miércoles, 30 de octubre de 2019

LOS ANTIOXIDANTES


Cuando hablamos de envejecimiento, cosmética o
superalimentos, siempre ponemos nuestra atención en los antioxidantes que nos puede aportar un alimento o producto. El motivo no es cualquier cosa, son los que frenan el estrés oxidativo causante del envejecimiento y de algunas enfermedades por ello, es importante tenerlos en cuenta y saber cómo funcionan en nuestro organismo.
Por otro lado, nos encontramos los radicales libres, que sería la parte opuesta a los antioxidantes. Estos radicales libres son moléculas altamente reactivas formadas por electrones impares, que intentan robar un electrón a otra molécula. Cuando se pierde, se oxida y se convierte en un radical libre empezando  la reacción en cadena que hace que los órganos se deterioren. En este punto, es donde los antioxidantes intervienen, donando un electrón al radical libre, estabilizándolo y deteniendo esa cadena. Pero ningún antioxidante, por si solo, es capaz de prevenir una enfermedad ni los radicales libres son tan malos ya que necesitamos concentraciones bajas para que el cuerpo  funcione. A eso se le llama equilibrio “redox” (radicales libres y antioxidantes en equilibrio).
Cuando ese equilibrio se rompe (radiación ultravioleta, dieta inadecuada, estrés, tabaco…) se produce el temido “estrés oxidativo”. Sus efectos, ya son conocidos por todos: envejecimiento, trastornos neurodegenerativos, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares…

Sin embargo, también son necesarios para nuestro organismo. Hay procesos celulares  en los que se producen oxidaciones útiles y acumular altas concentraciones de antioxidantes puede interferir con ellos. Por ejemplo, los linfocitos T necesitan para activarse de moléculas oxidantes. Estos linfocitos tienen un papel importante en el control de la proliferación de las células cancerosas. Pero si tenemos el torrente sanguíneo  lleno de antioxidantes, lo que hacemos es disminuir la eficacia del sistema inmune y podemos estar favoreciendo la proliferación de las células cancerosas, al neutralizar la oxidación que produce el sistema inmune. La clave es el equilibrio.
Pero podemos decir que los antioxidantes necesarios los podemos obtener solo con la dieta, siempre que sea equilibrada, variada y saludable y para ello necesitamos un especialista que la revise y nos indique que sería lo más adecuado para cada uno  de nosotros.
Hay muchos tipos de antioxidantes y cada uno tiene su propia función y ejercen efectos diferentes en cada persona por ello la elección de la alimentación es fundamental. Algunos de ellos son vitaminas  y otros son compuestos fotoquímicos como los polifenoles.
También están los llamados macro antioxidantes que son compuesto fenólicos que no se absorben en el intestino delgado y que llegan al colon donde los microbios que lo habitan los degradan dando lugar a compuestos antiinflamatorios.

Sin embargo, no es necesario tomar superalimentos para conseguir mejores antioxidantes o macro antioxidantes. Por ejemplo, el aceite de oliva o las legumbres , son productos con un valor nutricional muy completo porque presentan gran cantidad de antioxidantes. No es necesario buscar alimentos exóticos para que nos aporten aquello que cualquier otro alimento más cercano nos aporta como el brócoli, pimientos…
Por otro lado, también hay que decir que, en condiciones normales, no es necesario recurrir a suplementos. Solo en casos carenciales de alguno de ellos y por prescripción facultativa se podrían añadir a una dieta diaria pero no por moda o por tener más. No olvidemos que lo esencial es tener las cantidades adecuadas de todo, ni más ni menos.  Tomar más vitaminas o antioxidantes de las necesarias podría dañar algún órgano como el riñón, en el caso de un exceso de vitamina C. Un alto consumo de vitamina A y E o el selenio puede llegar a intoxicarnos.
Para poder conseguir ese ansiado equilibrio es importante consumir regularmente frutas y hortalizas  como parte de la dieta diaria. Para ayudar podríamos decir que sería necesario comernos el arcoíris, de ese modo nos aseguramos de haber consumido todo lo necesario para ese equilibrio.
Un ejemplo de dicho arcoíris podría ser la vitamina C o ácido ascórbico. Esta vitamina ayuda a preservar del estrés oxidativo a los ácidos nucleicos que conforman el ADN y el RN de las células, y es esencial en la formación del colágeno y la elastina.  Se pueden encontrar en kiwis, cítricos, fresas, pimientos, espinacas, coles…

La vitamina E (tocoferoles, tocotrienoles). Protegen de la oxidación a las membranas celulares de todo el organismo, especialmente a las de las células del sistema nervioso, sistema cardiovascular y muscular. Se encuentran en el aceite de oliva virgen extra,  aguacate y frutos secos.
Carotenoides. Son los responsables de los colores amarillos, anaranjados y rojos de los alimentos: zanahoria, naranja, melocotón, tomate, sandia, papaya, pimientos…  pero también las coles de Bruselas, espinacas o brócoli son ricos en ello.
Polifenoles que se encuentran en frutos rojos, morados como arándanos, moras, cerezas , uvas, vino tinto, cacao, frutos secos…
El selenio es un micromineral antioxidante que se encuentra en la avena y otros cereales integrales, el marisco, los crustáceos, semillas de girasol, calabaza, champiñones, huevos y algunas carnes como el cerdo, pavo, ternera y pollo.
Pues bien, hasta aquí algo más de información sobre los antioxidantes, tan perseguidos por todos porque nadie quiere hacerse viejo.

