Quien no se ha decantado, alguna
vez, por un sándwich
absorbido toda la grasa que deja el untar , de manera generosa, la
mantequilla , por ambas caras, luego ese jugoso sabor de queso derretido y de
jamón calentito y todo ello cuando lo mordemos y lo saboreamos, nos produce una
sensación de placer increíble pero como todo lo bueno tiene su parte mala. Y si
lo que comemos no es exactamente lo que nos están diciendo o pensamos nosotros.
mixto o un bikini. Pensamos en esos dos trocitos de pan
bien tostado y crujientes, resultado de haber
SI el queso fuera queso, si el
jamón fuera jamón de verdad y la mantequilla de calidad, entonces estaríamos
ingiriendo calorías pero con propiedades, el problema radica cuando ninguno de
esos productos es realmente lo que debería ser.
Hay dos nutricionistas que
convirtieron en viral su análisis de estos alimentos y de muchos otros. Son dos
boticarias: Marián García y Gemma del Caño, doctoras en Farmacia y expertas en nutrición.
Mantequillas “ligeras”:
En primer lugar debemos saber que
para conseguir un kilo de mantequilla pura, son necesarios 25 litros de leche
entera y su contenido de materia grasa
de origen lácteo debe ser igual o superior al 80%.
En el mercado se pueden encontrar
mantequillas más ligeras con un 41% de grasa pero para que tenga la misma
consistencia y no se rancie, se añade agua y emulgentes que suelen ser
derivados de ácidos grasos. Pero esto no termina aquí. Hay productos similares
que de mantequilla solo figura el nombre. La normativa los clasifica como
materias grasas compuestas y son una mezcla de grasa láctea ( mínimo 10%),
animales y/o vegetales, con frecuencia de palma o coco, ambas muy cuestionadas
porque aumentan el colesterol “malo”, formado por partículas pequeñas que se
acumulan en las arterias (la grasa de la mantequilla pura, en comparación,
acumula partículas más grandes y menos peligrosas). Y si las grasas vegetales
están hidrogenadas, peor aún.
Jamón York
El Jamón York, uno de los productos
principales del susodicho sándwich, no es jamón york, con suerte será jamón
cocido. Hay grandes diferencias nutricionales entre el jamón cocido y el
fiambre de jamón: vamos a ver algunas.
La categoría extra: al menos el 85%
de carne, no tiene proteínas añadidas. No lleva almidones. Se elabora a partir
de piezas de jamón. Se le inyecta una salmuera, se masajea en bombos para
ablandarlo, se pone en moldes y se cuece.
Categoría primera: El 75% de carne y algo más de azúcar, por lo
demás es similar al anterior.
Fiambre de jamón: Lleva almidón
de maíz o fécula de patata, proteínas vegetales y otras proteínas cárnicas. Y
bastante azúcar, así como gelatinas para aglutinar. De carne de cerdo podría
llevar un 50% y no muy bonita. En el etiquetado pone consumir , una vez
abierta, en 48 horas. Eso es porque pese a los conservantes, aguanta menos.
Pan de molde integral
Normalmente están hechos con
harina de trigo refinada, aderezado con salvado y a veces para darle un color
más oscuro se le añade malta. La legislación no define lo que es integral por
lo que cada fabricante hace lo que considera oportuno.
Queso
EL queso de verdad solo lleva
leche, cuajo, fermentos lácticos y sal. Al que utilizamos para fundir se le
añade almidones, sales fundentes y polifosfatos para que se derrita mejor.
Muchos quesos rallados, en realidad, son sucedáneos que no tienen ni queso y
además puedan llevar aceite de palma y otras grasas vegetales.
Con toda esta información nos
podemos hacer una idea de lo que estamos comiendo después de saborear salivando
por doquier.
Cierto es que las etiquetas
alimenticias llevan información nutricional del producto pero hay demasiadas
brechas que los productores utilizan. No mienten pero tampoco dicen la verdad y
la legislación parece que no quiera verlo . Por ejemplo, en una etiqueta
podemos ver que es 100% pavo pero no está diciendo que sea carne de pavo todo
lo que lleva sino que la carne que lleve es pavo. A veces, dicen que la mantequilla produce
colesterol, que la carne ácido úrico, etc… pero en realidad deberíamos ser
honestos con nosotros mismos y hablar de verdad. No son los productos en sí los
que nos perjudican sino sus componentes , unos componentes en los que la
legislación debería ser mucho más dura y estricta.
