viernes, 1 de septiembre de 2017

CHRISTOPHE BRUSSET: LOS FRAUDES INDUSTRIALES

Christophe Brusset es un ex ejecutivo de la industria
agroalimentaria que ha publicado un libro llamado ¡Cómo puedes comer eso!
Es cierto que oímos noticias sobre productos alimenticios fraudulentos. Hamburguesas de carne de buey que no llevan buey, jamones york que si leemos las etiquetas de composición llevan de todo menos jamón o en un porcentaje ridículo, etc… este Ex ejecutivo decide hablar, después de abandonar el gremio y contar algunas verdades que debemos escuchar todos para poder tomar decisiones.

Christophe Brusset nace en 1970 en Chaumont, Francia, ingeniero agroalimentario de orígenes campesinos en la Provenza y afincado hoy en China, había permanecido durante 20 años en silencio. Tanto fraude, contaminación, tanto daño para la salud de los consumidores, tanta mentira ... habría podido sellar sus sentidos, pero la madurez y la distancia, en China “el paraíso dela corrupción y su corolario: el fraude”, escribe, y su nueva ocupación, le animó a hablar.
Fuente. Artículo original escrito por Elena Pita y publicado en Zen 12 de marzo del 2017. Yo incluyo algún comentario propio y resumo algunos párrafos.

Las hamburguesas de la denuncia son un ínfimo ápice del iceberg de porquería que encubren las ininteligibles etiquetas  del supermercado: caracoles de la Borgoña (criados en Chernóbil), vaciados y secados a la intemperie en Turquía, con la consecuente infestación de gusanos; lavadas estas conchas con sosa caustica, vueltos a rellenar y añadida una pizca de mantequilla con perejil en Francia, luego la etiqueta legal); queso fundido hecho con un 5% de origen (azul de Auvernia entre mil otros ejemplos) mezclado con agua, bloque de queso artificial (a base de leche termizada), mantequilla, proteína láctea, nata, leche en polvo, fosfato trisódico, citrato de sodio y ácido cítrico; guindilla y especias indias por doquier mezcladas y trituradas con excrementos, cadáveres y pelos de ratón; té ecológico de Ceilán aromatizado con cítrico al extracto de tiabendazol y otros pesticidas prohibidos por la UE…

Es cierto que después de leer esto quedan pocas ganas de consumir ya que a la conclusión que se llega es que en cualquier momento nos podemos envenenar y claro no me extraña que después de tanto light, cuidados y selección en supermercados, acabemos enfermos, aquí podríamos tener una respuesta que seguro habrán más pero la primera pregunta que me asola es porque hablar ahora después de la trayectoria de Brusset? El dice que quería contar aquello de lo que ha sido testigo durante tanto tiempo, pero de haberlo hecho cuando trabajaba en la industria alimentaria francesa hubiera supuesto la pérdida inmediata de su trabajo, además de ser incluido en la lista negra, para el mercado, lo que ha ocurrido claro.

Pero ahora que vive en Asia, es más sencillo para él. Aunque , ahora que está casado y con hijos, considera que debe hacer esta crítica positiva para mejorar la salud.
A los consumidores solo nos queda leer la etiquetas y aceptar o rechazar el producto según su contenido y lo que busquemos aunque, según Brusset es muy complicado “La industria y los supermercados, con la complicidad de las autoridades sanitarias, no quieren que el consumidor entienda las etiquetas y que continúe comprando sin saber qué es en realidad lo que se expone en las baldas del súper. Pero el individuo debe saber al menos que comprar teniendo en cuenta sólo el precio le llevará sin duda a consumir alimentos de peor calidad. Siempre.
Hay que elegir productos sin aditivos o con los menos posibles, preferentemente orgánicos, locales y estacionales”.

Las autoridades están bajo la influencia de unos cuantos poderosísimos lobbies de la alimentación existentes en cada país y, en el caso europeo, centralizados sobre Bruselas.  Dada la actual y larguísima situación de debilidad económica, los grupos políticos actúan preferentemente a favor de la industria para promover la actividad de negocio y la creación de puestos de trabajo. La laxitud en torno a la inmensa lista de aditivos legales es un buen ejemplo de lo que dice. La débil normativa de etiquetado o las alusiones a la salubridad de lo que consumimos. Las autoridades solo harían algo si las asociaciones de consumidores lograran presionarles suficientemente .

