superalimentos, siempre ponemos nuestra atención en los antioxidantes que nos puede aportar un alimento o producto. El motivo no es cualquier cosa, son los que frenan el estrés oxidativo causante del envejecimiento y de algunas enfermedades por ello, es importante tenerlos en cuenta y saber cómo funcionan en nuestro organismo.
Por otro lado,
nos encontramos los radicales libres, que sería la parte opuesta a los
antioxidantes. Estos radicales libres son moléculas altamente reactivas
formadas por electrones impares, que intentan robar un electrón a otra
molécula. Cuando se pierde, se oxida y se convierte en un radical libre
empezando la reacción en cadena que hace
que los órganos se deterioren. En este punto, es donde los antioxidantes
intervienen, donando un electrón al radical libre, estabilizándolo y deteniendo
esa cadena. Pero ningún antioxidante, por si solo, es capaz de prevenir una
enfermedad ni los radicales libres son tan malos ya que necesitamos
concentraciones bajas para que el cuerpo
funcione. A eso se le llama equilibrio “redox” (radicales libres y
antioxidantes en equilibrio).
Cuando ese
equilibrio se rompe (radiación ultravioleta, dieta inadecuada, estrés, tabaco…)
se produce el temido “estrés oxidativo”. Sus efectos, ya son conocidos por
todos: envejecimiento, trastornos neurodegenerativos, obesidad, diabetes,
enfermedades cardiovasculares…
Sin embargo,
también son necesarios para nuestro organismo. Hay procesos celulares en los que se producen oxidaciones útiles y
acumular altas concentraciones de antioxidantes puede interferir con ellos. Por
ejemplo, los linfocitos T necesitan para activarse de moléculas oxidantes.
Estos linfocitos tienen un papel importante en el control de la proliferación
de las células cancerosas. Pero si tenemos el torrente sanguíneo lleno de antioxidantes, lo que hacemos es
disminuir la eficacia del sistema inmune y podemos estar favoreciendo la
proliferación de las células cancerosas, al neutralizar la oxidación que
produce el sistema inmune. La clave es el equilibrio.
Pero podemos
decir que los antioxidantes necesarios los podemos obtener solo con la dieta,
siempre que sea equilibrada, variada y saludable y para ello necesitamos un
especialista que la revise y nos indique que sería lo más adecuado para cada
uno de nosotros.
Hay muchos
tipos de antioxidantes y cada uno tiene su propia función y ejercen efectos
diferentes en cada persona por ello la elección de la alimentación es
fundamental. Algunos de ellos son vitaminas
y otros son compuestos fotoquímicos como los polifenoles.
También están
los llamados macro antioxidantes que son compuesto fenólicos que no se absorben
en el intestino delgado y que llegan al colon donde los microbios que lo
habitan los degradan dando lugar a compuestos antiinflamatorios.
Sin embargo,
no es necesario tomar superalimentos para conseguir mejores antioxidantes o
macro antioxidantes. Por ejemplo, el aceite de oliva o las legumbres , son
productos con un valor nutricional muy completo porque presentan gran cantidad
de antioxidantes. No es necesario buscar alimentos exóticos para que nos
aporten aquello que cualquier otro alimento más cercano nos aporta como el
brócoli, pimientos…
Por otro lado,
también hay que decir que, en condiciones normales, no es necesario recurrir a
suplementos. Solo en casos carenciales de alguno de ellos y por prescripción
facultativa se podrían añadir a una dieta diaria pero no por moda o por tener
más. No olvidemos que lo esencial es tener las cantidades adecuadas de todo, ni
más ni menos. Tomar más vitaminas o
antioxidantes de las necesarias podría dañar algún órgano como el riñón, en el
caso de un exceso de vitamina C. Un alto consumo de vitamina A y E o el selenio
puede llegar a intoxicarnos.
Para poder
conseguir ese ansiado equilibrio es importante consumir regularmente frutas y
hortalizas como parte de la dieta
diaria. Para ayudar podríamos decir que sería necesario comernos el arcoíris,
de ese modo nos aseguramos de haber consumido todo lo necesario para ese
equilibrio.
Un ejemplo de
dicho arcoíris podría ser la vitamina C o ácido ascórbico. Esta vitamina ayuda
a preservar del estrés oxidativo a los ácidos nucleicos que conforman el ADN y
el RN de las células, y es esencial en la formación del colágeno y la
elastina. Se pueden encontrar en kiwis,
cítricos, fresas, pimientos, espinacas, coles…
La vitamina E
(tocoferoles, tocotrienoles). Protegen de la oxidación a las membranas
celulares de todo el organismo, especialmente a las de las células del sistema
nervioso, sistema cardiovascular y muscular. Se encuentran en el aceite de
oliva virgen extra, aguacate y frutos
secos.
Carotenoides.
Son los responsables de los colores amarillos, anaranjados y rojos de los
alimentos: zanahoria, naranja, melocotón, tomate, sandia, papaya,
pimientos… pero también las coles de
Bruselas, espinacas o brócoli son ricos en ello.
