nutricionales de este fruto desconocido en Europa y de
su mayor poder, hacer adelgazar y retrasa el envejecimiento.
“Toda mi suerte se la debo a mi
padre y a ese horrible accidente que sufrió cuando yo era niño”, admite
Nazareno Alves, inventor y propietario
de una cadena de restaurantes en Belém, capital del estado amazónico de pará,
en Brasil, y el mayor puerto en el río Amazonas.
Y de hecho, si hace 30 años el señor
Manuel no se hubiera caído de la torre de alta tensión donde trabajaba en el
estado de Roraima, casi en la frontera con Venezuela y Guayana Francesa, Alves
no se habría convertido en el empresario que es hoy.
“En Caracaraí, el pequeño pueblo
donde vivía con mi familia –recuerda-, el hospital no estaba equipado para
tratar las lesiones graves de mi padre, por lo que los médicos le enviaron a
Belém. Allí permaneció tres años confinado a una silla de ruedas. Nosotros
éramos diez hijos y no había suficiente dinero para ir a verlo, pero él a
menudo enviaba regalos a casa”.
Entre esos, uno de los más
esperados era la pulpa de açaí, una pequeña baya negra que crece en palmeras de
hasta treinta metros de altura, típicas de la región amazónica, y que Manuel había
llegado a conocer y a disfrutar en la capital paraense.
“Nos la enviaba congelada y nos
decía que era un alimento antiguo que venía de la selva y que los nativos
siempre se alimentaron con ella. Nos explicaba que el denso jugo que se obtiene
batiendo las bayas se comía con pescado , carne y harina de tapioca y nos
enumeraba sus propiedades: es un excelente antiinflamatoiro, reduce el colesterol,
el estrés, ayuda a regular el sistema intestinal y, gracias a la gran cantidad
de antioxidantes que contiene ( 30 veces superior a los de la uva), retarda el
proceso de envejecimiento”.
Cuando Manuel comenzó a sentirse
mejor, toda la familia se trasladó a Belém. La ciudad ofrecería nuevas
posibilidades, pero Nazareno se había apasionado tanto con el jugo producido
por este fruto de la antigüedad que compró, en compañía de cuatro de sus
hermanos, una batidora capaz de responder a la “demanda familiar”.
“Recuerdo que en esa época, na
cesta de açai con 30 kilos, costaría unos 25 centavos de dólar. Hoy no se
compra por menos de 30 dólares en el período de “safra”, la recogida y puede llegar a 90en entressafra, la
temporada baja”.
Para Nazareno, el verdadero
avance de su carrera se produjo en el 2004. “Mi padre había encontrado un nuevo
trabajo en una sociedad de refrigeradores y yo le ayudaba con las entregas.
Pero no podía sacar de mi cabeza el açai, se había convertido en una obsesión.
Así que cuando descubrí que uno de nuestros primos quería abrir un restaurante,
me ofrecí a ser su cocinero Preparábamos el açai en el momento y lo servíamos
junto con el pescado frito”, cuenta.
Batida tras batida se corrió la
voz y el pequeño local con cuatro mesas se convirtió en un nuevo punto de
producción y comercialización con dos elegantes restaurantes que cada día son
asediados por los clientes. “El 80 por ciento de los que vienen a comer son
trabajadores y familias; el 15% proviene de otras regiones; y solo el 5% son
extranjeros, pero esto no me sorprende. El açai es partea de la cultura tradicional paraense y mi objetivo siempre ha
sido ofrecer a este alimento tan único de nuestra región el reconocimiento que
merece”.
Belém, de hecho, no es parte de
las rutas turísticas clásicas, pero en los últimos años ha sido objeto de un
proceso de regeneración urbana que condujo a reestructurar la totalidad del
área de la Estaçao das Docas, los antiguos almacenes del puerto, que ahora
albergan tiendas, restaurantes y manifestaciones culturales. Y su cocina está
experimentando un período de redescubrimiento gracias a las materias primas que
utiliza, como el tucupi, un caldo de color amarillo extraído de la raíz de la
mandioca brava, o el jambú, una planta que sirve de condimento.
Pero la verdadera alma de Belém
es el mercado Ver-o-Peso, el centro neurálgico de la ciudad, donde se unen cientos de puestos de venta de frutas, verduras y
harina. Y el puerto, justo al lado, donde cada amanecer amarran los barcos
cargados de açai que llegan de las islas de enfrente y que cuando el sol
empieza a subir se llena de millones de cestas cargadas de este fruto.
