excepcional. Malalai Joya es una activista contemporánea que lucha
por los derechos de la mujer en Afganistán; por muchos odiada y por otros
amada. Pero sus discursos duros, directos, hablando y no dando, según opiniones,
soluciones hace que, en algunas ocasiones se la critique de demagoga, o de
discursos “cansinos y repetitivos”. En cualquier caso, os dejo su biografía y
algunos fragmentos de conversaciones, declaraciones y entrevistas hechas por
profesionales.
Nació el 25 de abril de 1978. Malalai
Joya ha pasado media vida en campos de refugiados, primero en Irán, luego en
Pakistán. Su padre, estudiante de medicina, tuvo que exiliarse durante la
invasión soviética. La retirada de los rusos, en 1989, dio paso a seis años de
una guerra civil en la que los señores de la guerra acabaron de reducir el país
a escombros y dejaron expedita la entrada al terror talibán.
Mientras tanto, Joya se dedicaba
a alfabetizar a sus compatriotas en Pakistán. En 1998, ya con los integristas
en el poder, regresó a su país con una organización de apoyo a la mujer y
siguió dando clases, esta vez clandestinas, escondiendo los libros bajo el
burka. Para 2001, cuando las tropas estadounidenses derriban el régimen
talibán, Malalai era ya una respetada dirigente comunitaria. Eso explica que,
dos años más tarde, la encontráramos como representante electa en la Loya
Jirga. Y que en 2005, con 27 años, se convirtiera en la diputada más joven del
recién estrenado Parlamento. El día de la apertura de las sesiones ofreció sus
condolencias al pueblo afgano por la presencia de “señores de la guerra, jefes
de la droga y criminales” en los escaños. En mayo de 2007 fue suspendida de su
cargo por comparar la Cámara con un zoológico ; fue acusada de haber insultado
a los colegas representantes en una entrevista de televisión. Su suspensión, la
cual ha sido actualmente apelada, ha generado una protesta internacional y
llamamientos para su reincorporación firmados por escritores de gran prestigio,
intelectuales como Naomi Klein y Noam Chomsky,
políticos, incluyendo miembros del Parlamento de Canadá, Alemania, Reino
Unido, Italia y España.
Joya ha sido comparada con el
símbolo del movimiento de la democracia de Burma, Aung San Suu Kyi. Ella fue
elegida para dirigirse al Parlamento Europeo en mayo de 2008. En 2008, Joya ha
comenzado a escribir unas memorias con el escritor canadiense Derrick O'.
Hoy, a punto de cumplir 32 años,
Malalai es una mujer atractiva que viaja con frecuencia y ha escrito dos
libros. Su discurso se ha radicalizado y ha extendido su batalla contra “la
ocupación internacional”. “Estamos entre dos enemigos”, suele decir. “Los
talibanes y señores de la guerra por un lado, y las fuerzas de la OTAN y
Estados Unidos por otro.”
Algunos fragmentos sacados de varias declaraciones y entrevistas:
“…Esgrime verdades
incuestionables. Es cierto que Hamid Karzai, la gran esperanza de Occidente, ha
tejido alianzas con brutales señores de la guerra y fundamentalistas para
mantenerse en el poder. Que los afganos están hartos de la corrupción de sus
políticos y de los bombardeos de la OTAN, con un alto coste para los civiles.
Que las enormes inversiones no se han traducido en una mejora de las
condiciones de vida. Que en un país gobernado por las armas y el dinero de la
droga no se puede esperar un voto limpio, como quedó demostrado en las
recientes elecciones presidenciales. Es cierto, también, que son los afganos
quienes deben asumir la responsabilidad de construir la democracia y sacar a su
país adelante”.
En los últimos tiempos, sin
embargo, algo empieza a chirriar en su discurso. Quizá la sobrecarga de
eslóganes. Tal vez las pinceladas de demagogia. Sus diatribas contra Estados
Unidos acarician los oídos de las organizaciones de la izquierda occidental. Es
“la mujer más valiente de Afganistán”, titulan, con una falta de originalidad
pasmosa, decenas de reportajes. Tiene una agenda cargada de conferencias ante
audiencias devotas, ha sido propuesta para el Nobel y Noam Chomsky se ha
convertido en su principal valedor.
Sin duda Joya se juega la vida.
Ha sufrido, cuenta, cinco intentos de atentado desde 2003. Pero esa insistencia
en el martirio empieza a tener algo de mesiánico (“Si tengo que morir, dejad
que mi sangre sea el faro para la emancipación, y mis palabras un paradigma
revolucionario para las generaciones futuras”, ha dicho).
