Osadía o ignorancia

El día 4 de Noviembre había alerta amarilla en toda la

costa Gallega. Había un sinfín de borrascas que tenían que llegar una tras otra durante el día. Y así fue. Yo salí a pasear y aprovechar la mañana antes de que se torciera a partir de las 14 horas y durante ese paseo de hora y poco más vi, en un acantilado, un hombre pescando.

Yo me sorprendí de tanta osadía. Un mar picado con olas importantes y vientos que hacían levantar un metro la espuma de las olas que rompían contra toda roca que se ponía en su trayectoria. El agua saltaba por encima de las dunas que cada año se ponen en la playa de Riazor para que el agua no llegue a la carretera.

Luego nos ponemos las manos a la cabeza cuando oímos que se ha ahogado alguien, o que un golpe de mar se ha llevado a una persona que andaba cerca de la costa pero cuando veo estas cosas, después de tantos accidentes, no se si catalogarlo de osadía, exceso de confianza o pura ignorancia.

Nuestra vida no tiene precio pero lamentablemente, parece que hasta que no se pierde, no somos capaces de valorarla.

Os dejo una foto del señor pescando y otra de como batía el mar no muy lejos de donde estaba. Por favor, hay que respetar las alertas y no querer ser más fuerte que la naturaleza puesto que ella, ya nos ha enseñado en muchas ocasiones que es más fuerte que nadie.

Montserrat A

Daring or ignorance

On November 4 there was a yellow alert on the entire Galician coast. There were endless storms that had to arrive one after the other during the day. So it was. I went out for a walk and took advantage of the morning before it turned around after 2:00 pm and during that hour stroll and little else I saw, on a cliff, a man fishing.

I was surprised by such boldness. A sea choppy with important waves and winds that made raise a meter the foam of the waves that broke against any rock that was put in its path. The water leaped over the dunes that are placed every year on the beach of Riazor so that the water does not reach the road.

Then we put our hands to our heads when we hear that someone has drowned, or that a stroke of the sea has taken a person who was close to the coast but when I see these things, after so many accidents, I do not know if to catalog it from Audacity, overconfidence or pure ignorance.

Our life has no price but unfortunately, it seems that until it is lost, we are not able to value it.

I leave a photo of Mr. fishing and another of how the sea beat not far from where he was. Please, we must respect the alerts and not want to be stronger than nature since she has already taught us many times that she is stronger than anyone.

Montserrat A