“El estado de Pará es el mayor
fabricante nacional de açai, con 851.829 toneladas de frutos capaces de
facturar más de 300 millones de dólares anules
-cuenta Geraldo Chaser Tavares, del Ministerio de Agricultura-. En las
industrias relacionadas trabajan más de
30000 personas y solo en Belém se
encuentran 3000 batidores. En el 2010, las ventas al mercado externo de la
pulpa de la baya ascendieron a 18,6 millones dedólares y su demanda sigue
creciendo. En Europa todavía no es muy conocido, pero Estados Unidos representa
aproximadamente el 79% de las exportaciones, seguido por Japón, con un 14%. Los
norteamericanos lo utilizan como bebida energética y la consumen fría, tal como
lo hacen en el sur de Brasil. Los japoneses, por otro lado, prefieren tomarlo
puro o en pastillas”.
En Castanhal, una anónima ciudad
a las afueras de Belém donde se centra, sin embargo, la mayor producción de
todo Brasil y se enorgullece de ser el primer fabricante en el mundo: “tenemos
un promedio de 150 toneladas por día y
enviamos afuera 2 millones de kilos por año. El 85% de estos son para el
mercado de EEUU., que nos permite ganar 5 millones de dólares”, añade.
Para los hermanos Farias do
Nascimento, que viven en la Ilha do Combu, el açai nunca fue una moda. “Nosotros
nos alimentamos con ello a diario”,
dicen.
Se levantan a las 4 de la mañana,
se encuentran en el muelle y con un pequeño barco entran en el bosque hasta dar
con un punto donde haya grandes racimos de la baya. Ahí empiezan a subir
ágilmente a veces más de 30 metros, con los pies agarrados a una cuerda resistente. Una vez
encima, sacan el gran cuchillo que tienen y cortan las ramas cubiertas de
fruta.
“A veces nos caemos y nos vemos
obligados a permanecer inmóviles durante días, si no meses. Y esto afecta en
gran medida a la economía familiar –cuenta uno de los hermanos, que camina con
dificultad-. En general, para llenar una cesta con 14 kg se necesitan al menos
una docena de palmeras en los meses de recogida, que van de septiembre a
Diciembre”.
La cosecha duran un par de horas,
hasta que el calor se hace insoportable. Los hermanos Nacimento han logrado
llenar cuatro canastas que, junto con las de los otros recogedores de la isla,
serán transportados a Belém.
Hay que tener cuidado con el
mantenimiento de la frescura de açai. Hay un stock de 10000 toneladas almacenadas en seis cuartos fríos donde la
temperatura se mantiene constante 25 grados bajo cero. Eso impide la formación
de bacterias. Es cierto que si el jugo de açai se prepara sin tener en cuenta
los procesos de saneamiento adecuados, sobre todo durante el lavado y el
congelado, puede causar el mal de
chagas: fiebre, dolor de cabeza y diarrea. Artículo escrito por Claudia
Bellante ( El Universal ( Mexico)).
Como veis el mundo sigue
sorprendiéndonos con sus maravillas y con productos nuevos que aún no se han
descubierto o que su popularidad aún no ha sido explotada, en espera de que
proyectos nuevos de aumento de producción se hayan perfeccionado y empiecen a
dar sus frutos y resultados esperados. En ese momento, se terminará la
perfección de la naturaleza y volveremos a los frutos explotados y manipulados
que no tendrán tanto que ver con el açai original.
Montserrat A
AÇAI: BLACK GOLD OF
THE AMAZON
A few days ago I wrote a post talking about the
nutritional values of this unknown fruit in Europe and its greatest power, do
slimming and slows aging.
"All my luck I owe my father and that
horrible accident he suffered when I was a kid," admits Nazareno Alves,
inventor and owner of a chain of restaurants in Belém, capital of the Amazon
state of Para, Brazil, and the largest port on the Amazon river.
And in fact, if 30 years ago Mr. Manuel had not
fallen off the pylon where he worked in the state of Roraima, almost on the
border with Venezuela and Guyana, Alves would not have become the entrepreneur
who is now .
"In Caracaraí, the small town where I
lived with my family remembers the hospital was not equipped to treat serious
injury of my father, so doctors sent him to Belém. He remained there three
years confined to a wheelchair. We were ten children and not enough money to go
see him, but he often sent home gifts ".
Among these, one of the most anticipated was
the açaí pulp, a small black berry that grows on palm trees of up to thirty
feet high, typical of the Amazon region, and Manuel had come to know and enjoy
the Pará capital.
