Todo el mundo
tiene un punto de aventurero y depende
Hay personas
que con vivir en su zona de confort y evitar todo tipo de cambios y riesgos le
parece perfecto pero hay otras que necesitan sentirse , muy a menudo, al filo
de lo imposible para sentirse felices y obtener ese punto de “pimienta” en su
vida, para sentirse bien.
Todo es
cuestión de personalidad, biología, curiosidad, confianza y diversión. Aunque
no lo parezca.
De todos es
sabido que cuando vivimos un momento de miedo, el mundo parece que se detenga y
que todo nuestro cuerpo se ponga en alerta máxima. Podemos manejar el miedo ,
si desde pequeños nos enseñan a ello y así poder hacer frente a cualquier
adversidad.
Pero no se
puede confundir tener una situación peligrosa frente a nosotros y buscar una
situación peligrosa porque necesitamos esa adrenalina . Hacer puenting,
rafting, correr en San Fermín… son prácticas peligrosas que hacen que nuestro
cuerpo se ponga en tensión y saquemos toda la tensión aflorando la adrenalina
que nos produce esa sensación de ser únicos, fuertes, intocables… aunque no sepamos
que también estamos flirteando con la muerte.
Jugar con las emociones de placer y miedo, desembocan en un momento de
euforia o de búsqueda de sensaciones.
Pero hay
cuatro tipos de perfiles sin miedo al peligro:
1.- Los que
buscan aventuras y emociones de riesgo, pero socialmente aceptadas, como hacer
buceo.
2.- Los que
tienen un estilo de vida inconformista.
3.- Los
desinhibidos, que viven una vida normal pero casi nunca solitarios como el
juego, sexo…
4.- Las
personas con baja tolerancia al aburrimiento que huyen de la monotonía.
Necesitan sentir la vida al límite.
Ante
situaciones de miedo, se activa la amígdala y la dopamina, el neurotransmisor
asociado a las sensaciones del placer. Si ambos van coordinados sentimos el
alivio de alejarnos del riesgo. Algunas investigaciones apuntan que los que arriesgan necesitan mayor cantidad de
estimulación cerebral para alcanzar los niveles óptimos para sentirse bien
y requieren de un “chute” de dopamina en estas actividades.
En cuanto al
riesgo, los humanos distinguen dos tipos:
los que pueden controlar por si mismos y los incontrolables. Por norma
general, las personas sin miedo tienen
una confianza más elevada en sus propias habilidades, se mueven dentro del
sesgo optimista y eso les impulsa a ir
siempre un poco más allá cada vez.
A las personas
que disfrutan del riesgo, el miedo
aumenta el placer de la experiencia e incluso la rabia posterior, si no se
consigue el propósito.
Lo esencial es
que en la búsqueda de emociones no traspasemos los límites y que las
actividades elegidas sean planificadas sin desafiar en exceso nuestra suerte.
Los que nacen con buena estrella se lo podrían permitir pero la cuestión es:
¿Quién nace con esa buena estrella?
Montserrat A
LOVE FOR ADVENTURE AND RISK
Everyone has
an adventurous point and it depends on each person that point has a certain
"hairpin".
There are
people who live in their comfort zone and avoid all kinds of changes and risks
seems perfect but there are others who need to feel, very often, the edge of
the impossible to feel happy and get that point of "pepper" in your
life, to feel good.
Everything is
a matter of personality, biology, curiosity, confidence and fun. Athough it
does not seems.
Everyone knows
that when we live a moment of fear, the world seems to stop and that our entire
body is put on high alert. We can handle fear, if from a young age they teach
us to do it and thus be able to face any adversity.
But you can
not confuse having a dangerous situation in front of us and looking for a
dangerous situation because we need that adrenaline. Do bungee jumping,
rafting, running in San Fermin ... are dangerous practices that make our body
is put in tension and take out all the stress surfacing the adrenaline that
gives us that feeling of being unique, strong, untouchable ... although we do
not know that we are also flirting with death. Playing with the emotions of
pleasure and fear, lead to a moment of euphoria or search for sensations.
But there are
four types of profiles without fear of danger:
1.- Those who
look for adventure and risky emotions, but socially accepted, such as diving.
2.- Those who
have a non-conformist lifestyle.
3.- The
uninhibited, who live a normal life but almost never alone like the game, sex
...
4.- People
with low tolerance to boredom who flee from monotony. They need to feel life to
the limit.
In situations
of fear, the amygdala and dopamine, the neurotransmitter associated with the
sensations of pleasure, are activated. If both are coordinated, we feel the
relief of getting away from the risk. Some research suggests that those who
risk need more brain stimulation to reach optimal levels to feel good and
require a "chute" of dopamine in these activities.
Regarding
risk, humans distinguish two types: those that can control by themselves and
uncontrollable. As a general rule, people without fear have a higher confidence
in their own abilities, they move within the optimistic bias and that impels
them to always go a little further each time.
To the people
who enjoy the risk, fear increases the pleasure of the experience and even the
subsequent rage, if the purpose is not achieved.
The essential
thing is that in the search for emotions we do not go beyond the limits and
that the chosen activities are planned without over-challenging our luck. Those
born with a good star could afford it but the question is: Who is born with
that good star?
Montserrat A
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