UN NUEVO PROYECTO ES TU RESPONSABILIDAD.
- Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por
los
comentarios de los demás, que dicen "ésa es más bonita" o
"aquélla es más fácil". Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en
alcanzar tu objetivo y, por lo tanto, eres tú el único responsable y debes
estar seguro de lo que estás haciendo.
- Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te
consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y
dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la
cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya;
la responsabilidad, también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda
mucho.
- Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando
empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea.
Hay despeñaderos, claro. Hay endiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan
pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si
sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitalos.
- Respeta tu alma: no te repitas todo el rato "voy a
conseguirlo". Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga
caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De
nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo y, además, termina por
echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas
"es más difícil de lo que pensaba", pues eso te hará perder la fuerza
interior.
- Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido
hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes,
ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos.
Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.
- Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas,
grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo
alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca
tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón.
Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte
de tu vida. Lo conseguiste.
- Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza
que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el
resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también
descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura..
- Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu
ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para
enfrentarse a sus propias montañas.
Texto: Paulo Coello.
CLIMBING MOUNTAINS. Paulo Coelho
- Choose
the mountain you want to climb: do not be misled by the comments of others,
they say "that's more beautiful" or "it is easier". You
spend a lot of energy and enthusiasm to reach your target and, therefore, you
are the only one responsible and you should be sure of what you're doing.
- Learn
from one who has walked in there: no matter how unique you feel, there is
always someone who had the same dream before you, and left marks that can
facilitate the tour, places to hang the rope, trails, broken branches to
facilitate gait. The climb is yours, responsibility, too, but do not forget
that the experience of others help much.
- The
dangers watched closely, you can control: when you start to climb the mountain
of your dreams, pay attention to your surroundings. There are cliffs, of
course. There are almost imperceptible slits. There are stones so polished by
storms that become slippery as ice. But if you know where you put your foot,
you will notice the traps and how to Avoid them.
- Respect
your soul: do not keep repeating all the time "I get it". Your soul
already knows. What she needs is to use the long journey to grow, stretch along
the horizon, touch the sky. Useless to an obsession with the pursuit of a goal,
and also ends up spoiling the pleasure of climbing. But beware: do not repeat
yourself "is harder than I thought", because that will make you lose
your inner strength.
- Be
prepared to walk a mile: the way to the top of the mountain is always higher
than you thought. Do not kid yourself, the time must come when what seemed
close is still far away. But as you're willing to get there, that should not be
a problem.
- Be happy
when you reach the top: cry, clap your hands, shout to the four winds that you
did it, let the wind above him (because there at the top always windy) purify
your mind, refresh your sweaty feet tired, open your eyes, clean the dust from
your heart. Think that what was once just a dream, a distant vision, is now
part of your life. You got it.
- Make a
promise: exploiting you have discovered a force that did not even know, and
tell yourself that from now on, and for the rest of your days, you're going to
use. And, if possible, also promise to discover another mountain, and part in a
new adventure ..
- Tell your story: yes, tell your story. Give
your example. Tell everyone that it is possible, and other people feel the
courage to face their own mountains
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