Brusset comenta que las cadenas de grandes grupos de supermercados son quienes monopolizan la situación. Son un puñado de firmas que dominan a miles de pequeños y medianos productores imponiéndoles constantemente la reducción de costes y, por tanto, de calidad, porque es su única manera de atraer consumidores. Pero no solo echaremos la culpa a las grandes superficies , las autoridades también tienen su gran responsabilidad  por permitirlo y no proteger al ciudadano, que se supone es uno de sus cometidos.

En su libro nos insta a consumir productos de marcas valoradas, según su experiencia, evitando las marcas blancas. Esto lo basa en sus 20 años de experiencia en la producción de ambas: marcas propias y las que estas mismas industrias fabrican para las cadenas de supermercados, productos etiquetados con otro nombre que quieren parecerse al líder de mercado, pero que les obligan a reducir costes lo que afecta a la calidad.

El pone como ejemplo de “gran fraude” el de la miel. Las asociaciones de consumidores  lo saben por sus estudios.  Él, por su experiencia. Y las autoridades por sus investigaciones. El 30% de la miel que se vende en los supermercados es fraudulenta, está mezclada con azúcar, cuando no es falsa al 100%. El nivel de equipamiento y conocimiento científico que los chinos empelan para producir miles de toneladas de miel es absolutamente increíble. Tuve que visitar una factoría china exportadora de miel y juro que su laboratorio estaba mejor equipado que el del más avanzado de los hospitales que puedas imaginar. Una visión terrorífica.

A Brusset se le pregunta sobre la teoría de beneficios al comprar productos de proximidad y su respuesta es que en países desarrollados, el nivel de calidad y seguridad de la producción es mucho mejor comparado con el de emergentes como China, India y otros. En Europa, los fabricantes no se arriesgan demasiado porque pueden ser multados y arruinar su reputación. No les compensa frente al margen de beneficios, mientras que en China, por ejemplo, están dispuestos a las peores prácticas, como demuestran todos los ejemplos descubiertos. Recordemos el caso de la leche infantil al toque de melanina, que trascendió al mundo entero.  Otra razón es que los productos locales necesitan menos química para su preservación que los transportados lejos y almacenados por largos períodos; además, son más frescos y proporcionan trabajo local.

La periodista le pregunta que significa el término reciclaje en la jerga de la industria alimentaria a lo que responde: “es el término empleado para el proceso de integrar producciones defectuosas en partidas nuevas sin perder costes. Cando se dan cantidades no demasiado elevadas de producto caducado, podrido, contaminado por  insectos o mal elaborado … normalmente no se descarta, se recicla.

¿y reenvasado? Simplemente, cambiar la etiqueta por otra
nueva,algo que suele hacerse para dar neuva vida a partidas de productos caducados. Una forma más de reciclar más común  de lo imaginable y deseablee en riesgo la salud del consumidor, sobre todo los más sensibles a reacciones alérgicas.
Por todo ello, se sugiere revisar las etiquetas de los envasados para asegurarnos de lo que comemos y en caso de duda, mejor dejarlo en los estantes de nuevo.

Hay un caso claro que si quiero explicar y que lo vivo cada día. En mi caso, debo comer jamón york y nadie creería lo que me cuesta encontrar un jamón york que lleve el 90% de jamón. Si miramos las etiquetas, aunque sean de marcas importantes, su contenido de jamón oscila entre el 45 y el 55%. Evidentemente, dependiendo de la marca puede ser algo más, el máximo que he visto ha sido de 75%. Estamos hablando de un producto de consumo normal que la gran mayoría de consumidores tienen en sus neveras para sus hijos y al final, que les estamos dando? En realidad no lo sé. Lo único que sé es que para comer jamón me las veo y me las deseo y eso no es justo. Alguien debe controlar esto y las autoridades deberían crear normativas más exigentes porque estamos hablando de salud y de productos normales  y populares.

Porqué un jamón York debe llevar soja, patata, entre otras cosas? Para que sea  más barato o para que el margen comercial hacia la empresa productora y el intermediario tengan más beneficio? A costa de la salud del consumidor? Creo que debemos reflexionar sobre ello y las autoridades más que nadie, porque no se trata solo de conseguir algo barato, es que si quieres algo mejor, tampoco tienes tantas opciones en las grandes superficies, lugares creados para hacernos la vida más cómoda a la hora de comprar, sobre todo para aquellas personas que no disponen de tiempo para poder ir a diferentes tiendas.

