En siglos pasados concurrían una
serie de factores que influían negativamente en la salud: poca higiene, falta
de alcantarillado y agua potable, ciudades con poco sol y calles húmedas,
alimentación pobre y desequilibrada,
sobre explotación de los seres humanos y de la mujer en especial, técnicas
terapéuticas insalubres, entre otras.
En la actualidad las
circunstancias son distintas, pero los errores, lejos de desaparecer, se han
transformado en otros: alimentación excesiva e inadecuada, saturada de productos
químicos, contaminación a todos los niveles, venenos legales (café, alcohol,
tabaco) vida sedentaria, intoxicación medicamentosa. Ante el desequilibrio que
impera en el mundo, la comida y la bebida compensan la falta de placer en otras
áreas de la existencia. Las enfermedades nerviosas-en realidad enfermedades
sociales- se multiplican y la medicina se convierte en colaboradora.
El protocolo médico se dedica a
poner parches –en el buen sentido de la palabra- “combate la enfermedad”: la
reprime para que nos olvidemos de que es un grito lanzado por nuestro
organismo. Esto da lugar a otras enfermedades: ante las cuales la clase médica
se encuentra impotente, pues en ellas no vale tratar los síntomas sino las causas.
La inmensa variedad de
enfermedades que conocemos tienen una causa en común: el aumento de la cantidad
de toxinas en sangre y tejidos por encima de un nivel de tolerancia. Cuando la
situación en el organismo se hace
intolerable para la continuidad de la vida, es cuando el instinto de
conservación provoca la evacuación urgente de toxinas, a lo que llamamos
enfermedad. Cuando el organismo está en buenas condiciones, la vida se expresa
con sensaciones de bienestar y buena lucidez.
El verdadero enemigo del ser
humano es todo aquello que eleva la cantidad de toxinas en el cuerpo hasta
niveles intolerables para que persista el buen funcionamiento del cuerpo.
Cuando la situación orgánica es
intolerable , regido por la voluntad interna o inconsciente, el cuerpo va a
robar la energía a otros niveles donde no es tan imprescindible.
La consecuencia de este robo de
energía, se refleja en la sensación de fatiga, la debilidad muscular, los
mareos, la vista cansada o nublada, los pitidos en los oídos.
Una expresión del aumento de la
función de eliminación son el aumento de las pulsaciones y la fiebre. Ante la necesidad de aumentar la función de eliminación, lo hace a través de los
órganos excretores, aumentando su funcionamiento, erupciones en la piel…
Existe un conjunto de causas de
origen externo que aumentan los niveles de toxemia en el organismo:
·
Las diversas contaminaciones: del aire, agua y
comida.
·
Productos no específicos a las necesidades
humanos, que son portadores de venenos, como tabaco, alcohol, café etc…
·
Alimentos tolerados por el organismo (carnes,
pescados, chocolate..)
·
Las frutas, legumbres, algunos lácteos … tomados
en malas asociaciones alimentarias, como fuente de putrefacciones intestinales
tóxicas.
·
Si la fuente de toxinas de origen externo es
permanente y exagerada, supone esto una sobrecarga de la función de
eliminación.
Por otro lado están las causas de
origen interno, que son todo tipo de derroches energéticos a los distintos
niveles de funcionamiento de la máquina humana
·
Sensorial: luces intensas, ruidos, exceso de
horas ante pantallas electrónicas..
·
Muscular: excesivo ejercicio en proporción con
el reposo.
·
Emocional: Sentimientos permanentes y exagerados
de mido, cólera, envidia, odio, disimulo, crueldad, tristeza…
Cuando se cae enfermo, desde un
punto de vista higienista, lo más recomendable es la “paz terapéutica”.
Lo más indicado es colaborar
dejándole a su disposición el máximo de energías para su tarea de limpieza.
Por eso hay que tomar conciencia
de que dicha labor no debería añadir más toxicidad a la que precisamente el
cuerpo está procurando eliminar.
