Pari Gul |
MUJERES POLICIAS EN AFGANISTAN
En algunas ocasiones hemos
hablado sobre las mujeres que
viven en
países con culturas no aperturistas a lo que concierne a las libertades y
derechos de las mujeres; por lo menos, no como nosotras lo entendemos. China, Países
Árabes etc… pero estas situaciones no están relacionadas ni con la economía ni,
a veces, con la cultura propiamente dicha.
Hoy hablamos sobres esas mujeres
que viven en Afganistán y se juegan la vida más que los hombres; las mujeres
policía.
Por qué digo que se juegan la
vida más que los hombres, bien en cuanto os escriba parcialmente el artículo de
la revista Yo dona del dia 3 de Mayo escrito por Sally Williams lo entenderéis.
Son necesarias por solo ellas
pueden cachear a sus congéneres, pero ponen su vida en peligro: sufren
agresiones, son insultadas e incluso, a veces, violadas.
… La agente Pari Gul está
destinada en un puesto de control en carretera calve a la entrada de Kabul,
Afganistán. Su trabajo consiste en dar el alto y registrar a las mujeres que
van en coche y le parecen sospechosas. A sus 28 años tiene marido y 3 hijos
pequeños. No son pocos los miembros de la familia que piensan que está mal de
la cabeza: cada vez que empieza su turno se enfrenta a la muerte en multitudes
de frentes.
El cometido de las policías
afganas consiste en hacerse cargo de las tareas que no pueden realizar los
hombres.
En el mundo segregado y
estrictamente religioso del país, las mujeres solo pueden ser cacheadas por
ellas. Los Talibanes lo han aprovechado para cometer una serie de atentados en
los que los varones se han vestido con ropas femeninas para ocultar armas o
entrar en la ciudad.
Cinco días a la semana Pari Gul
monta guardia en el puesto de control
policial…” observando cuidadosamente los vehículos”…
“Esta carretera no es segura”,
dice por boca de Saman Basci, nuestro traductor. A finales de diciembre, Pari
Gul se encontraba a algo más de 1,5km de un coche bomba de los talibanes que
explosionó en Camp Phoenix- un campamento militar de la OTAN…
No hace mucho tiempo, prosigue,
los talibanes dispararon también contra ella desde el hotel que se encuentra
enfrente.
El día antes de encontrarnos, la
teniente Bibi Negarah ( la oficial con
más alto rango en la conservadora provincia de Helmand, murió tras recibir un
disparo en el cuello de un hombre montado en una motocicleta mientras caminaba
cerca del cuartel general en Lashkar Gah. Su predecesora, Islam Bibi, fue
asesinada dos meses antes, cuando se dirigía a su empleo, en lo que los
talibanes calificarían de campaña contra las mujeres que trabajan,
especialmente aquellas que ocupan puestos considerados prominentes.
La teniente Malalai Kakar,
oficial de más alta graduación de Afganistán y madre de 6 hijos, fue asesinada
por los talibanes mientras conducía su propio vehículo cuando iba de camino al
trabajo.
“En este trabajo hay peligro y
amenazas”, ha reconocido la coronel Jamila Bayaaz, jefe de la policía del
distrito 1 en Kabul. De 50 años y madre de
5 hijos, la situación de las agentes en Afganistan es espantosa. “ Es
una oportunidad, no solo para mí, sino también para todos las mujeres de aquí, subraya.” ¿No te asusta ser la
siguiente?”, le pregunto a Pari Gul. “Sé que con este trabajo mi vida no es
segura y que estoy en peligro, pero nunca volveré atrás”, dice.
Las mujeres empezaron a servir en
las fuerzas afganas de policía en 1967, durante el reinado de Mohammed Zahir Shah, el último monarca de
Afganistan. Cuando los talibanes tomaron el poder en 1996, se les prohibió trabajar,
con la excepción de médicas y enfermeras…
A las mujeres se las anima en la
actualidad a alistarse en la policía con anuncios en radio y televisión . Las cifras han aumentado, pero por el momento
son solo 1700, 1% de la Policía Nacional afgana y muy por debajo del objetivo
de 5000 establecido por el presidente Hamid Karzai para finales de 2014. Tres
regiones no cuentan con ninguna. La razón es que están vetadas en las zonas
ultraconservadoras de Nuristán, Panjshir y Badghis.
