Algunos países están haciendo
esfuerzos estimables para detener el ritmo de tala pero la superficie global de
bosques sigue disminuyendo. Ahora, el cambio climático obliga, con urgencia, a
darle la vuelta al proceso de desforestación reforzando las estrategias
exitosas de recuperación y generalizándolas en todo el planeta.
Cierto que el ritmo de
desforestación de las masas forestales parece haber disminuido y que en algunas
partes se ha detenido, pero esto no basta. El problema es que, como ocurre en
tantos otros aspectos del medioambiente, encontrar una solución global y
sostenible es difícil por la diversidad y complejidad de los factores que
concurren.
Obviamente el principal es el ser
humano. Sin embargo, y a diferencia de épocas anteriores, las tecnologías
agroforestales disponibles actualmente están en condiciones potenciales de
arrasar por completo en unos meses unos ecosistemas que han tardado millones de
años en formarse.
La extrema pobreza juega en
contra de la naturaleza, ya que el desespero de la gente empuja a agotar hasta
el último recurso disponible. En 2004 el
huracán Jane golpeó especialmente a la República Dominicana y a Haití. La mitad
de la isla La Española que corresponde a la Republica Dominicana, es menos
pobre que Haití, y conserva la mayor
parte del bosque tropical intacto. La otra mitad de la isla, la que pertenece a
Haití, está desforestada en un 98%. “Una organización asistencial fundada por
Estados Unidos, plantó numerosos árboles en Haití durante un período de dos
décadas con el fin de reponer los que se habían perdido. Sin embargo, casi todos volvieron a cortarse, en su mayor
parte por personas que viven en la pobreza extrema, para quienes la fabricación
de carbón es la única fuente de sustento”.
En el otro extremo del nivel económico
de quienes empuñan el hacha se ubican las grandes corporaciones madereras
mundiales, siempre ávidas de invertir en nuevas áreas forestales para aumentar
sus beneficios. Paradójicamente encabezan esta práctica empresas de países como
Finlandia, un ejemplo a seguir en campos como en la educación y la innovación
pero desde luego no en éste.
Y entre ambos extremos, una
amplísima y variada legión de furiosos cazadores de árboles. Desde los nativos
que recurren a la tala para ampliar los terrenos de cultivo, a los
especuladores de cuello blanco que recalifican terrenos; del implacable avance
del cemento, hasta la actividad de las diversas industrias extractivas que
operan en los bosques, o los destruyen para despejar el terreno. Sumémosles el
acoso de incendios, tanto fortuitos como provocados por la mano del hombre, sin
olvidar la progresión de nuevas plagas que se extienden al amparo de la
globalización.
Ambientalistas, científicos,
profesionales de la silvicultura y organizaciones públicas y privadas de todo
el mundo y que operan en toda la Tierra, colaboran cada vez más con sectores
que hasta ahora eran reacios a
implicarse en el combate por la preservación de los bosques. La combinación de
movilizaciones, campañas de sensibilización de los consumidores y una constante
actividad en el seno de foros internacionales y parlamentos, comienza a
superar los ingentes obstáculos y
obteniendo logros reales.
El pasado mes de junio se
publicaba un trabajo elaborado por el denominado Grupo de científicos Concienciados,
en realidad un informe destinado a la
preparación del próximo congreso Mundial del clima, que se celebrará en Lima .
El documento recoge las diversas estrategias seguidas y realza los esfuerzos
exitosos de 17 países para reducir los procesos de desforestación tropical,
entre ellos Brasil, México, El Salvador, costa rica y Guyana.
Destaca el caso de Brasil, el
país que pose mayor cantidad de selva
tropical y que, en los últimos seis años ha reducido la desforestación en más
de dos tercios gracias a una combinación de iniciativas para crear áreas
protegidas en la Amazonia, moratorias sobre la compra de soja o carne
producidas en tierras deforestadas y programas
internacionales que incentivan económicamente la recuperación de los
bosques.
Desgraciadamente, el balance de
África sigue siendo muy negativo, como en el caso de América latina y el Caribe
en su conjunto.
