proporcionan los alimentos vigilando siempre la forma de
prepararlos para no perderlos todos mediante el proceso pero nunca hablamos del
nutriente que es el Sol. El verdadero nutriente que no solo nos da vida a
nosotros sino a todo aquello que nos rodea y necesitamos para vivir.
La energía solar es la verdadera
fuente de la vida. Cuando una semilla despierta a la vida lo hace hacia abajo
(generando las raíces por donde tomará el agua y los nutrientes dela tierra) y
hacia arriba, buscando los rayos solares que la harán crecer y desarrollarse
plenamente, nutriéndola en la superficie.
Los rayos solares se transforman
dentro de la planta en clorofila, una de las sustancias más ricas (desde el
punto de vista nutritivo y medicinal) del reino vegetal. En las frutas y
vegetales, el sol queda contenido dentro de ellos como energía vital (prana),
que al ser ingeridos nos llena de esta energía. Las frutas y vegetales son
bombas de sol que nos llenan de energía vital, verdadero combustible de la
vida.
Rudolf Steiner (Fundador de la
Medicina Antroposófica) sostiene que las plantas son un reservorio de luz solar
y al consumirlas, aumentamos nuestra propia luz interior, favoreciendo
fundamentalmente al sistema nervioso.
Entender el organismo como un
todo es VER de un modo inseparable a la vida.. todos los seres vivos formamos
una gran masa de “vida”… y lo vivo se alimenta de lo vivo… y la luz de la luz.
Los alimentos vivos contienen la
energía de la luz solar que se ha almacenado en ellos, a la espera (como dice
el dr. Cousens) de ser liberados en los seres humanos felices que valoran los
dones de la madre naturaleza.
Por lo tanto, una de las formas
de recibir los beneficios de la energía solar es a través del consumo de
alimentos vivos y crudos (frutas y vegetales crudos, sin irradiación,
cultivados y recolectados de la forma más natural posible).
Otra forma de recibir el
incalculable tesoro que nos ofrece el sol es a través de los llamados “baños de
sol”… literalmente podemos tomar sol, así como bebemos agua… y nutrir y
regenerar nuestros cuerpos de una forma única.
Si observamos a cualquier animal
mirando con los ojos entrecerrados al sol, nos daremos cuenta de lo conectados que están con la vida.
El sol es vida y por tanto,
recomiendo que en los platos de comida que ingiramos se encuentren siempre esos
productos que han necesitado de los rayos del sol para crecer, porque nos
transmitirá esa energía cuando lo comamos.
Pero no solo nos aporta nutrientes utilizando como
mediador los alimentos, también al exponernos al sol, nuestra piel crea
vitamina D, que es fundamental para la absorción del calcio y del fósforo. Se
forma en la piel con la acción de los rayos ultravioleta en cantidad suficiente
para cubrir las necesidades diarias. Si tomamos el sol de vez en cuando, no
tendremos necesidad de buscarla en la dieta.
En países no soleados o en bebés a los que no se
les expone nunca al sol, el déficit de vitamina D puede producir
descalcificación de los huesos (osteoporosis), caries dentales graves o incluso
raquitismo. Las vitaminas deben ser aportadas a través de la alimentación,
puesto que el cuerpo humano no puede sintetizarlas.
Montserrat A
The sun and
nutrition
We talk about the myriad of nutrients that provide
us with food always watching how to prepare to avoid losing all through the
process but never talk about the nutrient that is the sun. The true nutrient
that not only gives life to us but to all that around us and we need to live.
Solar energy is the true source of life. When a
seed comes to life makes it down (generating the roots where it will take water
and nutrients dela land) and upward, seeking the sunlight that will grow and
develop fully, nourishing on the surface.
The sun's rays are transformed into the plant
chlorophyll, one of the richest substances (from the point of view nutritional
and medicinal) of the plant kingdom. In fruits and vegetables, the sun is
contained within them as vital energy (prana), which when ingested fills us
with this energy. Fruits and vegetables are sun pumps that fill us with vital
energy, real fuel of life.
Rudolf Steiner (founder of the anthroposophic
medicine) argues that plants are a reservoir of sunlight and consume them, we
increase our own inner light, mainly favoring the nervous system.
Understanding the organism as a whole is seeing
an inseparable to life .. all living beings formed a great mass of
"life" ... and live feeds on the living ... and the light from the
light mode.
Live foods contain energy from sunlight that
has been stored in them, waiting (like dr says. Cousens) being released into
the happy human beings who value the gifts of mother nature.
Therefore, one way to receive the benefits of
solar energy is through the consumption of raw and living foods (fruits and raw
vegetables, without irradiation, grown and harvested in the most natural way
possible).
Another way to receive the priceless treasure
that gives us the sun is through the so-called "sunbathing" ...
literally we can sunbathe and drink water ... and nourish and regenerate our
bodies in a unique way.
If you look at any animal with narrowed eyes
watching the sun, we realize how connected we are with life.
The sun is life and therefore recommend that
food dishes that ingiramos those products that have needed sunlight to grow
always are, because we transmit that energy when they eat.
But not only gives us nutrients using food as a
mediator, also to expose to the sun, our skin creates vitamin D, which is
essential for absorption of calcium and phosphorus. It is formed in the skin by
the action of ultraviolet radiation sufficient to meet the daily needs. If we
take the sun from time to time, we have no need to look in the diet.
In sunny countries or not babies who do not are
never exposed to sunlight, vitamin D deficiency can cause softening of the
bones (osteoporosis), severe tooth decay or rickets. Vitamins must be provided
through food, since the human body can not synthesize them.
Montserrat A
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