Toda intervención exterior no
hará más que contrariar los esfuerzos del cuerpo y retrasar la llegada a la
salud; lo que podrá lograrse con los tratamientos, es hacer desaparecer los
síntomas.
La energía vital es el motor de
todas las funciones de nuestro cuerpo. En condiciones normales nuestro cuerpo
puede renovarse constantemente gracias a las aportaciones de sol, el aire, la
tierra, el agua y los alimentos.
A partir de ellos tiene lugar, el
crecimiento de nuestro organismo. No hay que olvidar tampoco la importancia de
una actitud mental positiva, así como del amor y la comunicación con los que
nos rodean, pues son también alimentos indispensables para nuestro correcto
desarrollo.
Cuando una persona exige a sus
sistemas nutritivos, de relación y de eliminación lo que cada uno puede dar
podrán trabajar en “equipo” repartiéndose equitativamente la energía vital.
Supongamos que una persona
trabaja en exceso, tiene muchas preocupaciones o realiza de forma continuada un
esfuerzo físico excesivo. Hasta un cierto punto su energía vital podrá asumir
este gasto extra y continuará cumpliendo
con las otras dos funciones, pero una vez alcanzado cierto nivel ya no
podrá y deberá retirar parte de la energía de los sistemas nutritivos y de
eliminación.
Esta persona tendrá, por ejemplo,
los pies fríos y estreñimiento, porque no se estarán cumpliendo correctamente
sus funciones circulatorias, digestiva y eliminatoria. Una persona que come en
exceso alimentos de origen animal deberá gastar mucha energía vital para
digerir y eliminar sustancias tóxicas. Tal vez se dé cuenta de que se fatiga
con facilidad, de que no se concentra bien, etc…, la energía se habrá retirado
de su sistema de relación.
Cuando la intoxicación es
excesiva puede darse el caso de que el cuerpo decida realizar una especie de
“limpieza general”. De repente la persona pierde el apetito, se encuentra muy
fatigada, tiene mucho sueño, siente frío, tose, su cuerpo le pide ir a la cama
y descansar. Su energía se ha retirado de los sistemas de nutrición y relación
y se ha derivado hacia los órganos de eliminación.
Función de nutrición: En ella se incluyen la digestión, asimilación
y posterior utilización de los alimentos, la respiración, la circulación, etc…
Estas funciones tienen lugar sin que intervenga nuestra voluntad consciente y
vienen a ser las encargadas del mantenimiento de nuestro cuerpo.
Función de relación: Es la que nos permite ponernos en contacto con
el mundo exterior y está gobernada por nuestra voluntad consciente. Siempre que
nos movemos, nos comunicamos, realizamos trabajo intelectual, manual o físico,
estamos derivando gran parte de la energía vital hacia la función de relación.
Función de eliminación: Esta actividad de nuestros organismos es
fundamental para el mantenimiento de una buena salud, ya que es inevitable que
el cuerpo acumule una cantidad mínima de tóxicos derivados de los propios
alimentos que deben ser eliminados. Fuente: Integral
Montserrat A
NO TOXINS IN MY
BODY : Hygienism part 1
In past centuries concurred a series of factors
that adversely affected the health: poor hygiene, lack of sewer and water,
cities with little sunshine and wet streets, poor feeding and unbalanced,
over-exploitation of human beings and especially women , unhealthy therapeutic
techniques, among others.
Today the circumstances are different, but
mistakes, far from disappearing, have become other: excessive and inappropriate
diet, saturated chemicals, pollution at all levels, legal poisons (coffee,
alcohol, snuff) sedentary lifestyle, drug intoxication. Given the imbalance
that prevails in the world, food and drink compensate for the lack of pleasure
in other areas of life. Nerve-in reality social-diseases diseases multiply and
medicine becomes collaborator.
The medical protocol is dedicated to patching
in the good sense of the word "combat the disease": the repressed for
us to forget that it is a cry uttered by the body. This leads to other
diseases: to which the medical establishment is powerless, because in them is
not worth treating the symptoms but the causes.