En cuanto a los países
desarrollados hay que tener en cuenta que a veces se contiene la desforestación
a expensas de otras zonas del mundo. En la comunidad Autónoma de Cataluya, por
ejemplo, y según datos recientes del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña,
mientras que se producen al año 500000 metros cúbicos de madera, el consumo asciende a dos millones
de metros cúbicos.
Las razones para la protección de
la masa forestal son obvias, están interrelacionadas y se retroalimentan. La
masa forestal de la tierra es a pesar de todo todavía inmensa y en condiciones
normales tiene capacidad de absorber y
retener inmensas cantidades de dióxido de carbono, de modo que los árboles son
esenciales en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, las talas
masivas y los incendios lo liberan a la atmósfera, en un proceso similar al que
produce el uso de combustibles fósiles.
Otra razón es su capacidad de
garantizar la biodiversidad; los bosques, especialmente los bosques primarios,
y las selvas tropicales, son el escenario en el que viven miles de especies que
sin ellos desaparecerían.
Además, millones de árboles suman
miles de millones de hojas, que transpiran inmensas cantidades de agua,
formando un vapor que acabará nutriendo de agua a las nubes. Esta lluvia
resultante hará posible a su vez el desarrollo de los árboles, como de la vida
en general. Un ciclo de signo contrario se observa cuando la desforestación
impide que las raíces que retienen la
tierra cumplan su función, aumentando así la frecuencia de inundaciones y
avalanchas y, en el mejor de los casos, ocasionando el empobrecimiento del
suelo. Existen otras razones para el conservacionismo, incluyendo las que son
de índole moral espiritual o estético, tan validas como las anteriores y en
todo caso complementarias. “Tenderse en la noche bajo estas sequoias era como
tenderse en un templo no construido por la mano del hombre, un templo más
grandioso que el que ningún arquitecto podría, bajo ningún concepto, construir.
Confío en la permanencia de estos bosques de árboles gigantes sencillamente
porque sería una vergüenza para nuestra civilización dejar que desaparecieran .
Son monumentos por sí mismos”.
En la década de 1990 la
deforestación consumía anualmente 16 millones de hectáreas de bosque, lo que
implicaba que era responsable del 17% de
las emisiones de gases de efecto invernadero. Se calcula que en la actualidad
es del 10%. Los niveles de dióxido de carbono atmosférico son los más alto
desde, al menos, los últimos 200000 años.
Los países más pobres reprochan
con frecuencia a los países ricos que mientras estos los han talado
históricamente en sus procesos de desarrollo, pretenden que ellos los
conserven. Como dijo un ministro de un
país sudamericano, ”somos como esos indigentes que piden limosna mientras están
sentados en un baúl lleno de oro”. Pero mientras que las talas salvajes acaban
por matar la gallina de los huevos de oro, a medio y largo plazo la
conservación de los bosques y las selvas tropicales rinden más frutos y de
manera sostenible. El turismo ecológico y la venta de servicio ambientales a
las empresas farmacéuticas que practica Costa Rica son un buen ejemplo. Fuente:
integral
Montserrat A
CUT DOWN TREES
,CANNOT SEE THE FOREST
Some countries are doing estimable efforts to
stop the pace of logging but the global forest area continues to decline. Now,
climate change forces, urgently, to turn the process of deforestation
reinforcing successful recovery strategies and generalizing worldwide.
True, the rate of deforestation of forests
seems to have diminished and in some parts has stopped, but this is not enough.
The problem is that, as in so many other aspects of the environment, finding a
comprehensive and sustainable solution is difficult because of the diversity
and complexity of the factors behind.
Obviously the main thing is the human being.
However, unlike previous times, agroforestry technologies currently available
are potential conditions to raze completely within a few months ecosystems that
have taken millions of years to form.