Polifenoles
que se encuentran en frutos rojos, morados como arándanos, moras, cerezas ,
uvas, vino tinto, cacao, frutos secos…
El selenio es
un micromineral antioxidante que se encuentra en la avena y otros cereales
integrales, el marisco, los crustáceos, semillas de girasol, calabaza, champiñones,
huevos y algunas carnes como el cerdo, pavo, ternera y pollo.
Pues bien,
hasta aquí algo más de información sobre los antioxidantes, tan perseguidos por
todos porque nadie quiere hacerse viejo.
Montserrat A.
THE ANTIOXIDANTS
When we talk
about aging, cosmetics or superfoods, we always pay attention to the
antioxidants that a food or product can give us. The reason is not anything,
they are the ones that stop the oxidative stress that causes aging and some
diseases for that reason, it is important to take them into account and know
how they work in our body.
On the other
hand, we find free radicals, which would be the opposite of antioxidants. These
free radicals are highly reactive molecules formed by odd electrons, which
attempt to steal an electron from another molecule. When it is lost, it
oxidizes and becomes a free radical starting the chain reaction that causes the
organs to deteriorate. At this point, it is where antioxidants intervene,
donating an electron to the free radical, stabilizing it and stopping that
chain. But no antioxidant, by itself, is able to prevent disease or free
radicals are so bad since we need low concentrations for the body to function.
This is called "redox" equilibrium (free radicals and antioxidants in
equilibrium).
When that
balance is broken (ultraviolet radiation, improper diet, stress, tobacco ...)
the dreaded "oxidative stress" occurs. Its effects are already known
to everyone: aging, neurodegenerative disorders, obesity, diabetes,
cardiovascular diseases ...
However, they
are also necessary for our body. There are cellular processes in which useful
oxidations occur and accumulating high concentrations of antioxidants can
interfere with them. For example, T lymphocytes need to be activated from
oxidizing molecules. These lymphocytes have an important role in controlling
the proliferation of cancer cells. But if we have the bloodstream full of
antioxidants, what we do is decrease the effectiveness of the immune system and
we may be favoring the proliferation of cancer cells by neutralizing the
oxidation produced by the immune system. The key is balance.
But we can say
that the necessary antioxidants can be obtained only with the diet, provided
that it is balanced, varied and healthy and for this we need a specialist to
review it and indicate that it would be the most appropriate for each of us.
There are many
types of antioxidants and each one has its own function and they have different
effects on each person, so the choice of food is essential. Some of them are
vitamins and others are photochemical compounds such as polyphenols.
There are also
the so-called macro antioxidants that are phenolic compounds that are not
absorbed in the small intestine and that reach the colon where the microbes
that inhabit them degrade them giving rise to anti-inflammatory compounds.
However, it is
not necessary to take superfoods to get better antioxidants or macro
antioxidants. For example, olive oil or legumes are products with a very
complete nutritional value because they have a lot of antioxidants. It is not
necessary to look for exotic foods to provide us with what any other closest
food brings us such as broccoli, peppers ...
On the other
hand, it must also be said that, under normal conditions, it is not necessary
to resort to supplements. Only in cases of lack of any of them and by optional
prescription could they be added to a daily diet but not by fashion or by
having more. Let's not forget that the essential thing is to have adequate
amounts of everything, neither more nor less. Taking more vitamins or
antioxidants than necessary could damage an organ such as the kidney, in the
case of an excess of vitamin C. A high consumption of vitamin A and E or
selenium can lead to poisoning.
In order to
achieve that desired balance it is important to regularly consume fruits and
vegetables as part of the daily diet. To help we could say that it would be
necessary to eat the rainbow, that way we make sure we have consumed everything
necessary for that balance.
An example of
such a rainbow could be vitamin C or ascorbic acid. This vitamin helps to
preserve the nucleic acids that make up the DNA and RN of cells from oxidative
stress, and is essential in the formation of collagen and elastin. They can be
found in kiwis, citrus fruits, strawberries, peppers, spinach, cabbage ...
Vitamin E
(tocopherols, tocotrienols). They protect the membranes of the entire organism
from oxidation, especially those of the nervous system, cardiovascular and
muscular system cells. They are found in extra virgin olive oil, avocado and
nuts.
Carotenoids
They are responsible for the yellow, orange and red colors of food: carrot,
orange, peach, tomato, watermelon, papaya, peppers ... but also Brussels
sprouts, spinach or broccoli are rich in it.
Polyphenols
found in red, purple fruits such as blueberries, blackberries, cherries,
grapes, red wine, cocoa, nuts ...
Selenium is an
antioxidant micromineral found in oats and other whole grains, seafood,
crustaceans, sunflower seeds, squash, mushrooms, eggs and some meats such as
pork, turkey, veal and chicken.
Well, here is
some more information about antioxidants, so persecuted by everyone because
nobody wants to get old.
Montserrat A
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