“…Cuando los liderazgos naturales
son absorbidos por la procelosa maquinaria de la propaganda, corren el riesgo
de perder su espontaneidad. Algunas de sus compañeras en Afganistán creen que
Malalai Joya habla hacia el extranjero, con una retórica que para muchos
afganos resulta ajena.
La ligereza, por ejemplo, con la
que mete en el mismo saco a señores de la guerra, narcotraficantes y
muyahidines hiere la memoria de los combatientes muertos. Y las
descalificaciones sin paliativos dañan la solidez de su discurso. La situación
de la mujer, en efecto, sigue siendo pavorosa, sobre todo en las regiones más
apartadas, y el burka ahora sirve para protegerse de la criminalidad rampante,
pero ¿están realmente las afganas peor que con los talibanes? La Constitución
aprobada en 2004 garantiza la igualdad de hombres y mujeres ante la ley. La
escolarización de las niñas (prohibida por los integristas a partir de los
ochos años) progresa, aunque sea lentamente. En el Parlamento 68 de los 249
escaños están ocupados por mujeres.
Quizá lo que más se le recrimina
a Joya es la ausencia de propuestas. No sirve la presencia internacional, ni
las elecciones, ni el diálogo con los talibanes. “Los ocupantes deben salir de
Afganistán. Entonces nosotros sabremos qué hacer con nuestro destino”, asegura
la activista.
Hace apenas diez años Afganistán
se había convertido, merced a su aislamiento, en el feudo de Al Qaeda. Lo que
hoy está en juego no es sólo el futuro del país sino la seguridad regional (no
olvidemos Pakistán) e internacional. Cabe preguntarse si las pretensiones de
Joya (sustituir a la OTAN por “grupos de derechos humanos, feministas,
intelectuales y organizaciones anti-guerra” y realizar “una campaña de
desarme”) están a la altura del desafío.
Afganistán es una realidad
sangrante y un debate abierto. Sería una lástima que los diagnósticos certeros
de Malalai Joya se diluyan en frases huecas. Y que esta mujer valiente, aguijón
inquieto, acabe devorada por el personaje impostado de su propio mito…” Fuente:
letras libres . com
“…Las opiniones de Joya son
tajantes: “En Afganistán no hay democracia, es una farsa. Mientras en el
Parlamento haya representantes de la Alianza del Norte (mujaidines), aliados de
EE.UU. en la guerra contra el terrorismo, pero completamente antidemócratas, en
Afganistán no habrá derechos para las mujeres. Son violentos y elementales,
peores que los talibán, igual de extremistas, completamente misóginos, y les da
miedo el secularismo porque con él no podrían cometer crímenes contra nosotras
en nombre del Islam” (www.elpais.com, 1/7/07).
“…Malalai Joya tiene un serio
problema: la quieren matar. Esta mujer menuda, de 35 años, casada, sin hijos,
diputada sin escaño y que vive en la clandestinidad, es uno de los símbolos de
la lucha de la mujer afgana contra una estructura mental, política y social
machista y violenta que las condena a una vida de invisibles. Cambia
constantemente de casa de apoyo protegida por un grupo de guardaespaldas y
fieles ayudantes. "Me han intentado matar cinco veces y sé que lo
intentarán de nuevo y es posible que un día lo logren pero no pienso renunciar
ni marcharme al extranjero. Mi lucha está aquí".
Cuando pisa la calle deja atrás a
sus guardaespaldas que más que protegerla atraerían las miradas y se esconde
bajo una burka, que en su caso es vida. Viaja mucho por el extranjero para
denunciar la situación de la mujer en su país y la presencia de las
"tropas de ocupación".
IPS: Usted se ha convertido en
una figura de los derechos de las mujeres en Afganistán. ¿Hay otras que se
arriesguen tanto como usted pero de las que no nos enteramos?
MJ: Incluso más que yo. Sólo cuando son asesinadas,
el mundo se entera a través de los periodistas democráticos. Como dije de Sitara
Achakzai (integrante del concejo provincial en Kandahar, asesinada en abril),
no fue la primera ni será la última.
Antes de Sitara Achakzai, Safia Amajan fue
asesinada en Kandahar (en 2006, maestra y funcionaria pública de 63 años). En
la misma provincia, Malalai Kakar (oficial de policía) fue asesinada.
En la provincia de Herat, Nadia Anjaman, una gran
poeta y activista, fue también ultimada (con 25 años en 2005). En Parwan, Zakia
Zaki, una joven periodista de radio que tenía muchos partidarios, personas que
la amaban, fue asesinada en su casa (en 2007).