The immense variety of known diseases have a
common cause: increasing the amount of toxins in the blood and tissues above a
tolerance level. When the situation in the body becomes intolerable for the
continuity of life, it is when self-preservation leads the urgent evacuation of
toxins, which we call disease. When the body is in good condition, life is
expressed with feelings of well being and good clarity.
The real enemy of the human being is anything
that increases the amount of toxins in the body to intolerable levels to
persist the proper functioning of the body.
When organic situation is intolerable, governed
by internal or unconscious will, the body will steal energy at other levels
where it is not so essential.
The consequence of this power theft is
reflected in feelings of fatigue, muscle weakness, dizziness, tired or blurred
vision, ringing in the ears.
An expression of increased removal function are
increased heart rate and fever. Given the need to increase the delete function,
it does so through the excretory organs, increasing their performance, rash ...
There is a set of causes of external origin
toxemia levels rise in the body:
• The various pollution: air, water and food.
• not specific to the human needs, which are
carriers of poisons such as snuff, alcohol, coffee etc ... Products
• Food tolerated by the body (meat, fish,
chocolate ..)
• Fruits, vegetables, some dairy ... bad food
associations taken as a source of toxic intestinal putrefaction.
• If the source of toxins of external origin is
permanent and exaggerated, does this overload the delete function.
Then there are the causes of domestic origin,
which are all kinds of energy wastage at various levels of functioning of the
human machine
• Sensory: bright lights, noise, excessive
hours before electronic screens ..
• Muscular: Excessive exercise in proportion to
the rest.
• Emotional: Feelings of permanent and
exaggerated measure, anger, envy, hatred, dissimulation, cruelty, sadness ...
When you fall ill, from a hygienist view, it is
best "therapeutic peace."
It is best to cooperate leaving maximum
available energies for your cleaning task.
So you have to realize that this work should
not add to toxicity precisely the body is trying to eliminate.
Any outside intervention will only counteract
the efforts of the body and delay the arrival to health; what can be achieved
with treatments, it is to eliminate the symptoms.
The vital energy is the engine of all the
functions of our body. Normally our body can be constantly renewed thanks to
the contributions of sun, air, land, water and food.
From these occurs, the growth of our body. Nor
should we forget the importance of a positive mental attitude and love and
communication with those around us, as foods are also indispensable for our
proper development.
When a person requires its nutritional systems,
relational and removal so everyone can be able to work in "team"
dividing equally vital energy.
Suppose a person overworked, many concerns have
done continuously or physical exertion. To some extent his life energy may take
on this extra expense and will continue to comply with the other two functions,
but once I reached a certain level and can not and should remove some of the energy
of the nutritional and disposal systems.
This person will, for example, cold feet and
constipation because it will not properly fulfill its circulatory, digestive
and eliminatory functions. A person who eats too much animal foods must spend a
lot of vital energy to digest and eliminate toxic substances. Perhaps he
realizes that fatigue easily, that does not concentrate well, etc ..., the
energy system will be removed from your relationship.
When poisoning is excessive may be the case
that the body decides to make a "cleaning". Suddenly the person loses
his appetite, is very tired, very sleepy, feel cold, cough, your body asks you
to go to bed and rest. His energy has been removed from the nutrition and
related systems and has led to the organs of elimination.
Nutrition: It digestion, assimilation and
subsequent utilization of food, breathing, circulation, etc ... These functions
include take place without our intervention will come to be aware and
responsible for the maintenance of our body.
Relation: It's what allows us to contact with
the outside world and is ruled by our conscious will. Whenever we move, we
communicate, conduct intellectual, manual or physical work, we are deriving
much of the vital energy to function relationship.
Delete function: This activity of our bodies is
essential for maintaining good health, since it is inevitable that the body
build up a minimum amount of toxic byproducts of the food itself that should be
removed. Source: integral
Montserrat A
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