La megarexia es el lado opuesto
de la anorexia: las personas que la sufren se perciben a sí mismas como sanas y
delgadas cuando en realidad padecen obesidad.
Nutrición, Salud
La primera referencia que se
dispone de la megarexia es la del nutricionista Jaime Brugos en uno de sus
trabajos recogidos en su libro Dieta Isoproteica editado en 1992 y ampliado en
su libro Isodieta en 2009. Brugos, en 2005, fue elegido como miembro del Comité
Científico de la IFBB (International Federation of Body Building).
Este trastorno alimentario
todavía no ha sido recogido por la literatura científica, al contrario de lo
que sucede con la anorexia nerviosa, la bulimia o el trastorno por atracón, pero
ya empieza a diagnosticarse por parte de diversos facultativos.
Según los cálculos del propio
doctor Brugos, se estima que en España hay cinco millones de megaréxicos sin
diagnosticar, es decir, que por cada anoréxico podrían haber diez megaréxicos.
Para los megaréxicos, su
sobrepeso e incluso obesidad es sinónimo de fuerza y vitalidad, lo que conduce
a que renieguen de cualquier tipo de dieta hipocalórica. Tampoco realizan
ejercicio y sus hábitos acostumbran a ser poco saludables, lo que incluye la ingesta
excesiva de patatas fritas, bollería industrial, dulces, comida precocinada y
otros ejemplos de calorías vacías.
Los megaréxicos, pues, son
incapaces de valorar el alcance de su problema. En otros casos, sin embargo, se
niegan a aceptar su peso excesivo, fingiendo que no existe, lo que les conduce
a evitar los espejos y aparecer en fotografías. Esta dinámica de autonegación,
además, puede derivar en conductas hostiles hacia ellos mismos y los demás.
La epidemia de obesidad
Un estudio publicado recientemente
en la revista médica The Lancet afirma que la obesidad se ha multiplicado por
dos en los últimos treinta años, afectando a más de 500 millones de personas.
Estados Unidos es el país con más obesos del mundo: según las estadísticas, el
65% de los adultos tienen sobrepeso y una tercera parte de su población padece
obesidad.
Dados estos funestos datos, puede
que muchos megaréxicos, inconscientes de su condición, acaben convirtiéndose en
obesos. Una tendencia que, como sucede también con la anorexia, puede afectar a
los niños, sobre todo si tienen padres que consideran que estar gordito o
robusto es sinónimo de buena salud, ya sea por ignorancia o por creencia
personal. Con todo, con independencia de esta presión familiar, en ocasiones
son los propios niños los que ingieren
alimentos extra de manera compulsiva como una forma de compensación psicológica
y emocional. Este artículo ha sido revisado por Marta Carrasco endocrinóloga y
Patricia Arroyo nutricionista. Escrito por Sergio Parra
Cuando se cruzan con una persona
obesa lo primero que les viene a la cabeza es que se atiborra de comida. Lo
segundo suele ser que quizás tenga un problema de tiroides y las siguientes
teorías que se plantean son un posible problema en el metabolismo o herencia
familiar. Es probable que no estén lejos de la realidad esas teorías. Aun así,
una gran población no tiene conocimiento de que la obesidad pueda venir por un
problema mental: quizás sufran de megarexia.
Las personas que sufren de
megarexia, son personas generalmente muy obesas que se ven delgadas. Eso genera
que tengan unos hábitos de vida poco saludables, en contra de lo que su
organismo necesita, como sería comer fruta, verdura y practicar deporte, ellos
se atiborran a comida, normalmente muy calórica, como pueda ser el chocolate,
los frutos secos, las hamburguesas, la pizza y todos estos “deliciosos pecados”
que se deben evitar por regla general.
Una dieta llena de carbohidratos,
calorías vacías que no alimentan el cerebro. Poco a poco, se convierten en
personas obesas desnutridas, incluso anémicas. Sufren mareos y tensión baja,
debido a esta falta de nutrientes en el organismo,lo que les hace entrar en un
círculo vicioso, comen para sentirse mejor. Aun así, cuando alguien les intenta
hacer ver la realidad, pueden tener un momento de lucidez. Pueden llegar a
verse tal y como son, pero su cerebro no lo admite. El espejo no les muestra la
realidad, las fotografías por el contrario si hacen que se vean tal y como son.
Las personas con este problema se vuelven
hostiles, intransigentes, conflictivas y hasta mal educadas. Manifiestan un
odio hacia el mundo e incluso hacia ellas mismas.
Según el Doctor Jaime Brugos, la
anorexia y la megarexia se originan por tener desnutrido al cerebro. “Ambas
enfermedades distorsionan la realidad y la imagen que el individuo percibe de
sí mismo”.
Este problema todavía no ha
calado en la sociedad, por lo que dificulta bastante la lucha contra esta. Para
combatir esta enfermedad es necesario que el enfermo acepte que tiene un
problema, ya no solo de peso, si no un grave trastorno alimenticio y
psicológico. En esta lucha el entorno de la persona, juega un papel
fundamental. Deben hacerles ver la realidad de un modo dulce. Hay que tener
claro que son enfermos, no personas “dejadas” que comen sin más.