“En el plano puramente cultural no resulta apropiado que las mujeres
se mezclen con hombres, así que de no haber policías de sexo femenino en una
comisaría, a ellas les resultaría increíblemente complicado presentarse a
denunciar un delito”, pone de manifiesto Elizabeth Cameron, asesora política y
jurídica que trabaja para Oxfam Afghanistan. Este es un país en el que la
violencia doméstica, las agresiones sexuales y los asesinatos de honor son endémicos. Lo que es menos
conocido es que cerca del 15% de estos actos registrados en el país entre 2011
y 2013 fueron cometidos por policías, de acuerdo con la comisión Independiente
de Derechos Humanos de Afganistán.
Se necesitan mujeres policías
para registrar casas ( en la parte más conservadora de la nación, realizar
cacheos en cárceles y aeropuertos, resolver conflictos familiares, inspeccionar
escuelas de niñas, salones de belleza y otros lugares donde trabajan féminas.
Otra área en la que su figura resultó clave fue en las elecciones
presidenciales celebradas el pasado mes de abril. Solo se permite depositar el
voto una vez que tanto hombres como mujeres han sido cacheados.
Las creencias culturales que provocan que haya tanta necesidad
hacen que al mismo tiempo también su reclutamiento sea extremadamente difícil.
Si se alistan son criticadas y repudiadas. “Prostituta es una palabra que se
oye por todas partes. Las agentes de policía sufren acoso y agresiones de
compañeros y superiores, que solicitan sus favores sexuales a cambio de
promocionarlas, según se ha informado en algunas provincias”, explica Cameron.
El coronel Najibullah Samsoor. El coronel Samsoor tiene seis hijos
y le gusta pensar de sí mismo que es un hombre moderno. En su condición de jefe
de la zona emplea a ocho agentes femeninas ( hay 308 hombres) y ha montado
instalaciones solo para ellas: una oficina con una cama, una estufa, un
ordenador y un grifo para asearse. Un letrero en la puerta dice “Sala especial
para las mujeres policía del Distrito 9. No entrar sin permiso”. Además, los
servicios poseen cerradura.
El PD9 es prácticamente un
escaparate de la igualdad de sexos si se compara con otros espacios policiales.
“ Se trata de una de las áreas que tienen mayor éxito, porque el jefe es de
mente muy abierta”, afirma Valeria Elefterie.
Hace unos cinco años, cuando
Hameed residía en su ciudad natal de Kandahar, una zona conservadora del sur en
la que la influencia de los talibanes es grande, recibía cartas de noche, es
decir, amenazas de muerte que deslizaban por debajo de la puerta de su casa.
“Iban dirigidas a mi marido y decían “no permitas que tu mujer trabaje para la
policía o vamos a matarla a ella, o a matar a tus hijos”, explica.
Por su parte, Lela, de 21 años,
simplemente necesita el dinero. Tiene cuatro hermanos, su madre murió de cáncer
de mama hace 18 meses y su padre es un herrero que se ha quedado sin trabajo.
Gana casi 160 euros al mes porque es una cadete recién ingresada . Cuando salga de la Academia de Policía de
Kabul como NCO (Non-commissioned Officer, o agente auxiliar) al cabo de seis
meses de formación recibirá una paga de alrededor de 217 euros al mes.
Los agentes auxiliares han de saber leer y escribir, y tener un
diploma que acredite que han cursado el bachillerato. Pueden llegar a
convertirse en policías al cabo de un período de aprendizaje de dos meses en el
centro de formación de la ciudad, pero el puesto más alto al que Lela puede
aspirar es el de teniente. Para alistarse como mero patrullero ni siquiera hace
falta saber leer. El servicio está interesado en ofrecer mayores oportunidades
y quiere atraer a los licenciados universitarios, para los que existen fórmulas
de acceso por la vía rápida a los puestos más altos de la carrera ( hay 11
mujeres coroneles y dos generales). Sin embargo, el vivero de nuevas reclutas
es extraordinariamente reducido porque las chicas representan solo un 19% de
los estudiantes universitarios.
