lunes, 2 de julio de 2018

PIMIENTOS DE COUTO, PADRÓN Y OTRAS VARIEDADES DE GALICIA


Todos conocemos los pimientos de Padrón donde
algunos pican y otros no… Ricos , con sabor intenso, deliciosos al paladar. Los primeros llegaron desde México, en el siglo XVII, de la mano de los franciscanos. Los plantaron en el convento de Herbón, se aclimataron y desde allí se extendieron siguiendo los distintos caminos a Compostela.
 Pero hay otras denominaciones menos conocidas, con otras características al paladar y que son tan buenos  y reconocidos como estos.

Pero empezaremos con los pimientos de Couto, debido a que pasé, no hace mucho cerca de la parroquia de Couto y me explicaron un poco como surgió dicha variedad.
Los pimientos deben su nombre al Monasterio de San Martiño de Xuvía, situado en la parroquia de O Couto, en el municipio de Narón, en la provincia de A Coruña.
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo llegó al Monasterio de San Martiño de Xuvía un ilustre visitante y el prior le agasajó con los mejores productos de la zona. Pero un guiso tenía un picor del demonio, consecuencia de haber metido al puchero unos pimientos. El visitante se enfadó  muchísimo.  El prior, muy preocupado, soñó que San Martiño le decía que volviera a invitar al ilustre personaje y esta vez el guiso no picaría. Y el milagro se hizo realidad: desde entonces, los pimientos de Couto no pican.

La realidad más probable es que el prior se pasó años cruzando pimientos hasta que consiguió que no picaran. Es decir, el tema “milagro” no fue como tal, fue pura genética conseguida por la selección de las semillas adecuadas para que no picaran los pimientos.
Pero esta variedad viajo y  salieron hacia Lugo y en el priorato de Santa María de Ferreira de Pallares, en Guntín, acabaron convirtiéndose en una variedad ligeramente más grande y también sin el componente picante que traían los naturales de tierras mexicanas cuando llegaron a Padrón.
Los pimientos de los que hablamos son de tamaño pequeño pero sus dimensiones se deben a que se recogen prematuramente. No hicieron lo mismo en Arnoia, donde los dejaron crecer , ni tampoco en Oímbra, donde se producen los pimientos más grandes de Galicia.

Todos son verdes, aunque unos más que otros. En Oímbra tienen un aspecto más pálido. Y todos se tornan rojos cuando maduran. El Sol no solo les aporta color, sino también parece ser el culpable de que los de la variedad de Padrón salgan más picantes. Esta podría ser, a grandes rasgos y de una manera un tanto simple, la historia de los pimientos de la especie Capsicum annum y su aclimatación en las tierras gallegas.

Si atendemos a la geografía, en cada zona generó su propia variedad con sus características específicas. El primigenio dio origen al que se denomina tipo  "Padrón". Pero el topónimo no lo convierte en una indicación de su procedencia.  Hoy día hay pimientos de Padron que se cultivan en Málaga, Almería, Marruecos y hasta en Australia.

De ahí la importancia de fijarse en la etiqueta, en el sello si lo tienen y en el lugar de origen, para que no nos den gato por liebre. Casi todos los pimientos gallegos tienen primos y demás parientes en otras partes de la geografía española y mundial. Con la incorporación de Mougán a la lista de los pimientos con un sello de origen, Galicia ya cuenta con cinco, el mismo número que las denominaciones de origen de los vinos de calidad. Esto pone de manifiesto la importancia que el pimiento puede llegar a tener en el desarrollo de comarcas agrícolas y rurales de nuestro país. No hay en España otra comunidad que cuente con cinco pimientos con sello de origen.
Y al igual que sucede con el vino, la provincia de Ourense se lleva la palma con dos tipos de pimientos: Oímbra y Arnoia. A Coruña tiene dos mas: Couto y Herbón, estos últimos, los únicos con una denominación de origen, un rango superior a la indicación geográfica que poseen los otros cuatro, extiende su territorio por algunos municipios de la provincia de Pontevedra.

