not made to work at night, it adapts to continuous sleep breaks, changes of intermittent habits, in short, constantly changing the whole system that a human body needs to function normally and to the maximum.

That is easy to understand if we take into account that when we travel on vacation to other slots, our body suffers changes in sleep, mood, nerves, restlessness, uneasiness ... producing episodes of stress. This situation, transferred to daily life, where each shift is changed or one must be on guard every few hours for an emergency, can cause our nervous and immune system to suffer over time.

The back suffers when we have been sitting for eight hours or more almost without moving the initial posture. The chair should be comfortable and it is important that it is but it is even more important that our position is correct and we move from time to time.

The shoulders, wrist and cervical. Everything suffers if we do not have the correct angle on the work table and we do not modify our posture or movement during the eight hours of work. It is important to rest and move your hands and wrists from time to time to relax them, otherwise we will end up with shoulder pain, neck pain and tendonitis.

Another important issue is the meals. It is true that eating healthy is important but it is also healthy to eat outside the office table. It's just as bad to eat fast food as eating a salad on the table in the office, continuing with work. Do not eat fatty foods, eat small amounts, take a break for intake, avoid salt ... they will help you to continue working without suffering the ravages of bad digestion, drowsiness or stomach pain.

We just have to try to put some small barrier to human labor demands and current conditions imposed by employers or by ourselves to be recognized. Let's not fall for that deception. It will lead to many mistakes and these efforts are not always rewarded.

Montserrat A