Me encuentro con Masuma Novave, de 38 años, en un hotel del centro
de Kabul. Es una de la veintena de agentes que siguen aquí un curso de cinco
días sobre prevención y reacción en casos d violencia contra las mujeres
organizado por Hawca y financiado por el Fondo de Población de Naciones Unidas…
Novave destaca , entre otras cosas por ser la única mujer policía en vestir
aquí de uniforme.
Trabaja en planificación y seguridad en el cuartel general de la
Policía de Kabul. Se alistó hace 23 años e incluso trabajó bajo el régimen
talibán. “Al principio me quedé en casa, pero luego encontraron nuestras
direcciones. Nos necesitaban para cachear a las mujeres”, relata. Volvió
durante 18 meses y después lo dejó. “La situación se tornó demasiado difícil y
peligrosa”, añade. Al principio, cuando los talibanes llegaron al poder,
anunciaron que todas las mujeres debían cubrirse el rostro con un velo negro.
Más tarde decidieron que todas debían usar el burka. Si una mujer se lo
levantaba, por ejemplo, lo justo para contar el dinero con que pagar al
frutero, la azotaban. Novave tiene un hijo, nacido poco tiempo después de que
su marido ( también policía) fuera asesinado, hace 21 años. Estuvieron casados
durante seis meses. Él también quiere ser policía, pero ella no lo va a
permitir. “Es demasiado peligroso”afirma.
Montserrat A.
POLICE WOMEN IN
AFGHANISTAN
Sometimes we talked about women who live in
countries with no aperturistas cultures regard to the freedoms and rights of
women; at least not as we understand it. China, Arab countries etc. ... but
these situations are not related to the economy or not, sometimes the culture
itself.
Today we talk on those women living in
Afghanistan and play life more than men; women police.
Why do I say that life is play more than men,
partly well as you write the magazine article I donâ the day May 3 written by
Sally Williams will understand.
They are necessary for only they can cache
their peers, but they put their lives in danger are assaulted, insulted and
even are sometimes raped.
…Gul Pari,
The agent is aimed at a checkpoint at the entrance to calve Kabul,
Afghanistan road. Your job is to stop and search women ranging in car and look
suspicious. At 28 she has a husband and 3 small children. There are few family
members who think it's wrong of her head every time he starts his turn faces
death in multitudes of fronts.
The role of the Afghan police is to take over
the tasks that men can not do.
In the religious world and strictly segregated
country, women can only be cached by them. The Taliban have exploited to commit
a series of attacks in which the men were dressed in women's clothes to hide
weapons or enter the city.
Five days a week Pari Gul stands guard at the
police checkpoint ... " carefully observing the vehicles ' ...
" This road is not safe ," says Saman
Basci by mouth , our translator . In late December , Pari Gul was at just over
1.5 km of a car bomb exploded in the Taliban - Camp Phoenix a military camp of
NATO ...
Not long ago , he continues, the Taliban also
fired her from the hotel which is opposite .
The day before we met , Lieutenant Negarah Bibi
( the highest ranking official in the conservative province of Helmand, died
after being shot in the neck of a man riding a motorcycle while walking near
the headquarters in Lashkar Gah . His predecessor, Islam Bibi , was killed two
months earlier, on his way to his job , as the Taliban qualify campaign against
working women , especially those in positions considered prominent.
Malalai Kakar Lieutenant , highest ranking
officer in Afghanistan and mother of 6 children , was killed by the Taliban
while driving his own car on his way to work.
"In this work there is danger and threats
," acknowledged the Colonel Jamila Bayaaz , police chief of the 1st
district in Kabul. 50 year old mother of 5 children , the status of agents in
Afghanistan is appalling. "It's an opportunity not only for me but also
for all the women here , he stresses . " Are not you afraid to be next?
" , I ask Pari Gul . "I know this job is not secure my life and I'm
in danger , but never coming back ," he says .
Women began serving in the Afghan police forces
in 1967 during the reign of Mohammed Zahir Shah, the last king of Afghanistan.