El entorno debe intentar que el
enfermo se ponga en manos de un especialista en trastornos alimenticios o como
mínimo de su médico de familia. Dependiendo de la reacción del enfermo, cabe la
posibilidad que sea dirigido a un especialista en psicología. Éste puede
ayudarle a comprender que tiene un problema y que puede combatirlo aceptándolo.
Una vez se acepte el problema no
es necesaria una medicación, con una buena alimentación, ejercicio y vida sana,
estas personas podrán perder la grasa acumulada, obteniendo un gran cambio
tanto en su físico como es su mente. Este cambio ayudará a que poco a poco se
vayan aceptando como son.
Este trastorno, de la misma
manera que la anorexia o la vigorexia, se puede superar con mucho trabajo y
constancia. Fuente: UAPPO Unidad de Apoyo psicológico a la persona obesa
Montserrat A
What is megarexia? A
growing new eating disorder
The megarexia is the opposite of anorexia side:
people who suffer perceive themselves as healthy and thin when actually obese.
Nutrition, Health
The first reference that you have the megarexia
is the nutritionist Jaime Brugos in one of his works collected in his book Diet
isoproteic published in 1992 and expanded in his book Brugos Isodieta in 2009.
In 2005, he was elected as a member of the Scientific Committee IFBB
(International Federation of Body Building).
This eating disorder has not yet been picked up
by the scientific literature, unlike what happens with anorexia nervosa,
bulimia or binge eating disorder, but is beginning to be diagnosed by several
doctors.
According to Dr. Brugos own calculations, it is
estimated that five million undiagnosed megaréxicos in Spain, that is, for
every anorexic could be ten megaréxicos.
Megaréxicos for their overweight or even
obesity is synonymous with strength and vitality, which leads to disown of any
hypocaloric diet. Nor do they exercise and habits tend to be unhealthy,
including excessive intake of chips, bakery products, sweets, precooked and
other examples of empty calories.
The megaréxicos therefore are unable to assess
the extent of your problem. In other cases, however, they refuse to accept
their excessive weight, pretending it does not exist, which leads them to avoid
mirrors and appear in photographs. This dynamic of denial also can lead to
hostile behavior towards themselves and others.
The obesity epidemic
A study recently published in the medical
journal The Lancet says obesity has doubled in the last thirty years, affecting
more than 500 million people. America is the most obese country in the world,
according to statistics, 65% of adults are overweight and a third of its
population is obese.
Given these dismal data, many megaréxicos,
unaware of their condition, you may end up becoming obese. A trend that, as
happens with anorexia, can affect children, especially if they have parents who
feel that being chubby or robust is synonymous with good health, either through
ignorance or personal beliefs. However, regardless of this family pressure,
sometimes the children themselves are the food they eat compulsively bonus as a
form of psychological and emotional compensation. This article has been
reviewed by Marta Carrasco endocrinologist and nutritionist Patricia Arroyo.
Written by Sergio Parra
When they meet with an obese person the first
thing that comes to mind is that food stuffs. The latter is usually that you
may have a thyroid problem and the following theories that arise are a
potential problem in metabolism or family inheritance. They are probably not
far from the reality these theories. Still, a large population is not aware
that obesity can come from a mental problem may suffer from megarexia.
People who suffer from megarexia, are usually
very obese people who are thin. That generates about having unhealthy lifestyle
habits, contrary to what your body needs, and would eat fruit, vegetables and
sport, they stuff themselves with food, usually very caloric, as may be
chocolate, nuts, burgers, pizza and all these "delicious sins" that
should be avoided as a rule.
A diet filled with carbs, empty calories that
do not nourish the brain. Gradually, they become malnourished obese people,
even anemic. Suffering from dizziness and low voltage due to the lack of
nutrients in the body, making them into a vicious circle, they eat to feel
better. Still, when someone tries to make them see reality, they may have a
moment of clarity. They may come to be seen as they are, but your brain does
not. The mirror shows them reality, however if pictures make them look as they
are.
People with this problem become hostile,
uncompromising, conflicting and even poorly educated. They express a hatred for
the world and even to themselves.
According to Dr. Jaime Brugos, anorexia and
megarexia arise from having starved the brain. "Both diseases distort
reality and the image that the individual perceives himself".
This problem has not yet permeated society,
making it difficult enough to fight this. To combat this disease is that the
patient must accept that you have a problem, and not only weight, but a serious
nutritional and psychological disorder. In this struggle the person's
environment plays a fundamental role. They must make them see the reality of a
sweet way. It should be clear that they are sick, not people "left"
who eat no more.
The environment should try to become ill in the
hands of a specialist in eating disorders or at least your family doctor.
Depending on the patient's reaction, it is possible to be directed to a
specialist in psychology. This can help you understand you have a problem and
can combat accepting.
Once the problem is accepted medication is
needed, with a good diet, exercise and healthy living, these people may lose
stored fat, resulting in a great change in their physical as his mind. This
change will help gradually will accept as they are.
This disorder, just as anorexia or vigorexia,
can be overcome with hard work and perseverance. Source: UAPPO
Psychological Support Unit obese person
Montserrat A
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