Brusset y sus ejemplos de timos alimentarios
Jamón York: la fábrica recibe del matadero cajas de plástico repletas de jamones, bastante pequeños, que se someten a “una acelerada sesión de culturismo: una inyección intramuscular a presión que contiene polifosfatos, proteínas de sangre y gelificantes; azúcar; glutamato, aromas y humolíquido; ascorbato de sodio y nitrito”. Cada industrial tiene su propio cóctel que duplica el tamaño del producto, luego se retira corteza y piel, se mete el jamón en unos moldes para su cocción, se les añade alrededor una capa regular de la grasa antes retirada, y, voilà, tendremos el jamón de corte perfecto, las linchas homogéneas que compramos envasadas en el supermercado, las de calidad. Las de pizzas, san jacobos, etc.. sufren un proceso mucho más contaminante, la llamada “mantequera”.

Queso azul: o queso fundido. Receta: un 5% de queso de origen mezclado con agua, muchísima cantidad de agua, bloque de queso artificial (fabricado a base de leche termizada y extraída artificialmente), mantequilla, proteína láctea, nata, leche en polvo, fosfato trisódico, citrato de sodio y ácido cítrico. Y listo para untar. Si aún el producto final resultara demasiado caro, el productor puede renunciar a la denominación oficial y, así, llegamos a ejemplos como el gratinado de queso cantal sin cantal o los raviolis con gruyer sin rastro de gruyer.

Té de Ceilán: Habían comprado una gran partida de té ecológico de Ceilán a muy buen precio, que por supuesto no venía de Ceilán, dato que nadie debía conocer. Eso no fue lo peor, sino que cuando sometieron las bolsitas a análisis, encontraron dosis de tiabendazol, primetanil, carbendazima y otros pesticidas prohibidos por la UE. ¿ecológico? La clave, como suele suceder, estaba en el olor a limón: “los aromas se producen normalmente a través de técnicas que concentran los contaminantes utilizados al mismo tiempo que las moléculas aromáticas, es decir, que las gotas de extracto natural estarán al tiempo atiborradas de pesticidas, fungicidas y moléculas de tratamiento del cultivo del limón”.

Miel: Las asociaciones de consumidores han estudiado, y las autoridades consienten, que el 30% de la miel que se vende en los supermercados sea fraudulenta: está mezclada con azúcar cuando no es falsa al 100%.

Caracoles de Borgoña: los caracoles de Borgoña son criados en los alrededores de Chernóbil y pasados por una planta de “transformación” que se encuentra en Turquía. “Olí la fábrica mucho antes de verla”, escribe Brusset en el libro.

En un patio de hormigón se apilaban montañas de más de tres metros de altura de conchas de caracol vacías, rodeadas de diversos insectos y, en los restos del intestino, gusanos blancos que se retorcían. Cuando el sol calcinaba los desechos sólidos y pútridos las lavaban con sosa cáustica, las rellenaban con el caracol cocido y las enviaban con destino a Francia, donde les añadían una pizca de mantequilla con perejil”. Con ese toque final, la etiqueta se convertía en absolutamente legal.

Las guindillas: ¿Qué son estos granos? “No son granos, es caca. Tenemos 100 toneladas de guindilla troceada que almacenaron mal en el origen. Las ratas y los ratones se pusieron las botas. Además de varios cadáveres, hemos encontrado pelos y caca por todas partes.
En menos de una hora encontré una empresa poco mirada que trituraba las guindillas junto a todos aquellos restos podridos de roedor”.

La operación de lavado no fue un caso aislado, se reciben con frecuencia lotes de especias procedentes de Turquía o de Egipto que contienen excrementos de pájaros; o lotes de pimienta de China o India con caca de roedores, colillas y desechos varios que, toda vez triturados, tratados y diluidos se ajustaban perfectamente a la normativa.
Así se escribe la historia . Lo increíble de todo esto es que siendo todos conscientes de este tipo de prácticas se sigan permitiendo quizás el segundo negocio son las farmacéuticas?

Montserrat A



CHRISTOPHE BRUSSET: INDUSTRIAL FRAUDS
Christophe Brusset is a former executive of the agri-food industry who has published a book called How You Can Eat That!
It is true that we hear news about fraudulent food products. Beef hamburgers that do not carry beef, hams york that if we read the composition labels carry everything but ham or a ridiculous percentage, etc ... this Ex executive decides to speak, after leaving the guild and tell some truths we must listen All to make decisions.