When the Taliban took power in 1996 , they were forbidden to work , with the
exception of doctors and nurses ...
A women are now encouraged to join the police
with advertisements on radio and television. The numbers have increased, but at
the moment are only 1700 , 1% of the Afghan National Police, and well below the
5000 target set by President Hamid Karzai for the end of 2014 . Three regions
have none . The reason is that they are vetoed in the ultra-conservative areas
of Nuristan , Panjshir and Badghis .
"On a purely
cultural level is
not appropriate for women to mix with men, so I have no female police officers
in a police station, they would find it incredibly difficult submitted to
report a crime," reveals Cameron Elizabeth advises political and legal
working for Oxfam Afghanistan. This is a country that domestic violence, sexual
assault and honor killings are endemic. What is less known is that about 15% of
these acts recorded in the country between 2011 and 2013 were committed by
police, according to the Independent Human Rights Commission of Afghanistan.
Female officers are required to record houses
(in the most conservative part of the nation, performing strip searches in
jails and airports, resolve family conflicts, inspect schools for girls, beauty
salons and other places where females work. Another area in which the figure
key was turned in the presidential elections last April. allowed just casting a
vote once both men and women have been cached.
Cultural beliefs that cause you have less need to
make their recruitment while also extremely difficult. If you are criticized
and repudiated ready. "Prostitute is a word that is heard everywhere. The
police harassed and aggression from peers and superiors, requesting sexual
favors in exchange for promoting them, as has been reported in some provinces,
"says Cameron.
Col. Najibullah
Samsoor. The
Colonel Samsoor has six children and likes to think of himself as a modern man.
As a leader in the area employs eight female officers (men's 308) and mounted
facilities just for them: an office with a bed, a stove, a computer and a
faucet to wash. A sign on the door says "special room for women police
District 9. No trespassing." In addition, services have lock.
The PD9 is practically a showcase of gender
equality compared to other police areas. "This is one of the areas that
are most successful, because the boss is very open minded," says Valeria
Elefterie.
About five years ago, when Hameed resided in his hometown
of Kandahar, a conservative area south where the influence of the Taliban is
large, received letters at night, ie death threats slid under the door his
house. "They were addressed to my husband and said" do not let your
wife you work for the police or going to kill her, or kill your children,
"he explains.
Meanwhile, Lela, 21, just need the money. He
has four brothers, her mother died of breast cancer 18 months ago and his
father is a blacksmith who has lost his job. Earn almost 160 euros per month
because it is a newly entered cadet. When you exit the Kabul Police Academy as
NCO (Non-commissioned Officer, or auxiliary agent) after six months of training
will receive pay around 217 euros per month.
Auxiliaries must be
literate, and have
a diploma attesting that have completed high school. They can turn into police
after a learning period of two months in the training center of the city, but
the highest position you can hope is Lela lieutenant. To enlist as a mere
patrol do not even need to read. Service is interested in providing greater
opportunities and want to attract college graduates, for which there are
formulas for quick access to the highest offices of the race track (there are
11 women and two colonels general). However, the breeding ground for new
recruits is dramatically reduced because girls represent only 19% of college
students.
I meet Novave Masuma, 38, in downtown Kabul. It is one
of the dozen agents who are here on a five-day course on prevention and
response in cases d violence against women organized by HAWCA and funded by the
Fund for the United Nations Population ... Novave highlights, among other
things for being the only policewoman in uniform dress here.
Work planning and security police headquarters in
Kabul. He enlisted 23 years ago and even worked under the Taliban regime.
"At first I was at home, but then found our way. We needed to frisk women,
"he says. He returned for 18 months and then left him. "The situation
became too difficult and dangerous," he adds. Initially, when the Taliban
came to power, they announced that all women should cover their face with a
black veil. Later they decided that they should all wear the burqa. If a woman picked
him up, for example, just to have the money to pay orchard, flogged. Novave has
a son, born shortly after her husband (also a policeman) was killed 21 years
ago. They were married for six months. He also wants to be a cop, but she will
not allow. "It's too dangerous," he says.
Montserrat A.
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