"We sent her frozen and they said it was
an ancient food that came from the forest and the natives always fed her. We
explained that the thick juice obtained beating the berries are eaten with
fish, meat and tapioca flour and listed us their properties: it is an excellent
antiinflamatoiro, reduces cholesterol, stress, helps regulate the intestinal
system and, thanks to the large amount of antioxidants containing (30 times the
grape), retards the aging process. "
When Manuel started to feel better, the whole
family moved to Belém. The city would offer new possibilities, but Nazareno was
passionate about both the juice produced by this fruit of antiquity who bought,
along with four of his brothers, a mixer capable of responding to the
"household demand".
"I remember at the time, açai na basket
with 30 kilos, would cost about 25 cents. Today is not purchased for less than
$ 30 in the period of "safra" collection and can reach 90en
entressafra, low season ".
To Nazareno, the real breakthrough in his
career came in 2004. "My father had found a new job in a society of
refrigerators and I helped with deliveries. But he could not get out of my head
açai, had become an obsession. So when I discovered that one of our cousins
wanted to open a restaurant, I offered to be his cook were preparing açai at
the time and we served with fried fish, "he says.
Whipped Whipped after voice and small room with
four tables ran became a new point of production and marketing with two elegant
restaurants each day are besieged by customers. "80 percent of those who
come to eat are workers and families; 15% comes from other regions; and only 5%
are foreigners, but this does not surprise me. The açai is partea paraense
traditional culture and my goal has always been to offer this unique food of
our region the recognition it deserves. "
Belém, in fact, is not part of the classic
tourist routes, but in recent years has undergone a process of urban
regeneration leading to restructure the entire area of the Estacao das Docas,
old port warehouses, now house shops, restaurants and cultural events. And the
cuisine is experiencing a period of rediscovery thanks to the raw materials
used, such as tucupi, yellow broth extracted from the root of the cassava
brava, or Jambu, a plant that serves as a condiment.
But the real soul of Belém is the market
Ver-o-Peso, the nerve center of the city, where hundreds of stalls selling fruits,
vegetables and flour together. And the port, right next door, where every
sunrise moored boats laden with açai coming from the islands opposite and when
the sun begins to rise is filled with millions of baskets full of this fruit.
"The state of Pará is the largest domestic
manufacturer of açai, with 851,829 tons of fruits able to bill more than 300
million dollars anules Chaser 'says Geraldo Tavares, Ministry of Agriculture-.
In related industries work more than 30,000 people and only in Belém are 3000
beaters. In 2010, sales to the foreign market pulp Berry totaled 18.6 million
dedólares and demand continues to grow. In Europe it is still not well known,
but the United States represents approximately 79% of exports, followed by
Japan with 14%. Americans use it as an energy drink and cold consume, as they
do in southern Brazil. The Japanese, on the other hand, pure or prefer taking
tablets ".
In Castanhal, an anonymous city on the
outskirts of Belém where he focuses, however, increased production from Brazil
and is proud to be the first manufacturer in the world: "We have an
average of 150 tons per day and ship out 2 million of kilos per year. 85% of
these are for the US market., Allowing us to win $ 5 million, "he adds.
For Farias brothers do Nascimento, who live in
the Ilha do Combu, açai was never a fashion. "We feed us with it
daily," they say.
They get up at 4 in the morning, are in the
dock and a small boat into the forest until you find a spot where there are
large clusters of berries. That start rising swiftly sometimes more than 30
meters, feet clinging to a sturdy rope. Once up, take the big knife and cut the
branches with fruit covered.
"Sometimes we fall and we are forced to
remain motionless for days, if not months. And this greatly affects the family
economy 'says one brother who walks with difficulty. In general, to fill a
basket with 14 kg it takes at least a dozen palm trees in the months of
collection, ranging from September to December ".
The harvest lasts a couple of hours, until the
heat becomes unbearable. The Nascimento brothers have managed to fill four
baskets, along with those of other collectors of the island, will be
transported to Belém.
Be careful with maintaining the freshness of
açai. There is a stock of 10,000 tonnes stored in six cold rooms where the
temperature constant 25 degrees below zero is maintained. This prevents the
growth of bacteria. It is true that if açai juice is prepared without taking
into account the processes of sanitation, especially during washing and freezing
can cause Chagas disease: fever, headache and diarrhea. Article by Claudia
Bellante (El Universal (Mexico)).
You see the world continues to surprise with
its wonders and new products that have not yet been discovered or that its
popularity has not yet been exploited, waiting for new projects to increase
production have been perfected and begin to bear fruit and results expected. At
that time, the perfection of nature will terminate and return to the fruits
exploited and manipulated will not have much to do with the original açai.
Montserrat A
No hay comentarios:
Publicar un comentario