El que pica
Desde finales del mes de mayo, mediados si la
primavera fue propicia, los pimientos de Herbón llegan a los supermercados a unos precios que los diferencian de sus competidores: una bolsa de 400 gramos puede llegar a costar cinco euros a principio de temporada, y algo más de dos en plena producción. La fórmula de envasado no es arbitraria. En cuatrocientos gramos caben, aproximadamente un ciento de pequeños pimientos de Herbón y nos recuerda la manera en la que eran vendidos tradicionalmente en ferias como la de Padrón: por cientos. No los encontraremos a granel ni con otro tamaño ni formatos de envasado.

Todos proceden de parcelas inscritas en el registro de productores que están situadas en 5 municipios: Padrón, Dodro y Rois de la provincia de A Coruña y Pontecesures y Valga en la provincia de Pontevedra. Los pimientos de Herbón se consumen en su inmensa mayoría fritos: una sartén con generosa cantidad de aceite de oliva a buena temperatura en la que se echan los pimientos por puñados. Conviene poner una rejilla para que no salte el aceite. Apenas un par de minutos es tiempo suficiente. Se retiran con la espumadera sobre una fuente y en ella se les echa la sal gruesa de manera generosa. Los pimientos están listos para comer, una operación que semeja una suerte de ruleta rusa, pues en su desarrollo en la planta unos llevan una dosis mayor de capsaicina, que es el componente que los convierte en picantes.

Dulce
No sucede lo mismo con los de Couto. Su área de cultivo se encuentra en los municipios de Ferrol, Narón, Valdoviño, Cedeira, Moeche, As Somozas, San Sadurniño, Neda, Fene, Mugardos y Ares. A simple vista semejan mucho los de Herbón, aunque se recolectan con un tamaño discretamente mayor: en una bolsa de 400 gramos caben entre 70 a 100 unidades. Son de color verde intenso y oscuro, sin brillo. Tienen menos semillas y no pican nunca. He aquí su gran diferencia.
El período de venta es similar al de Herbón, aunque más tempranero, comienza a finales de abril o primeros días de mayo y se mantiene hasta finales de octubre. Hasta hace muy pocos años era muy difícil encontrarlos en fruterías y supermercados de la Galicia sur. Solo sus competidores apócrifos que exhiben en las bolsas "no pican" llegaban al consumidor. Su precio es discretamente inferior que el de los de Herbón. De nuevo la sartén con aceite se convierte en el método más común de elaboración.

Mougán
La parroquia de Mougán, en el municipio de Guntín, les da nombre a estos pimientos de tamaño mediano. Su ámbito de producción coincide con el territorio de este municipio lucense. Con un consejo regulador recientemente estrenado, todavía resulta difícil encontrarlos en las fruterías de la mayor parte de Galicia. No obstante, hay que esperar hasta el mes de julio que es la época en la que empieza su recolección. Son dulces, salvo que se hayan echado a perder o se hayan pasado de maduración, y carnosos.

De Ourense, los grandes
Arnoia y la parroquia de Meréns del vecino municipio de Cortegada constituyen el territorio de los pimientos de Arnoia. Son de tamaño mucho mayor que sus predecesores. En un kilo caben entre 14 y 20 unidades. Son dulces, carnosos, se pueden freír, asar e incluso rellenar. La creación de la IGP los salvó de la desaparición, pues tras un período de esplendor a partir de la década de 1960 su cultivo había comenzado a languidecer. Hoy lo encontramos a buen precio a partir del mes de agosto hasta finales de septiembre en varias cadenas de alimentación gallegas.

