algo habitual en los hombres. En las películas
americanas de los años 50, vemos como los hombres salen de la oficina y se van
a la cockteleria a tomar una copa para
relajarse pero ahora, las mujeres también están tomando ese hábito y una de
ellas soy yo. No diré que voy cada día, pero si cuando me siento algo
desbordada por la presión y la verdad, lo bien que sienta.
Las jóvenes profesionales
se han contagiado de la cultura masculina del alcohol al salir del trabajo. Más
del 70% de las españolas ha bebido en el último año, y no para ahogar penas
como antes, sino como recompensa a un día agotador.
No se trataba de una
cuestión propia de los anuncios de la época que se limitaban a reflejar la
realidad del país, sino de un machismo que rezumaba por los poros de una
sociedad para la que el alcohol era terreno vedado a la mujer, una que en
público se permitía tan solo un anisete, una quina Santa Catalina o un vasito
de sangría.
De aquella española
virtuosa del franquismo hemos pasado a una que quiere beber como los hombres o
por lo menos comportarse como ellos si así lo desean. Es una cuestión de
búsqueda de paridad entre hombre y mujeres, por lo menos en todo aquello que
nos apetezca pero cuidando la salud y no llegando al máximo.
El cambio comenzó a
detectarse afínales del siglo XX: según se refiere en el estudio Género,
alcohol y cultura publicado en 2004, Todos
los grupos de edades, incluido el segmento de 40-65 años, registraban un
alto incremento.
Un estudio hecho por
Lundbeck, señala que un 14,5% de las mujeres reconoce beber dos o más veces a
la semana, y un 29% lo hace al menos dos veces al mes.
Pero hay más, se dice que
el alcohol hace a las mujeres más inteligentes, pero si nos vamos a la fuente
original, descubrimos que la realidad es otra: lo que este estudio refleja es
que la mujeres que deciden practicar el hábito de una copa después del trabajo
son mujeres con un nivel cultural alto y parece ser que el nivel cultural y el
nivel de consumo de alcohol es algo así como proporcional. Lo que sí es cierto,
es que las mujeres con mayor nivel intelectual y mayor rendimiento académico
tienden a tener hijos más tarde, a disfrutar de una vida social activa y a trabajar en entornos laborales masculinos,
en los que la cultura del alcohol está muy presente.
Cuando se habla con
aquellas mujeres que beben una copa tas una larga jornada de trabajo es una
recompensa, un porque yo lo valgo. Un grupo, en definitiva, que ha normalizado
la bebida pero que debemos ser conscientes de los peligros que esto puede ocasionar
a nuestra salud.
Según un estudio de la
OMS de 2010, las españolas beben 10,6 litros de alcohol puro al año, casi el
doble de la media mundial, que se sitúa en 6,2 litros por persona. Sin embargo,
el gran problema no es que un adulto tome una copa, el problema es que estos
tipos de estudios empiezan a desarrollarse en estos hábitos pero en la
adolescencia.
Los diferentes estudios
refrendan que cada vez hay más homogeneidad en el ocio de chicas y chicos; en
este contexto, beber sirve para corroborar la igualdad y cuestionar la cultura
que ve con malos ojos que una chica lo haga. Y se distinguen varios tipos de
consumo. Cuando se trata de una actividad de ocio en un grupo pequeño, como ir
de compras o a dar una vuelta… es similar al del adulto; en cambio, en el grupo
grande surge la necesidad de experimentar límites. Las chicas quieren beber
como los chicos, pero no saben que tienen en contra su propia biología: las
mujeres son más vulnerables que los hombres debido al déficit en una enzima,
metabolizan peor el alcohol; además tienen
un porcentaje menor tanto de grasa corporal como de proporción de agua.
Esto hace ue la dilución de alcohol sea inferior y, por tanto, las
consecuencias tóxicas, mayores.
Resumen de situación
·
La edad media de inicio en el consumo de alcohol
de la española se sitúa en los 17,38 años; la de las adolescentes actuales, en
los 13,58 años.
·
Un 2,3% de las mujeres son bebedoras abusivas;
en el caso de las chicas entre 15 y 19 años, la cifra se eleva al 4,1%.