Montserrat A.



THE ANTIOXIDANTS
When we talk about aging, cosmetics or superfoods, we always pay attention to the antioxidants that a food or product can give us. The reason is not anything, they are the ones that stop the oxidative stress that causes aging and some diseases for that reason, it is important to take them into account and know how they work in our body.
On the other hand, we find free radicals, which would be the opposite of antioxidants. These free radicals are highly reactive molecules formed by odd electrons, which attempt to steal an electron from another molecule. When it is lost, it oxidizes and becomes a free radical starting the chain reaction that causes the organs to deteriorate. At this point, it is where antioxidants intervene, donating an electron to the free radical, stabilizing it and stopping that chain. But no antioxidant, by itself, is able to prevent disease or free radicals are so bad since we need low concentrations for the body to function. This is called "redox" equilibrium (free radicals and antioxidants in equilibrium).
When that balance is broken (ultraviolet radiation, improper diet, stress, tobacco ...) the dreaded "oxidative stress" occurs. Its effects are already known to everyone: aging, neurodegenerative disorders, obesity, diabetes, cardiovascular diseases ...

However, they are also necessary for our body. There are cellular processes in which useful oxidations occur and accumulating high concentrations of antioxidants can interfere with them. For example, T lymphocytes need to be activated from oxidizing molecules. These lymphocytes have an important role in controlling the proliferation of cancer cells. But if we have the bloodstream full of antioxidants, what we do is decrease the effectiveness of the immune system and we may be favoring the proliferation of cancer cells by neutralizing the oxidation produced by the immune system. The key is balance.
But we can say that the necessary antioxidants can be obtained only with the diet, provided that it is balanced, varied and healthy and for this we need a specialist to review it and indicate that it would be the most appropriate for each of us.
There are many types of antioxidants and each one has its own function and they have different effects on each person, so the choice of food is essential. Some of them are vitamins and others are photochemical compounds such as polyphenols.
There are also the so-called macro antioxidants that are phenolic compounds that are not absorbed in the small intestine and that reach the colon where the microbes that inhabit them degrade them giving rise to anti-inflammatory compounds.

However, it is not necessary to take superfoods to get better antioxidants or macro antioxidants. For example, olive oil or legumes are products with a very complete nutritional value because they have a lot of antioxidants. It is not necessary to look for exotic foods to provide us with what any other closest food brings us such as broccoli, peppers ...
On the other hand, it must also be said that, under normal conditions, it is not necessary to resort to supplements. Only in cases of lack of any of them and by optional prescription could they be added to a daily diet but not by fashion or by having more. Let's not forget that the essential thing is to have adequate amounts of everything, neither more nor less. Taking more vitamins or antioxidants than necessary could damage an organ such as the kidney, in the case of an excess of vitamin C. A high consumption of vitamin A and E or selenium can lead to poisoning.
In order to achieve that desired balance it is important to regularly consume fruits and vegetables as part of the daily diet. To help we could say that it would be necessary to eat the rainbow, that way we make sure we have consumed everything necessary for that balance.
An example of such a rainbow could be vitamin C or ascorbic acid. This vitamin helps to preserve the nucleic acids that make up the DNA and RN of cells from oxidative stress, and is essential in the formation of collagen and elastin. They can be found in kiwis, citrus fruits, strawberries, peppers, spinach, cabbage ...

Vitamin E (tocopherols, tocotrienols). They protect the membranes of the entire organism from oxidation, especially those of the nervous system, cardiovascular and muscular system cells. They are found in extra virgin olive oil, avocado and nuts.
Carotenoids They are responsible for the yellow, orange and red colors of food: carrot, orange, peach, tomato, watermelon, papaya, peppers ... but also Brussels sprouts, spinach or broccoli are rich in it.
Polyphenols found in red, purple fruits such as blueberries, blackberries, cherries, grapes, red wine, cocoa, nuts ...
Selenium is an antioxidant micromineral found in oats and other whole grains, seafood, crustaceans, sunflower seeds, squash, mushrooms, eggs and some meats such as pork, turkey, veal and chicken.
Well, here is some more information about antioxidants, so persecuted by everyone because nobody wants to get old.

Montserrat A


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