Por último, los de Oímbra son los más grandes de todos los gallegos. En un kilo entran entre 5 y 10 unidades. De color verde claro, pueden llegar a mostrar un aspecto amarillento que indica que están en su mejor momento. De nuevo estamos ante un tipo de pimiento que aunque, como todos sus hermanos gallegos se consume principalmente frito y sazonado tras pasar por la sartén, se presta a recetas más elaboradas, e incluso a su consumo en conserva, previamente asado, pelado y limpio.
Se cultiva prácticamente en el mismo territorio que los viñedos del vino de Monterrei: Oímbra, Verín, Castrelo do Val, Monterrei, Cualedro, Laza, Riós y Vilardevós. A partir de finales de julio hasta bien avanzado el otoño está a la venta en mercados locales, en Ourense ciudad y en algunas fruterías y supermercados de Vigo, con un área de distribución y venta cada vez más creciente.
Para quienes deseen disfrutarlos en su lugar de producción, nada mejor que su fiesta: Couto, el 20 de julio. El resto en agosto: Herbón el  primer sábado; Arnoia y Oímbra, el primer domingo y Mougán cierra la temporada el último sábado. Fuentes. La Region y web donde FRANCISCO J.GIL 18/06/2015 escribió un artículo hablando de los distintos pimientos en Galicia.

Montserrat  A



PEPPERS OF COUTO, STANDARD AND OTHER VARIETIES OF GALICIA
We all know the peppers of Padrón where some bite and others do not ... Rich, with intense flavor, delicious to the palate. The first came from Mexico, in the seventeenth century, from the hand of the Franciscans. They planted them in the convent of Herbón, acclimated and from there they extended following the different roads to Compostela.
 But there are other names less known, with other characteristics to the palate and that are as good and recognized as these.
But we will start with the Couto peppers, because I passed, not long ago near the parish of Couto and explained a little how the variety arose.
The peppers are named after the Monastery of San Martiño de Xuvía, located in the parish of O Couto, in the municipality of Narón, in the province of A Coruña.

Legend has it that long ago, an illustrious visitor arrived at the Monastery of San Martiño de Xuvía and the prior received him with the best products of the area. But a stew had a devil's itch, a consequence of having put some peppers in the stew. The visitor was very angry. The prior, very worried, dreamed that San Martiño told him to return to invite the illustrious personage and this time the stew would not sting. And the miracle came true: since then, Couto's peppers have not stung.
The most likely reality is that the prior spent years crossing peppers until he got them to not sting. That is to say, the subject "miracle" was not as such, it was pure genetics achieved by selecting the appropriate seeds so that they did not bite the peppers.

But this variety traveled and left for Lugo and in the priory of Santa Maria de Ferreira de Pallares, in Guntín, ended up becoming a slightly larger variety and also without the spicy component brought by the natives of Mexican lands when they arrived at Padrón.
The peppers we talk about are small in size but their dimensions are due to being collected prematurely. They did not do the same in Arnoia, where they were allowed to grow, nor in Oímbra, where the largest peppers in Galicia are produced.
All are green, but some more than others. In Oímbra they look paler. And they all turn red when they mature. The Sun not only brings color, but also seems to be the culprit that the variety of Padrón come out more spicy. This could be, roughly and in a rather simple way, the history of the peppers of the Capsicum annum species and their acclimatization in the Galician lands.
If we look at the geography, in each zone generated its own variety with its specific characteristics. The primordium gave origin to what is called the "Padrón" type. But the toponym does not make it an indication of its origin. Today there are Padron peppers that are grown in Malaga, Almeria, Morocco and even in Australia.

Hence the importance of looking at the label, the seal if they have it and the place of origin, so that they do not give us cat for hare. Almost all the Galician peppers have cousins ​​and other relatives in other parts of the Spanish and world geography. With the addition of Mougan to the list of peppers with a stamp of origin, Galicia already has five, the same number as the appellations of origin of quality wines. This highlights the importance that pepper can have in the development of agricultural and rural areas of our country. There is no other community in Spain that has five peppers with a seal of origin.

