Cuántas veces
hemos empezado una dieta y por mucho
esfuerzo e ímpetu que hemos puesto, los
resultados no han sido los esperados. Pero eso no es todo, el no obtener un
resultado positivo comparándolo con nuestros esfuerzos hace que nos sintamos
frustrados y decidamos tirar por la borda todo el esfuerzo. Pues bien, a veces,
algunas pequeñas cosas que consideramos que no tienen importancia hacen que los
resultados no sean los esperados. Hablemos de ellos brevemente.
A veces,
tomamos algunos alimentos que aparentemente estarían aceptados en una dieta,
bien en una de las ingestas, bien como tentempié pero en muchas ocasiones estos
alimentos pueden aportarnos grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas que
nos ayudan en nuestro cometido.
Todo esto se
traduce en calorías difíciles de quemar y se adhieren a nuestras zonas más
difíciles. Cada persona tendrá una parte del cuerpo donde tenga más facilidad
de acumular grasa que otra.
No olvidemos
que nuestro cerebro está continuamente activado debido a la ingesta de
alimentos industriales, sin saberlo o sin ser conscientes, por lo que puede
verse alterada la actividad del mismo si
se le escatimamos este tipo de alimentos. Esta parte es el hipotálamo y es
difícil reconducir estas necesidades, por ello a veces se dice que la obesidad
es una enfermedad del cerebro, por lo que la solución más adecuada es la de ir
reduciendo este tipo de alimentos poco a poco para evitar “el mono” de la
adicción a sabores y texturas que nos proporcionan este tipo de alimentos.
La bollería y
productos refinados como cruasán aportan unas 400 kcal además de la grasa, si
esto lo cambiamos por un bocadillo mini
de queso ligero y tomate, nos aportarán
160kcal más o menos. Nos llenara más y aportaremos menos calorías al cuerpo.
Con las
comidas precocinadas y las grasas saturadas ocurre algo similar. Hay que
reducir los embutidos, fritos, rebozados, lácteos enteros y snacks salados. El
consumo de todos estos productos debería ser muy ocasional pero no incluirlos
de forma reiterativa en nuestra dieta.
Es importante
leer las etiquetas de todo lo que compremos, primero para familiarizarnos con
los aportes de cada uno de ellos y segundo para saber si alguna de las cosas
que compramos lleva glutamato monosódico , un saborizante que aumenta la
sensación de apetito y la ansiedad por comer.
En cuanto a
los encurtidos, hay que controlarlos bien. Abren el apetito y la sal estimula
la producción de saliva con lo cual,
hará que sintamos más hambre. Si queremos picar algo hay que optar por
alimentos crujientes y sin sal. Nos ayudara a eliminar líquido y a sentirnos
saciados.
En cuanto a
los zumos siempre hay que tomarlos si los hacemos nosotros pero si el motivo de
esta ingesta es porque tenemos hambre, entonces mejor comer la fruta entera que
nos saciará más.
No olvidemos
que para que una actitud o un cambio de alimentación sea efectiva y se
convierta en una hábito necesitamos 21 días.
Si no superamos este baremo puede que esa actitud se convierta en una
intención pero sin éxito.
Conocernos
hará que nos aporte más fuerza para vencer
(INCLUIR TABLA)
Montserrat A
THAT CAN OBSTACULATE OUR DIET
How many times
have we started a diet and by much effort and impetus we have put, the results
have not been as expected. But that's not all, not getting a positive result by
comparing it with our efforts makes us feel frustrated and decide to throw all
the effort away. Well, sometimes, some small things that we consider to be
unimportant cause the results not to be as expected. Let's talk about them
briefly.
Sometimes, we
take some foods that apparently would be accepted in a diet, either in one of
the intakes, or as a snack but in many cases these foods can provide saturated
fats, sugars and refined flours that help us in our task.
All this
translates into calories that are difficult to burn and stick to our most
difficult areas. Each person will have a part of the body where it is easier to
accumulate fat than another.
Do not forget
that our brain is continuously activated due to the intake of industrial foods,
without knowing it or without being aware, so it can be altered the activity of
it if we are spared this type of food. This part is the hypothalamus and it is
difficult to address these needs, so it is sometimes said that obesity is a
disease of the brain, so the most appropriate solution is to reduce this type
of food little by little to avoid "the mono "of the addiction to
flavors and textures that give us this type of food.
The pastries
and refined products such as croissants contribute about 400 kcal in addition
to the fat, if we change it for a mini sandwich of light cheese and tomato,
they will give us 160kcal more or less. It will fill us more and we will
contribute less calories to the body.
With precooked
meals and saturated fats, something similar happens. You have to reduce the
sausages, fried, battered, whole milk and salty snacks. The consumption of all
these products should be very casual but not include them repeatedly in our
diet.
It is
important to read the labels of everything we buy, first to familiarize
ourselves with the contributions of each of them and second to know if any of
the things we buy has monosodium glutamate, a flavor that increases the
appetite and anxiety to eat .
As for the
pickles, you have to control them well. They open the appetite and the salt
stimulates the production of saliva, which will make us feel more hungry. If we
want to snack on something, we have to opt for crunchy and unsalted foods. It
will help us to eliminate liquid and to feel satiated.
As for juices
you always have to take them if we do them but if the reason for this intake is
because we are hungry, then better to eat the whole fruit that will satisfy us
more.
Do not forget
that for an attitude or a change of diet to be effective and become a habit we
need 21 days. If we do not exceed this scale, that attitude may become an
intention but without success.
Knowing
ourselves will make us contribute more strength to overcome (please see attach adicional
information above)
Montserrat A
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