IPS: ¿Estos asesinatos indican
que hay un temor de que las mujeres en Afganistán eleven su voz? ¿El Talibán y
otros tienen miedo de mujeres como usted?
MJ: Por supuesto que tienen medio. Es por eso que
están contra el papel de las mujeres, que son la mitad de la población del
país. Es por eso que digo que la sociedad es como un ave, con un ala masculina
y otra femenina. Cuando un ala está herida, ¿puede el ave volar?
Para la sociedad también es imposible. Es por eso
que quieren que la mitad de la población esté siempre en tinieblas, que no
tenga educación, que no desempeñe ningún papel y que sólo esté en la casa y
tenga bebés. Las mujeres para ellos son como máquinas. No nos ven como humanos.
Cada año, el 8 de marzo se celebra el Día
Internacional de la Mujer con mucha esperanza y felicidad. Pero en mi país,
este año tres mujeres se inmolaron con fuego ese día. Y eso no es nada. Decenas
de mujeres todos los meses se suicidan.
Hace 13 años, el comandante fascista Gulbuddin
Hekmatyar lanzó ácido en la cara de mujeres y adolescentes que reclamaban
empleo y educación. Esos mismos crímenes están ocurriendo ahora, bajo el nombre
de la democracia. Fuentes:Malalaijoya.com;
Wikipedia y letras libres.
Montserrat A
OUTSTANDING WOMEN: AFGHAN ACTIVIST MALALAI JOYA
This is a new post including an
exceptional woman. Malalai Joya is a contemporary activist fighting for the
rights of women in Afghanistan; He hated by many and loved by others. But his
hard, direct speeches, talking and not giving, according to opinions, makes
solutions, sometimes demagogic be criticized for, or "weary and
repetitive" speeches. In any case, I leave his biography and some
fragments of conversations, interviews and statements made by professionals.
He was born on April 25, 1978.
Malalai Joya has spent half his life in refugee camps, first to Iran, then in
Pakistan. His father, a medical student, was exiled during the Soviet invasion.
The withdrawal of the Russians in 1989, led to six years of civil war in which
the warlords eventually reduce the country to rubble and left expeditious entry
into Taliban terror.
Meanwhile, Joya was dedicated to
literate compatriots in Pakistan. In 1998, and with the fundamentalists in
power, he returned to his country with a support organization for women and
continued teaching, this time underground, hiding under the burka books. By
2001, when US troops topple the Taliban regime, Malalai was already a respected
community leader. This explains why, two years later, the encontráramos as
elected representative in the Loya Jirga. And in 2005, at 27, he became the
youngest deputy of the brand new parliament. The opening day of the sessions
offered his condolences to the Afghan people for the presence of "warlords,
drug lords and criminals" in the seats. In May 2007 he was suspended from
office by comparing the camera with a zoo; He was accused of having insulted
the fellow representatives in a television interview. His suspension, which has
now been appealed, has generated an international outcry and calls for their
reinstatement signed by prestigious writers, intellectuals like Noam Chomsky
and Naomi Klein, politicians, including members of the Parliament of Canada,
Germany, UK, Italy and Spain.
Joya has been compared with the
symbol of the democracy movement in Burma, Aung San Suu Kyi. She was chosen to
address the European Parliament in May 2008. In 2008, Joya has begun writing a
memoir with Canadian writer Derrick O '.
Today, about to turn 32, Malalai
is an attractive woman who travels frequently and has written two books. His
speech was radicalized and extended its battle against "international
occupation". "We are between two enemies," they say. "The
Taliban and warlords on the one hand, and the forces of NATO and the United
States on the other."
Some fragments taken from various statements and interviews:
"... It wields
unquestionable truths. It is true that Hamid Karzai, the great hope of the
West, has woven alliances with brutal warlords and fundamentalists to remain in
power. Afghans are fed up with the corruption of their politicians and the NATO
bombing, at great cost to civilians. That huge investments have not translated
into improved living conditions. In a country ruled by guns and drug money
country you can not expect a clean vote, as demonstrated in the recent
presidential elections. It is true, too, that are Afghans who must take
responsibility for building democracy and take their country forward. "
In recent times, however,
something starts to squeak in his speech. Perhaps it overload slogans. Perhaps
the brushstrokes of demagoguery. His diatribes against the United States caress
the ears of the organizations of the Western left. It is "the bravest
woman in Afghanistan", titled, with a staggering lack of originality,
dozens of reports. Has an agenda full of conferences devoted to hearings, has
been proposed for the Nobel and Noam Chomsky has become its main backer.
