Cuando
empezamos a trabajar por primera vez, todo es nuevo y nos apetece comer fuera
de casa, un bocadillo, etc… pero cuando esta novedad se convierte en rutina y obligación,
nuestros gustos cambian y empezamos a sustituir esos bocadillos o menús
grasientos por nuestra propia comida, es decir , la tartera de toda la vida.
Los motivos
son muchos, cansancio de ir fuera, estar saludable y fresco para reiniciar la
actividad laboral por la tarde, evitar la pesadez de las digestiones o
simplemente porque nos damos cuenta que la comida de casa es insustituible, por
lo menos durante temporadas.
Pero no solo
estos motivos cuentan. Cada vez más los horarios de comida son más reducidos para
poder salir más pronto por la tarde y pode conciliar trabajo y familia o bien
hobbies por tanto, no siempre en una hora da tiempo de comer tranquilamente
como se debe o bien aprovechamos esa hora para ir al gimnasio y comer algo
ligero y saludable en veinte minutos.
En cualquier
caso, preparar una tartera requiere de ganas, imaginación y planificación para
no aburrirnos y que la tarea de prepararla sea lo más rápido, saludable y fácil
posible.
Aunque este
cambio de hábito nos pueda parecer retro o tarea imposible, podemos decir que
en el año 2007 el 15% de las personas ocupadas se llevaban la comida de cas; en
el 2010 el 28% según datos de la Federación de Usuarios y Consumidores
Independientes. Sin duda, que la crisis
ejerció un papel importante pero otra lectura es que las personas, cada vez más,
piensan en su alimentación y que sea lo más sana posible.
En primer
lugar, debemos elegir bien el recipiente y siempre es preferible utilizar
cristal porque no absorbe olores y porque a la hora de calentarlo al micro es
más sencillo. También hay que mantener la temperatura del tuper. Es decir,
mantenerla siempre refrigerada.
En segundo
lugar hay que tener en cuenta el equilibrio de lo que preparemos. En la comida
hay que ingerir el 35% de las calorías diarias aunque dependiendo de lo que nos
movamos o bien del tipo de trabajo que desarrollemos, los ingredientes y sus
aportes calóricos variaran.
Es aconsejable
incluir verduras, cereales, proteína y
semillas en cada tupper para que la comida sea lo más completa posible. Por
ejemplo, podemos hacer una porción de ensalada con lechuga, brotes y añadir
unas semillas como pipas de calabaza o girasol… una porción de cereal como
quinoa, couscous, arroz integral, trigo sarraceno… y la proteína, pollo, pavo,
tortilla… incluso para hacerlo más sencillo podemos hacer ensaladas frías de
cereales añadiendo, verduras, semillas y acompañándolo por un trozo de
proteína. Si además los productos que utilizamos son de temporada mucho mejor
ya que nos aportarán las propiedades nutricionales adecuadas y necesarias para
afrontar la estación en la que nos encontremos.
Sin embargo,
esta tarea no puede ser de un día para otro. Es necesario tener una mínima
planificación para comprar los productos y poder organizarnos la noche anterior
la comida de día siguiente para no agobiarnos. El cereal, por ejemplo aguanta
en la nevera y bien cerrado en un recipiente de cristal tres o cuatro días con
lo que tendríamos la base de la comida. Si hacemos lentejas podemos apartar
unas pocas para hacer una ensalada de lentejas que nos aportará energía,
vitaminas y mezcladas con arroz proteína
completa. La pasta rellena de verduras también aguanta dos o tres días bien
refrigerada así que podemos hacer canelones o lasaña de carne o verduras
pudiéndose congelar. De ese modo, tendríamos opciones al instante.
Evitemos la
monotonía y el comer siempre lo mismo y del mismo color. Podemos pensar que es
una tontería pero no olvidemos que la comida entra por los ojos y por tanto, la
variedad está en esos pequeños matices que hacen que las cosas estén
apetecibles.
No llevemos la
comida aliñada. No metamos la comida caliente en un recipiente cerrado,
utilicemos aceite de oliva virgen extra, preparemos nuestras propias salsas,
que algunas de ellas aguantan días en la nevera y son versátiles.
Si somos
capaces de organizar estas pequeñas ideas, podremos disfrutar de comida diaria
saludable y no muy onerosa.
Montserrat A
EATING IN THE BUREAU AT THE OFFICE: MUCH MORE
HEALTHY
When we start
working for the first time, everything is new and we feel like eating out, a
sandwich, etc ... but when this novelty becomes routine and obligation, our
tastes change and we begin to substitute those greasy sandwiches or menus for
our own food, that is to say, the pot of all life.
The reasons are
many, tired of going out, being healthy and fresh to restart work in the
afternoon, avoid the heaviness of digestion or simply because we realize that
home food is irreplaceable, at least for seasons.
But not only
these reasons count. More and more meal times are reduced to be able to leave
early in the afternoon and can reconcile work and family or hobbies so, not
always in an hour gives time to eat quietly as it should or we take advantage
of that time to go to the gym and eat something light and healthy in twenty
minutes.
In any case,
preparing a cake requires enthusiasm, imagination and planning to not get bored
and that the task of preparing it is as fast, healthy and easy as possible.
Although this
change of habit may seem retro or impossible, we can say that in 2007, 15% of
the employed people took their meals with them; in 2010, 28% according to data
from the Federation of Independent Users and Consumers. Undoubtedly, the crisis
played an important role but another reading is that people, more and more,
think about their diet and make it as healthy as possible.
First of all,
we must choose the container well and it is always preferable to use glass
because it does not absorb odors and because when heating it to the micro is
simpler. You also have to maintain the temperature of the tuper. That is, keep
it always refrigerated.
Second, we
must take into account the balance of what we prepare. In the food you have to
ingest 35% of the daily calories although depending on what we move or the type
of work that we develop, the ingredients and their caloric contributions will
vary.
It is
advisable to include vegetables, cereals, protein and seeds in each tupper so
that the food is as complete as possible. For example, we can make a portion of
salad with lettuce, sprouts and add seeds such as pumpkin or sunflower seeds
... a portion of cereal like quinoa, couscous, brown rice, buckwheat ... and
protein, chicken, turkey, tortilla ... to make it easier we can make cold
salads of cereals by adding vegetables, seeds and accompanying it with a piece
of protein. If in addition the products that we use are of season much better
since they will contribute us the suitable nutritional properties and necessary
to confront the station in which we are.
However, this
task can not be from one day to the next. It is necessary to have a minimum
planning to buy the products and to be able to organize the previous day's meal
the night before so as not to overwhelm us. The cereal, for example, holds in
the fridge and tightly closed in a glass container three or four days with what
we would have the base of the food. If we make lentils we can set aside a few
to make a lentil salad that will give us energy, vitamins and mixed with rice
complete protein. The pasta stuffed with vegetables also holds two or three
days well refrigerated so we can make cannelloni or lasagna of meat or
vegetables can be frozen. That way, we would have options instantly.
Let's avoid
monotony and always eat the same and the same color. We can think that it is nonsense
but do not forget that the food enters through the eyes and therefore, the
variety is in those small nuances that make things palatable.
Let's not take
the food dressed. Do not put the hot food in a closed container, use extra
virgin olive oil, prepare our own sauces, which some of them hold days in the
fridge and are versatile.
If we are able
to organize these little ideas, we can enjoy healthy and not very expensive
daily food.
Montserrat A
No hay comentarios:
Publicar un comentario