Christophe Brusset was born in 1970 in Chaumont, France, an agri-food engineer of peasant origins in Provence and settled in China today, he had been silent for 20 years. So much fraud, pollution, so much damage to the health of consumers, so much lie ... could have sealed their senses, but maturity and distance, in China "paradise of corruption and its corollary: fraud," he writes, and His new occupation, encouraged him to speak.

Source. Original article written by Elena Pita and published in Zen March 12, 2017. I include some own commentary and summarize some paragraphs.
The burgers of the complaint are a tiny apex of the iceberg of filth that cover the unintelligible supermarket labels: Burgundy snails (bred in Chernobyl), emptied and dried outdoors in Turkey, with the consequent infestation of worms; Washed these shells with caustic soda, refilled and added a pinch of butter with parsley in France, then the legal label); Cheese made with 5% of origin (Auvergne blue among a thousand other examples) mixed with water, block of artificial cheese (made from thermised milk), butter, milk protein, cream, milk powder, trisodium phosphate, Sodium and citric acid; Chilli and Indian spices everywhere mixed and crushed with excrements, corpses and mouse hairs; Ceylon eco-flavored tea with citrus extract to thiabendazole extract and other pesticides banned by the EU ...

It is true that after reading this there is little desire to consume because the conclusion that is reached is that at any time we can poison ourselves and it is clear that after so much light, care and selection in supermarkets, we end up sick, here we could Have an answer that will surely be more but the first question that plagues me is why speak now after the path of Brusset? He says that he wanted to tell about what he has witnessed for so long, but if he had done so when working in the French food industry, he would have lost his job immediately, as well as being blacklisted for the market. Which has happened clear.

But now that he lives in Asia, it's easier for him. Although, now that he is married and with children, he believes that he should make this positive review to improve health.
Consumers only have to read the labels and accept or reject the product according to its content and what we seek although, according to Brusset is very complicated "Industry and supermarkets, with the complicity of health authorities, do not want the consumer to understand The labels and continue to buy without knowing what is actually what is exposed in the shelves of the super. But the individual should know at least that buying considering only the price will lead you no doubt to consume food of worse quality. Always.
You have to choose products without additives or with the least possible, preferably organic, local and seasonal ".

The authorities are under the influence of a few very powerful food lobbies in each country and, in the European case, centralized on Brussels. Given the current long and extremely weak economic situation, the political groups preferentially favor industry to promote business activity and job creation. The laxity around the immense list of legal additives is a good example of what it says. The weak regulations of labeling or the allusions to the healthiness of what we consume. The authorities would only do something if consumer associations were able to put pressure on them.
Brusset comments that the chains of large supermarket groups monopolize the situation. They are a handful of firms that dominate thousands of small and medium producers, constantly imposing cost reduction and therefore quality because it is their only way to attract consumers. But not only will we blame the large areas, the authorities also have their great responsibility to allow it and not protect the citizen, which is supposed to be one of their tasks.

In his book urges us to consume products of valued brands, according to his experience, avoiding the white marks. This is based on its 20 years of experience in the production of both: own brands and those that these same industries manufacture for supermarket chains, products labeled by another name that want to resemble the market leader, but that force them to reduce costs Which affects the quality.
He puts as an example of "great fraud" the honey. Consumer associations know this from their studies. He, for his experience. And the authorities for their investigations. 30% of the honey sold in supermarkets is fraudulent, mixed with sugar, when it is not 100% false. The level of equipment and scientific knowledge that the Chinese impel to produce thousands of tons of honey is absolutely incredible. I had to visit a Chinese factory that exported honey and I swear that his laboratory was better equipped than the most advanced of the hospitals you can imagine. A terrifying sight.

Brusset is asked about the benefits theory when buying local products and his answer is that in developed countries the level of quality and safety of production is much better compared to that of emerging ones such as China, India and others. In Europe, manufacturers do not take too much risk because they can be fined and ruin their reputation. It does not compensate them against the profit margin, while in China, for example, they are prepared for the worst practices, as all examples show. Recall the case of infant milk to the touch of melanin, which transcended the entire world. Another reason is that local products need less chemistry for their preservation than those transported away and stored for long periods; In addition, they are more fresh and provide local work.
The journalist asks what the term recycling refers to in the jargon of the food industry to which it responds: "is the term used for the process of integrating defective productions into new items without losing costs. When there are not too high quantities of expired, rotten, insect-contaminated or poorly processed ... normally not discarded, recycled.