Extreme poverty plays against nature, as the
despair of people pushing to exhaust every last resource available. In 2004
Hurricane Jane hit especially the Dominican Republic and Haiti. Half of the
island of Spanish that corresponds to the Dominican Republic, is less poor than
Haiti, and retains most intact tropical forest. The other half of the island,
which belongs to Haiti is deforested by 98%. "A relief organization
founded by the United States, planted numerous trees in Haiti for a period of
two decades in order to replace those that were lost. However, almost all
returned to cut, mostly by people living in extreme poverty, for whom the
production of coal is the only source of livelihood. "
At the other end of the economic status of
those who wield the ax timber large global corporations, always eager to invest
in new forest areas to increase their profits lie. Paradoxically practice leading
companies from countries like Finland, an example to follow in areas such as
education and innovation, but certainly not in this one.
And in between, a wide and diverse legion of
angry hunters trees. Since the natives who use logging to expand farmland,
speculators white collar requalified land; the relentless advance of cement to
the activity of the various extractive industries operating in forests, or
destroyed to clear land. Add harassment fire, both accidental and caused by
human hands, not to mention the progression of new pests that extend under
globalization.
Environmentalists, scientists, forestry
professionals and public and private organizations worldwide and operating in
all the earth, increasingly collaborate with sectors that were previously
reluctant to engage in the fight for the preservation of forests. The
combination of mobilization, awareness campaigns for consumers and an ongoing
activity within international forums and parliaments, begins to overcome huge
obstacles and winning real gains.
Last June, a paper prepared by the so-called
Group of scientists published Aware is actually a report for the preparation of
the next World Climate Conference to be held in Lima. The document describes
the various strategies followed and enhances the successful efforts of 17
countries to reduce tropical deforestation processes, including Brazil, Mexico,
El Salvador, Costa Rica and Guyana.
It highlights the case of Brazil, the country
that pose greater amount of rainforest and in the last six years has reduced
deforestation in more than two-thirds through a combination of initiatives to
create protected areas in the Amazon, moratoriums on purchase soy or meat
produced on deforested land and international programs that encourage economic
recovery of forests.
Unfortunately, the balance of Africa remains
very negative, as in the case of Latin America and the Caribbean as a whole.
As for the developed countries must take into
account that sometimes deforestation is contained at the expense of other areas
of the world. In the Autonomous Community of Catalunya, for example, according
to recent data from the Forest Technology Centre of Catalonia, while produced
annually 500,000 cubic meters of wood, consumption amounts to two million cubic
meters.
The reasons for the protection of forests is
obvious, they are interrelated and feed. Forest land mass is nevertheless still
huge and normally has the ability to absorb and retain massive amounts of
carbon dioxide, so that trees are essential in the fight against climate
change. However, the massive logging and fires release it to the atmosphere,
similar to that produced using fossil fuels process.
Another reason is its ability to ensure
biodiversity; forests, especially primary forests and rainforests, are the setting
in which thousands of species live without them disappear.
In addition, millions of trees totaling
billions of leaves that exude huge amounts of water, forming a vapor that
eventually nourishing water clouds. This resulting rain in turn will enable the
development of the trees, like life in general. A cycle of opposite sign is
observed when deforestation prevents the roots hold the soil fulfill their
function, thereby increasing the frequency of floods and landslides and in the
best of cases, causing soil depletion. There are other reasons for
conservatism, including those that are spiritual or aesthetic moral, as valid
as above and around complementary case. "Lie at night under these sequoias
it was like to lie in a temple not built by human hands, a great temple which
no architect could, under any circumstances, build. I trust in the permanence
of these forests of giant trees simply because it would be a shame to let
disappear our civilization. They are monuments for themselves. "
In the 1990s deforestation consumed annually 16
million hectares of forest, which meant he was responsible for 17% of emissions
of greenhouse gases. It is estimated that at present is 10%. The levels of
atmospheric carbon dioxide are the highest since at least the past 200,000
years.
Poorer countries often accuse rich countries
such as the historically have cut their development processes, are intended to
preserve them. As a minister of a South American country, "we are like
those poor people begging while sitting on a trunk full of gold," he said.
But while logging wild eventually kill the goose that laid the golden eggs,
medium and long-term conservation of forests and rainforests yield more fruits
and sustainably. Ecotourism and the sale of environmental services pharmaceutical
companies practicing Costa Rica are good examples. Source: Integral
Montserrat A
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