Ayer tuvimos la primera toma de
contacto con este tema tan importante e interesante, a veces difícil de
entender. Pero hoy vamos a por la segunda parte, que no por ello no es buena.
Un catarro, una gripe, son crisis
de desintoxicación en las que todos los
síntomas nos indican que nuestro cuerpo está eliminando sustancias nocivas para él: la mucosidad nasal. La tos
indica el esfuerzo de nuestro organismo
para eliminar sustancias ajenas al aparato respiratorio. Por ello, si no es un
caso grave, hay que dejar que el propio cuerpo se defienda para que elimine por
si mismo las toxinas que lo invaden.
El ayuno en sí no cura nada. Con
el ayuno ponemos al cuerpo en reposo para que dirija el máximo de energía
posible hacia la eliminación de toxinas y curación de la enfermedad. Las
personas que no quieren ayunar también pueden ayudar a su cuerpo realizando una
dieta a base de frutas y verduras crudas o zumo de frutas y hortalizas crudas.
Una persona que acostumbra a comer de todo puede conceder un gran reposo
digestivo a su cuerpo con una dieta de
este tipo.
Se debe reiniciar la alimentación
de una forma progresiva tomando en primer lugar zumos de fruta uno o dos días,
a continuación grutas frescas y ensaladas de hortalizas crudas uno o dos días,
para pasar ya a introducir los alimentos cocidos que, al menos durante una temporadita,
deberían ser lo más sencillos y menos mezclados posible para ayudar al
organismo a recuperar la energía que ha gastado en el proceso de
desintoxicación.
En la digestión y asimilación de
los alimentos consumimos mucha energía, ya que en ella trabajan cada una de las
células del organismo. Una dieta basada en alimentos vivos, como frutas y
verduras, libre de sustancias tóxicas, es una dieta de fácil digestión que
aporta mucha energía vital al organismo.
Esta energía que se ahorra por la
fácil digestión, más la energía aportada con los nutrientes se utiliza en la
eliminación de sustancias nocivas acumuladas en nuestro cuerpo. A esto hay que
añadir la energía ahorrada en el reposo físico, sensorial, mental y emocional.
Una dieta basada en alimentos
vivos (frutas y verduras principalmente crudas) con unas comidas sencillas y
sin mezclar muchos alimentos diferentes constituye
una dieta de desintoxicación.
El alimento crudo nos aporta
muchos elementos vivos como vitaminas, sales minerales, enzimas, o clorofila,
entre otros, que son los primeros que se alterarán por la cocción, almacenamiento,
congelación o manipulación industrial.
La primera parte de la digestión
de los alimentos se lleva a cabo en el estómago y los intestinos, donde los
jugos digestivos se adecuan en cada momento a cada clase de comida.
Si mezclamos muchos tipos de alimentos en una misma
comida, los jugos gástricos no podrán adaptarse a su composición. Por eso una
alimentación sencilla y con predominancia de alimentos crudos será la más
adecuada para una dieta de desintoxicación.
El régimen asociado
Consiste básicamente en lo
siguiente:
Desayuno: Medio kilo de fruta de la temporada aproximadamente.
Después de las horas de ayuno
nocturno conviene una comida de fácil digestión. No es recomendable mezclar
frutas ácidas con dulces. Es preferible comer un solo tipo de fruta e ir
variando a lo largo de los días.
Comida: Una buena ensalada con varias hortalizas crudas a la que no
se debe añadir sal ni vinagre, únicamente aceite de buena calidad.
Un segundo plato de verduras semi
cocidas y alimentos ricos en hidratos de carbono o almidones, como patatas,
boniatos, castañas o cereales. Consumir sólo un tipo de almidón cada día bien
cocido, sin utilizar condimentos ni fritos, con aceite crudo es suficiente y ocasionalmente un trozo de buena
mantequilla cruda también .
Para la digestión de los hidratos
de carbono es preciso que el jugo gástrico sea alcalino con muy poco contenido
en ácido clorhídrico, por lo que sería preferible eliminar de la ensalada los
tomates y el limón por su acidez.
Cena: Hay dos posibilidades.
1.- ensalada a la que se puede
añadir tomate con verdura semi cocida sin patata ni otro hidrato de carbono. Y un
puñadito de frutos secos (almendras, avellanas o nueces) o bien un
derivado de la leche.
2.- Fruta fresca de la temporada
( mejor dulce si hemos ácido en el desayuno.) con fruta desecada dulce ( pasas,
higos, dátiles …) y un derivado lácteo. Es mejor que los adultos no consuman
leche al natural, pues su aparato digestivo tiene dificultades para digerirla
correctamente.
De vez en cuando se pueden tomar
unas manzanas asadas o en compota sin azúcar. Se puede intercambiar la comida
con la cena, siendo conveniente que ésta se realice temprano. Este régimen es adecuada
para seguirlo durante todo el tiempo que se desee, por ser una dieta
equilibrada y completa, sin embargo pude haber personas que lo encuentran
demasiado severo. En este caso pueden añadir otros alimentos, siendo preferible
incorporar a mediodía una proteína grasa como los frutos secos, queso graso o
huevos, y a la noche, en las cenas a base de verduras, algún huevo pasado por
agua o tortillas de verduras. Fuente: integral
Las compatibilidades de los
alimentos no son lo más importantes dentro de la alimentación higienista, pero
mencionamos a continuación algunas de las reglas que más conviene tener en
cuenta, sobre todo cuando se lleva a cabo una dieta de desintoxicación.
·
No comer con hambre
·
No comer cuando se está enfermo
·
No comer entre las comidas
·
Comer de forma moderada
·
Masticar y ensalivar bien los alimentos
·
No condimentar los alimentos con sal, especias,
aceite frito…
·
No comer con prisas o cuando hay angustia,
ansiedad, miedo,…
·
No se debe comer inmediatamente antes o después
de un gran esfuerzo físico o psíquico.
Los beneficios se verán no de
forma inmediata, hay que tener paciencia y dar el tiempo adecuado para que el
cuerpo y la alimentación haga su efecto.
Montserrat A
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