En la época de nuestros abuelos,
comían queso, bebían leche, tomaban mantequilla … pero son los más longevos,
porque lo que comían era sano y de verdad no plastic meal.
Así podríamos seguir con muchos
alimentos como los Nuggets, el tomate frito de la abuela que lleva mucho
azúcar, las gambas congeladas que llevan un buen glaseado de agua debido a la
falta de límite de glaseado legal… si os
interesa todo este tema podéis entrar en la web de estas dos boticarias del
siglo XXI. Marián García y Gemma del Caño.
Montserrat A
A mixed sandwich: a sensory fantasy.
Who has not decided, sometime, for a mixed
sandwich or bikini. We think of those two pieces of well-roasted and crunchy
bread, the result of having absorbed all the fat left by the spread,
generously, the butter, on both sides, then that juicy taste of melted cheese
and warm ham and all this when we bite it and savor it, it gives us a feeling
of incredible pleasure but like all good things it has its bad part. And if
what we eat is not exactly what we are saying or thinking.
If the cheese were cheese, if the ham were real
ham and quality butter, then we would be ingesting calories but with
properties, the problem lies when none of those products is really what it
should be.
There are two nutritionists who made their
analysis of these foods and many others viral. They are two apothecaries:
Marián García and Gemma del Caño, doctors in pharmacy and experts in nutrition.
"Light"
Butters:
In the first place we must know that to obtain
a kilo of pure butter, 25 liters of whole milk are necessary and its fat
content of dairy origin must be equal to or greater than 80%.
In the market you can find lighter butters with
41% fat but to have the same consistency and not rancid, water and emulsifiers
are added that are usually derived from fatty acids. But this does not end
here. There are similar products that only name the butter. The regulations
classify them as compound fat and are a mixture of milk fat (minimum 10%),
animals and / or vegetables, often palm or coconut, both very questioned because
they increase the "bad" cholesterol, formed by small particles that
they accumulate in the arteries (the fat of pure butter, in comparison,
accumulates larger and less dangerous particles). And if vegetable fats are
hydrogenated, worse still.
York Ham
The York Ham, one of the main products of the
aforementioned sandwich, is not ham, luckily it will be cooked ham. There are
great nutritional differences between cooked ham and ham cold cuts: let's see
some.
The extra category: at least 85% of meat, has no
added proteins. It does not carry starches. It is made from pieces of ham. A
brine is injected, it is massaged in drums to soften it, put in molds and
cooked.
First category: 75% meat and some more sugar,
otherwise it is similar to the previous one.
Fiambre de ham: Take cornstarch or potato
starch, vegetable proteins and other meat proteins. And enough sugar, as well
as gelatins to bind. Pork could take 50% and not very pretty. In the labeling
it puts consume, once opened, in 48 hours. That's because despite the
preservatives, it holds less.
Integral bread
Usually they are made with refined wheat flour,
seasoned with bran and sometimes to give a darker color is added malt. The
legislation does not define what is integral so that each manufacturer does
what it considers appropriate.
cheese
Real cheese only carries milk, rennet, lactic
ferments and salt. Starch, flux salts and polyphosphates are added to the one
we use to melt so that it melts better. Many grated cheeses, in fact, are
substitutes that have no cheese and can also carry palm oil and other vegetable
fats.
With all this information we can get an idea of
what we are eating after savoring salivating everywhere.
It is true that food labels carry nutritional
information of the product but there are too many gaps that producers use. They
do not lie but they do not tell the truth and the legislation does not seem to
want to see it. For example, on a label we can see that it is 100% turkey but
it is not saying that it is turkey meat all it takes, but that the meat it
carries is turkey. Sometimes, they say that butter produces cholesterol, that
meat uric acid, etc ... but in reality we should be honest with ourselves and
really talk. It is not the products themselves that harm us, but its
components, components in which the legislation should be much tougher and
stricter.
At the time of our grandparents, they ate
cheese, drank milk, drank butter ... but they are the longest, because what
they ate was healthy and not really plastic meal.
So we could continue with many foods such as
the Nuggets, the fried tomato of the grandmother that carries a lot of sugar,
the frozen prawns that have a good glaze of water due to the lack of legal
glaze limit ... if you are interested in this topic you can enter the web of
these two apothecaries of the 21st century. Marián García and Gemma del
Caño.
Montserrat A
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