And like wine, the province of Ourense takes the palm with two types of peppers: Oímbra and Arnoia. A Coruña has two more: Couto and Herbón, the latter, the only ones with a denomination of origin, a rank superior to the geographical indication that the other four possess, extends its territory by some municipalities of the province of Pontevedra.
The itchy
Since the end of May, mid-spring has been auspicious, Herbon peppers arrive at supermarkets at prices that set them apart from their competitors: a bag of 400 grams can cost five euros at the beginning of the season, and something More than two in full production. The packaging formula is not arbitrary. About four hundred grams fit about a hundred small Herbón peppers and reminds us of the way they were traded traditionally at fairs like Padrón's: by the hundreds. We will not find them in bulk or other size or packaging formats.

All come from plots registered in the register of producers that are located in 5 municipalities: Padrón, Dodro and Rois of the province of A Coruña and Pontecesures and Valga in the province of Pontevedra. Herbón peppers are consumed in their vast majority fried: a frying pan with generous amount of olive oil at good temperature in which the peppers are poured by handfuls. It is advisable to put a grid so that the oil does not leak. Just a couple of minutes is enough time. They are removed with the skimmer on a platter and in it the thick salt is thrown generously. The peppers are ready to eat, an operation that resembles a kind of Russian roulette, because in their development in the plant some carry a higher dose of capsaicin, which is the component that turns them into spicy.

Sweet
This is not the case with Couto's. Its area of ​​cultivation is in the municipalities of Ferrol, Narón, Valdoviño, Cedeira, Moeche, As Somozas, San Sadurniño, Neda, Fene, Mugardos and Ares. At first glance, Herbón resembles a lot, although they are collected with a discreetly larger size: in a bag of 400 grams fit between 70 and 100 units. They are deep green and dark, without shine. They have fewer seeds and never sting. Here is their great difference.
The sale period is similar to that of Herbon, although earlier, begins at the end of April or early May and is maintained until the end of October. Until very few years ago it was very difficult to find them in fruit shops and supermarkets in southern Galicia. Only its apocryphal competitors who exhibit on the "do not bite" bags reached the consumer. Its price is discreetly lower than that of Herbon. Again the frying pan with oil becomes the most common method of processing.

Mougan
The parish of Mougan, in the municipality of Guntín, names these peppers of medium size. Its scope of production coincides with the territory of this municipality of Lugo. With a recently launched regulatory council, it is still difficult to find them in the greengrocers of most of Galicia. Nevertheless, it is necessary to wait until the month of July that is the time in which begins its collection. They are sweet, unless they have been spoiled or matured, and fleshy.
Of Ourense, the great
Arnoia and the parish of Meréns of the neighboring municipality of Cortegada constitute the territory of the peppers of Arnoia. They are much larger in size than their predecessors. In a kilo fit between 14 and 20 units. They are sweet, fleshy, can be fried, roasted and even filled. The creation of the PGI saved them from the disappearance, because after a period of splendor from the decade of 1960 its cultivation had begun to languish. Today we find it at a good price from the month of August until the end of September in several Galician food chains.

Finally, those of Oímbra are the greatest of all Galicians. In a kilo enter between 5 and 10 units. Light green, they may show a yellowish appearance that indicates they are at their best. Again we are faced with a type of pepper that, although like all its Galician brothers consumes mainly fried and seasoned after passing through the pan, lends itself to more elaborate recipes, and even to its canned consumption, previously roasted, peeled and clean.

It is cultivated practically in the same territory as the vineyards of the Monterrei wine: Oímbra, Verín, Castrelo do Val, Monterrei, Cualedro, Laza, Riós and Vilardevós. From late July to late autumn is available for sale in local markets, Ourense city and some greengrocers and supermarkets in Vigo, with a growing and growing area.
For those who wish to enjoy them in their place of production, nothing better than your party: Couto, on July 20. The rest in August: Herbon the first Saturday; Arnoia and Oímbra, the first Sunday and Mougan closes the season last Saturday. Sources. The Region and web where FRANCISCO J.GIL 18/06/2015 wrote an article talking about the different peppers in Galicia.

Montserrat A

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