·
Los fines de semana, solo un 3,8%de las mujeres
son bebedoras abusivas; en cambio, el porcentaje asciende hasta el 23,6% entre
las adolescentes.
·
El promedio semanal de bebedoras abusivas es de
448.000 mujeres; de ellas, 42000 son adolescentes.
·
Los hombres gastan un 60% más que las mujeres
(138€ frente a 86€) y beben con mayor frecuencia (15 consumiciones al año
frente a las 9 de las mujeres).
·
El tipo de bebida es diferente según el sexo.
Los hombres toman ginebra ,ron y whisky, y las mujeres prefieren el ron, aunque
entre ellas destaca considerablemente el consumo del vermut y de cócteles. Fuente: yodona.
Montserrat A
WOMEN AND WORK
AFTER CUP
years ago, have a drink after work was common
in men. In American films of the 50s, we see men leave the office and go to
cockteleria a drink to relax but now women are also taking that habit and one
of them is me. I will not say every day, but when I feel somewhat overwhelmed
by the pressure and the truth, how good it feels.
Young professionals have caught the male
culture of alcohol after work. More than 70% of Spanish have drunk in the past
year, not to drown sorrows as before, but as a reward for a long day.
It was not a matter own ads of the time were
limited to reflect the reality of the country, but a machismo that oozed
through the pores of a society for which alcohol was Brokeback women, one in
public was allowed only one anisete a corner Santa Catalina or a glass of
sangria.
Spanish virtuous Francoism that we have gone to
one that wants to drink like men or at least behave like them if they wish. It
is a matter of seeking parity between men and women, at least we feel like
everything but taking care of health and not peaking.
The change began afínales detected twentieth
century: as referenced in the study Gender, Alcohol and Culture published in
2004, all age groups including 40-65 year segment, recorded a high increase.
A study by Lundbeck, said that 14.5% of women
acknowledged drinking two or more times a week, and 29% do so at least twice a
month.
But there is more, it is said that alcohol
makes people more intelligent women, but if we go to the original source,
discovered that the reality is different: what this study shows is that women
who choose to practice the habit of a drink after work are women with a high
cultural level and it seems that the cultural level and the level of alcohol
consumption is somewhat proportional. What is certain is that women with higher
intellectual level and higher academic achievement tend to have children later,
to enjoy an active social life and work in male work environments, where the
culture of alcohol is very present.
When talking with women who drink a cup tas a
long day of work is a reward, because I'm worth one. A group ultimately has
standardized the drink but we must be aware of the dangers that this may cause
to our health.
According to a WHO study of 2010, the Spanish
drink 10.6 liters of pure alcohol a year, almost twice the world average, which
stands at 6.2 liters per person. However, the big problem is not that adults
have a drink, the problem is that these types of studies begin to develop these
habits but in adolescence.
Different studies countersign that there is
increasing homogeneity leisure girls and boys; in this context, drink served to
corroborate equality and challenge the culture that frowns a girl does. And
various types of consumption are distinguished. When it comes to a leisure
activity in a small group, such as shopping or for a walk ... it is similar to
the adult; however, in the large group to experience the need arises limits.
The girls want to drink like the boys, but do not know they have against their
own biology: women are more vulnerable than men due to the lack of an enzyme,
metabolise alcohol worse; also they have a lower percentage of body fat as much
proportion of water. This makes ue alcohol dilution is less and therefore toxic
consequences greater.
Summary of situation
• The average age of onset for alcohol
consumption in Spanish stands at 17.38 years; the current adolescents in 13.58
years.
• A 2.3% of women are abusive drinkers; in the
case of girls between 15 and 19 years, the figure rises to 4.1%.
• On weekends, only 3.8% of women are abusive
drinkers; however, the percentage rises to 23.6% among adolescents.
• The average weekly abusive drinkers is
448,000 women; of them, 42000 are teenagers.
• Men spend 60% more than women (138 € versus
86 €) and drink more often (15 servings a year, compared with 9 women).
• The type of drink is different according to
sex. Men take gin, rum and whiskey, and women prefer rum, although considerably
highlights including consumption of vermouth and cocktails. Source:
Yodona.
Montserrat A
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