And repackaged? Simply change the label to a new one, something that is usually done to give new life to departed products. One more way to recycle more common than imaginable and desirable is at risk the health of the consumer, especially the most sensitive to allergic reactions.
Therefore, it is suggested to check the labels of the packaged to make sure what we eat and in case of doubt, better leave it on the shelves again.
There is a clear case that if I want to explain and that I live it every day. In my case, I must eat ham york and no one would believe what it costs me to find a ham that carries 90% ham. If we look at the labels, even if they are of important marks, their content of ham varies between 45 and 55%. Of course, depending on the brand may be something more, the maximum I've seen has been 75%. We are talking about a normal consumer product that the vast majority of consumers have in their refrigerators for their children and in the end, what are we giving them? Actually, I do not know. All I know is that to eat ham I see them and I want them and that is not fair. Someone must control this and the authorities should create more demanding regulations because we are talking about health and normal and popular products.

Why should a York ham carry soybeans, potatoes, among other things? To make it cheaper or for the commercial margin towards the production company and the intermediary to have more profit? At the expense of consumer health? I think we should reflect on it and the authorities more than anyone, because it's not just about getting something cheap, is that if you want something better, you do not have so many options on the big surfaces, places created to make our lives more comfortable at the time To buy, especially for those people who do not have the time to go to different stores.
Brusset and his examples of food scams

Ham York: the factory receives from the slaughterhouse plastic boxes filled with hams, quite small, that undergo "an accelerated session of bodybuilding: an intramuscular injection under pressure that contains polyphosphates, blood proteins and gellifiers; sugar; Glutamate, flavor and humid liquid; Sodium ascorbate and nitrite ". Each industrialist has his own cocktail that doubles the size of the product, then the bark and skin are removed, the ham is put in some molds for its cooking, a regular layer of fat is removed around it, and, voilà, we will have the Perfect cut ham, the homogeneous lynxes we buy packed in the supermarket, the quality ones. Those of pizzas, saint jacobos, etc ... undergo a much more polluting process, the so-called "mantequera".

Blue cheese: or cheese. Recipe: 5% cheese origin mixed with water, plenty of water, artificial cheese block (made from thermally extracted milk and artificially extracted), butter, dairy protein, cream, milk powder, trisodium phosphate, Sodium and citric acid. And ready to spread. If even the final product were too expensive, the producer can renounce the official denomination and, thus, we come to examples such as cantaloupe gratin without cantal or ravioli with gruyer without trace of gruyer.

Ceylon Tea: They had bought a large consignment of ecological tea from Ceylon at a very good price, which of course did not come from Ceylon, a fact no one should know. That was not the worst, but when they tested the bags, they found doses of thiabendazole, primetanil, carbendazim and other pesticides banned by the EU. ecological? The key, as it often happens, was in the smell of lemon: "aromas are normally produced through techniques that concentrate the pollutants used at the same time as the aromatic molecules, ie the natural extract drops will be at the same time crammed Of pesticides, fungicides and molecules of treatment of the culture of the lemon ".

Honey: Consumer associations have studied, and the authorities agree, that 30% of the honey sold in supermarkets is fraudulent: it is mixed with sugar when it is not 100% false.
Snails of Burgundy: Burgundy snails are bred in the vicinity of Chernobyl and passed by a "transformation" plant that is found in Turkey. "I smelled the factory long before I saw it," writes Brusset in the book.
In a concrete courtyard, mountains more than three meters high were piled up in empty shells, surrounded by various insects, and in the remnants of the intestine white writhing worms. When the sun calcinated the solid and putrid wastes washed them with caustic soda, filled them with the cooked snail and sent them to France, where they added a pinch of butter with parsley. With that final touch, the label became absolutely legal.

Chillies: What are these grains? "They are not grains, it's poop. We have 100 tons of chopped chili peppers that stored badly at the origin. Rats and mice put on their boots. In addition to several corpses, we have found hairs and poo everywhere.
In less than an hour I found a little-looking company that crunched the chillies along with all those rotten remains of rodent. "
The washing operation was not an isolated case, lots of spices from Turkey or Egypt containing bird excrement are frequently received; Or lots of pepper from China or India with poop from rodents, cigarette butts and various wastes which, once crushed, treated and diluted, fit perfectly into the regulations.

This is how the story is written. The incredible thing about all this is that being all aware of this type of practices are still allowed perhaps the second business are the pharmaceutical companies?


Montserrat A

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