viernes, 18 de mayo de 2018

¿Cuántas causas existen en el Mundo que puedan provocar hambruna?


800000 millones de personas en el Mundo pasan hambre.
Una lacra social de la que habla todo el mundo pero que nadie parece dar solución y eso que cada vez hay más herramientas y medio espero que también cada vez exista más egoísmo, negocios e intereses personales y gubernamentales que frenan las posibilidades de encontrar soluciones, en caso que loas hubiera.
Hoy hablamos de ello, porque quizás insistiendo y denunciando esta situación algún día los gobiernos accedan a flexibilizar el camino.

Pero cuando hablamos de hambre, no solo se habla de la falta de alimento, estamos hablando de la falta de agua, lluvias, gestión, buena voluntad,… hay países que sufren hambruna  debido a cambios climáticos, como apuntábamos anteriormente así como falta de interés gubernamental, otro por falta de interés por gestionar correctamente los recursos del país y otros porque la miseria se ha normalizado como un estándar más.

En la primera sequía en Somalia, murieron 260000 personas y de eso hace tan solo 6 años. Según la ONU, estiman en 7 millones de somalíes, que necesitan ayuda y hacen falta 1300 millones de euros para acabar con esta urgencia.
Sin embargo, no es el único país afectado, Sudán del Sur, Yemen y el Noreste de Nigeria también tienen ese problema.

Pero en todo este gran problema, la parte más vulnerable  son los niños. Los pocos que pueden acceder o llegar a un hospital solo pueden estar dos semanas, tiempo insuficiente para poder recuperarlos de las carencias alimenticias que sufren.
Lamentablemente, la hambruna no siempre tiene su inicio en un cambio climático.  En otros países tienen su origen en la injusticia por ejemplo India.

India es una potencia mundial, con grandes informáticos y con muchos millones de multimillonarios en el país, los cuales, podrían influir en la organización de sus redes políticas para mejorar un poco esta situación, sin necesidad de invertir sus propias fortunas.
Exportan arroz, carnes, especias…pero la gente vive desnutrida por una alimentación desequilibrada.
En la sociedad India, la clase media está floreciendo gracias a la evolución social y el propio cambio de mentalidad de algún sector de la población, son muy avanzados ,pero la malnutrición en el país también impera : 195 millones de personas, casi el 40% de los menores de cinco años presentan retraso en el desarrollo debido a una nutrición inadecuada.

Esta es una sociedad que conozco un poco y que me apena ya que su riqueza es tan grande como la pobreza. Las diferencias sociales son tan grandes y marcadas como sus “castas”. Su hambruna o desnutrición, lamentablemente no es debido a la falta de recursos sino a la falta de interés político en modificar parte de su gestión para equiparar recursos.
Haiti tiene unos 11 millones de habitantes que continuamente sufren desgracias naturales: terremoto 2010: murieron 220.000 personas; huracán Matthew 2016: 580 muertos y 2000 millones de dólares en daños y en el 2017 sufrieron los efectos del Irma.

Haiti es conocido por tener una cantidad de organizaciones humanitarias que llenan el país pero los resultados no son buenos. Los motivos: el cambio climático, lluvias difíciles de preveer, el nivel del mar sube y saliniza la tierra, los bosques se talan ilegalmente para producir carbón vegetal,… el resultado es que los campesinos apenas sacan algún beneficio  de sus tierras y la corrupción se lleva buena parte de los ingresos del Estado. Si a todo esto añadimos la mala gestión, el resultado es hambre y pobreza.

El dinero es importante para reconstruir, para comprar grano o para contratar gente y enseñar a otros como hacer las cosas pero si la gestión y los gestores no son los adecuados, dará igual la cantidad de dinero que se pueda transferir, más de la mitad desaparecerá por el camino sin llegar nunca a su destino.

Seamos algo generosos, no nos mintamos, no apelemos a aquello que sabemos que no existe, hagamos que sea posible algún fin positivo para todas estas personas  ofreciendo esperanza y oportunidad. Todos merecemos que nos tiendan la mano alguna vez.

Montserrat A.



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