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Durante el imperio griego, se
discutía sobre si el destino de las personas dependía de sus propias acciones o
bien de la decisión de los dioses, y la costumbre de ahuyentar la mala suerte
cruzando los dedos es una práctica que arrastramos desde la época romana. “Unos
nacen con estrella, y otros nacen estrellados”, dice un viejo refrán.
Desde las primeras
civilizaciones, muchos seres humanos han creído ciegamente que su suerte se
veía aumentada cuando usaban amuletos a
los que atribuían poderes especiales. En el uso de estos amuletos entra en
juego el factor psicológico de sentirse “protegido” y, por lo tanto, nos
sentimos más optimistas, valientes o decididos a tomar iniciativas.
El filósofo Nicholas Rescher
reflexionaba sobre ello de esta manera: “vivimos en un mundo en el que nuestras
intenciones y nuestros objetivos, nuestros “proyectos más elaborados y mejor
diseñados”, y, en definitiva, nuestra vida misma están a merced del puro azar y
de la contingencia inescrutable. En un mundo así, en el que somos nosotros los
que proponemos, pero el destino dispone, en el que los resultados de gran parte
de nuestras acciones dependen de
“circunstancias que escapan a nuestro control”, la suerte está destinada a
desempeñar un papel decisivo en el drama humano”.
Contra esta visión, en un primer
momento, el mundo científico defendió la teoría de que el azar no existía, y
que sólo era una cuestión de ignorancia. Lo que sucede, según la ciencia, es
que no somos capaces de prever los
acontecimientos que tienen lugar, tanto en nuestra vida como en el mundo. De
hecho, el propio Einstein afirmaba que
“Dios no juega a los dados”.
El científico John Bell demostró
que el azar o el destino son acontecimientos inesperados en los que la
casualidad tiene el verdadero papel protagonista.
En cualquier caso, en el mundo donde vivimos las cosas
suceden para bien o para mal, y a menudo dependen de circunstancias que escapan
completamente a nuestro control.
Sobre esto, Schopenhauer afirmaba
que “el azar reparte las cartas, pero nosotros las jugamos”. Es decir, aceptaba
el azar en el destino humano, pero también nuestra capacidad de moldearlo.
Intentamos jugar nuestras cartas lo mejor que podemos, y, nuestra actitud y la
manera en que afrontamos los sucesos con los que nos vamos encontrando a lo
largo de nuestra existencia, son decisivos para
dar forma a nuestra vida.
Michael Bennett afirma: “ No he
conocido a nadie que tenga éxito y buena suerte que no haya fracasado antes de conseguirlo. Incluso después de haber
conseguido el éxito a través de la buena suerte, se enfrentan a situaciones
conflictivas y a fracasos, pero saben
que la estrella de la buena suerte les acompaña y no cejan en seguir su camino
hacia el éxito”.
Las 10 claves de la buena suerte
1.- La suerte no dura demasiado
tiempo, porque no depende de ti. La Buena suerte la crea uno mismo, por eso
dura siempre.
2.- Muchos son los que quieren
tener Buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.
3.- Si ahora no tienes Buena
Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la
Buena suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.
4.- Preparar circunstancias para
la Buena suerte no significa buscar sólo el propio beneficio. Crear
circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena suerte.
5.- Si “dejas para mañana” la
preparación de las circunstancias, la Buena suerte quizá nunca llegue. Crear
circunstancias requiere dar un primer paso… “dalo hoy”.
6.- Aún bajo las circunstancias
aparentemente necesarias, a veces la buena suerte no llega. ¡busca en los
pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias pero
imprescindibles!
7.- A los que sólo creen en el
azar, crear circunstancias les resulta
absurdo. A los que se dedican a crear
circunstancias, el azar no les preocupa.
8.- Nadie puede vender suerte. La
Buena suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.
9.- Cuando ya hayas creado todas
las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la buena suerte
llegue, confía.
10.- Crear Buena suerte es
preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es
cuestión de suerte o azar: ¿siempre esta ahí!.
Estas leyes suponen una síntesis
perfecta de las actitudes y valores que diferencian a una persona que genera
condiciones favorables para el éxito de aquella instalada en la queja y la
calamidad.
Montserrat A
LUCK THERE?
According to experts, luck is always determined
by chance. Receiving a windfall depends largely on the attitude previously
adopted.
During the Greek empire, there was discussion
about whether the fate of people depended for their own actions or decision of
the gods, and custom ward off bad luck crossing my fingers is a practice that
crawled from Roman times. "Some are born with star, and others are born
starry" says an old saying.
Since the earliest civilizations, many humans
have believed blindly looked his luck amulets increased when used to
attributing special powers. In using these amulets comes in the psychological
factor of being "protected" and, therefore, we feel more optimistic,
courageous and determined to take initiatives.
The philosopher Nicholas Rescher thought about
it this way: "We live in a world in which our intentions and our goals,
our" most elaborate and well-designed projects, "and ultimately, our
very lives are at the mercy of pure chance and the inscrutable contingency. In
such a world, in which we who propose, but fate has in the results of much of
our actions depend on "circumstances beyond our control," luck is
destined to play a decisive role in the human drama ".
Against this view, at first, the scientific
world defended the theory that chance does not exist, and it was only a matter
of ignorance. What happens, according to science, is that we can not foresee
events that take place both in our lives and in the world. Indeed, Einstein
himself said that "God does not play dice".
The scientist John Bell showed that chance or
fate are unexpected events that happened is the true protagonist role.
In any case, in the world we live things happen
for good or ill, and often depend on circumstances completely beyond our
control.
On this, Schopenhauer claimed that "chance
deals the cards, but we play them." That is, accepting chance in human
destiny, but also our ability to mold. We tried to play our cards as best we
can, and our attitude and the way we face the events with which we will
encounter along our existence, are decisive in shaping our lives.
Michael Bennett says: "I have not met
anyone who is successful and good luck that has not failed before getting it.
Even after achieving success through good luck, face conflict situations and
failures, but they know that the star of good luck accompanies them and do not
cease to follow their path to success. "
The 10 keys of good
luck
1. Luck does not last too long, because they
depend on you. Good luck creates self, so we always hard.
2. There are many who want to have good luck,
but few who decide to go for it.
3. If we do not have good luck perhaps because
the circumstances are provided. For the good luck comes, it is necessary to
create new circumstances.
4. Prepare circumstances for Good Luck does not
mean looking only gain. Create circumstances for others to gain attracts good
luck.
5. If "leave tomorrow" preparing the
circumstances, Good luck may never come. Create circumstances requires a first
step ... "I give it today."
6. Even under the circumstances apparently
necessary, sometimes good luck fails.Looking in the details seemingly
unnecessary but essential circumstances!
7. Those who only believe in chance, create
circumstances find it absurd. Those who are dedicated to creating
circumstances, chance does not worry them.
8. No one can sell luck. Good luck not sold.
Beware of sellers of luck.
9. When you have already created all circumstances,
be patient, do not give up. For good luck comes, trust.
10. Create Good luck is to prepare the
circumstances at the chance. But the opportunity is not a matter of chance:
always there !.
These laws represent a perfect synthesis of
attitudes and values that differentiate a person who creates favorable
conditions for the success of that installed in the complaint and calamity.
Montserrat A
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