Surely life is played Joya. He
has suffered, has five attempted attacks since 2003. But this insistence on
martyrdom begins to have some messianic ("If I must die, let my blood be
the beacon for emancipation and my words a revolutionary paradigm for future
generations, "he said).
"... When natural leadership
are absorbed by the stormy machinery of propaganda, they run the risk of losing
its spontaneity. Some of her colleagues in Afghanistan believe that Malalai
Joya speaks to foreign countries, with a rhetoric that is alien to many
Afghans.
The lightness, for example, which
gets into the same bag warlords, drug traffickers and mujahideen wounded memory
of the dead fighters. And disqualifications unmitigated damage the strength of
his speech. The situation of women, in fact, still fearful, especially in
remote regions, and the burka now serves to protect themselves from rampant
crime, but are they really worse than the Afghan Taliban? The Constitution
adopted in 2004 guarantees equality of men and women before the law. The
enrollment of girls (prohibited by the fundamentalists from the eight years) is
progressing, albeit slowly. In 68 of the 249 parliament seats they are held by
women.
Perhaps what is most berates Joya
is the absence of proposals. It serves international presence, nor elections,
nor dialogue with the Taliban. "The occupiers must leave Afghanistan. Then
we will know what to do with our destiny, "said the activist.
Just ten years ago Afghanistan
had become, thanks to their isolation, the stronghold of Al Qaeda. What is at
stake today is not only the future of the country but regional security
(remember Pakistan) and international. One wonders whether the claims of Joya
(replace NATO by "human rights groups, feminists, intellectuals and
anti-war organizations" and make a "disarmament campaign") are
up to the challenge.
Afghanistan is a bloody reality
and open debate. It would be a pity that the accurate diagnosis of Malalai Joya
is diluted in empty phrases. And this brave woman, restless sting, fascia
finished devoured by the character of his own myth ... "Source: Free
letters. com
"... The views are sharp
Joya:" In Afghanistan there is no democracy, it is a farce. While
Parliament has representatives of the Northern Alliance (mujahideen), US allies
in the war against terrorism, but completely antidemocratic, in Afghanistan
there will be no rights for women. They are violent and elementary, worse than
the Taliban, just as extremist, completely misogynistic, and secularism are
afraid because he could not commit crimes against us in the name of Islam
"(www.elpais.com, 1/7/07) .
"... Malalai Joya has a
serious problem: they want to kill. This small woman, 35 years old, married, no
children, no seat deputy who lives in hiding, is a symbol of the struggle of
Afghan women against a mindset, political and social sexist and violent than
the sentence a life invisible. Constantly changing support house protected by a
group of bodyguards and aides faithful. "I have tried to kill five times
and I know they will try again and may one day achieve but I will not give up
or go abroad. My fight is here."
When you depress the street
leaves behind his bodyguards to protect attract more eyes and hides under a
burka, which in your case is life. Travels much abroad to denounce the
situation of women in his country and the presence of the "occupation troops".
Q: You've become a figure of the
rights of women in Afghanistan. Are there other take risks as much as you but
which we did not know?
MJ: Even more than me. Only when
they are killed, the whole world through democratic journalists. As I said
Sitara Achakzai (member of the provincial council in Kandahar, killed in
April), was not the first nor the last.
Before Sitara Achakzai, Safia
Amajan was killed in Kandahar (in 2006, teacher and public servant of 63
years). In the same province, Malalai Kakar (police officer) was killed.
In Herat province, Nadia Anjaman,
a great poet and activist, was also finalized (with 25 years in 2005). In
Parwan, Zakia Zaki, a young radio journalist who had many supporters, people
who loved her, was murdered in her house (in 2007).
IPS: Are these murders indicate a
fear that women in Afghanistan raise your voice? The Taliban and others are
afraid of women like you?
MJ: Of course I have half. That
is why they are against the role of women, who represent half of the
population. That's why I say that society is like a bird, a male and a female
wing. When a wing is injured, can the bird fly?
For society it is also
impossible. That's why they want half the population is always in darkness, you
do not have education, which plays no role and which is only at home and have
babies. Women for they are like machines. We do not see them as humans.
Every year on March 8
International Women's Day is celebrated with much hope and happiness. But in my
country, this year three women blew themselves up with fire that day. And
that's nothing. Dozens of women commit suicide every month.
13 years ago, the fascist
commander Gulbuddin Hekmatyar threw acid in the face of women and adolescents
who demanded employment and education. Those same crimes are occurring under
the name of democracy. Sources:
Malalaijoya.com; Wikipedia and free letters.
Montserrat A
No hay comentarios:
Publicar un comentario