Os dejo este artículo interesante
y simpático que habla de la “celestina de lujo” Amy Andersen en Silicon Valley.
El motivo es simple, aparte de
ser algo peculiar y un tanto chocante, tratándose de la ciudad con más
potencial intelectual y económico del mundo.
La exigencia es tal que se
intenta buscar lo que no existe o lo que no es fácil de encontrar, teniendo en
cuenta, que los interesados en el “amor” dedican su vida al trabajo y la
tecnología. Montserrat A.
Es una 'casamentera' de lujo, la
mujer a quien las élites tecnológicas confían la búsqueda de lo único que se
les resiste: el amor...
Toda persona de sexo femenino que
ha tenido la oportunidad de vivir una temporada en Palo Alto (California) ha
recibido la enhorabuena de sus amigas solteras. En ningún lugar del mundo hay
tanta concentración por metro cuadrado de hombres disponibles, jóvenes y bien
pagados como en las ciudades de Silicon Valley, plagadas de empresas
tecnológicas.
El 90% de los ingenieros de
Twitter son hombres y el 90% de los inversores, también. Se calcula que solo el
mercado de las acciones de Facebook ha creado cerca de 1.000 nuevos millonarios,
la mayoría solteros e imposibles de emparejar. Su ideal romántico es tan
elevado que necesitan un ángel de la guarda, en este caso Amy Andersen, que les
ponga los pies en el suelo.
Ella conoce bien a este
'especimen'. No en vano ha salido con alguno y la idea de crear su empresa,
'Linx Dating', nació de una mala experiencia con uno de esos prohombres
tecnológicos. Amy salía con un inversor. Todo iba bien, pero una noche en un
bar de San Francisco, Amy notó que su amado hacía un barrido. ''¿Qué haces?'',
le preguntó. ''Solo me aseguro de que no haya en la sala otra BBD'. Las siglas
BBD responden a las palabras Bigger Better Deal. [Un acuerdo más grande y
mejor]. Es decir, lo que estaba comprobando era que no hubiese otra opción
mejor a su alcance. Amy comprendió en ese momento que la ansiedad de pescar
siempre a una BBD aún mejor que ella no iba a dejar que su historia de amor
llegara más lejos.
La fundadora de 'Linx Dating'
reconoce que su primera misión, y una de las más difíciles, es conseguir que estos
chicos o señores de Silicon Valley se concentren en una sola opción. Sus
clientes están obsesionados por el tiempo y la eficacia y quieren aplicar estas
reglas al amor.
Amy lleva una década ejerciendo
de 'matchmaker' (celestina) de lujo y cree que Silicon Valley es una versión,
con algunas variantes, de la carrera de locos que es Wall Street: todo pasa muy
rápido, y hay muchas personas de mente tecnológica, concentradas en lo urgente
y expertas en interacciones rápidas, analíticas y utilitarias.
Muchos intentan aplicar a la
búsqueda de pareja la misma metodología que les ha llevado al éxito en su
carrera profesional. Así que, con frecuencia, antes de ayudar a mis clientes a
encontrar pareja debo conseguir que acudan a las sesiones de un 'coach' que les
ayude a llevar bien una primera cita.
Mujerhoy. ¿Por qué es tan difícil
que un hombre encuentre una pareja en Silicon Valley?
Amy Andersen. En parte, por la
cultura de las 'start up'. Google fue la primera gran empresa que intentó
preservar la cultura de una 'start up', vista como un gran parque infantil,
divertido e innovador, con sus futbolines y sus juguetes, a pesar de que se
convertía en una inmensa compañía. Al final, la vida laboral de estos
profesionales en Sillicon Valley se convierte en una extensión de la vida
universitaria: equipos unidos en torno a un proyecto que les ocupa todo su
tiempo. Viven para trabajar en lugar de trabajar para vivir, y esto incluye
salir y emparejarse entre ellos.
MH. Pero hay muchos más hombres
que mujeres en las empresas.
AA. Sí, de hecho, la mayoría de
los puestos tecnológicos están ocupados por hombres y son trabajos solitarios:
se trata de programadores o ingenieros que pasan más de 100 horas a la semana
con su ordenador. De ahí su ausencia de habilidades sociales.
MH. ¿Cómo llegan hasta usted? ¿En
qué estado se los encuentra?
AA. La mayoría llegan convencidos
de que quiere un cambio en su vida personal y están dispuestos a hacer lo que
haga falta. Todo lo que han probado antes, apps, webs de citas, etcétera, no
les ha funcionado. Así que cuando llegan a mí ya están convencidos de que las
relaciones románticas son un activo en el que vale la pena invertir tiempo y
dinero. Y están dispuestos a pagar lo que sea por no llegar a los 40 y seguir
solos.
Amy los pone contra las cuerdas.
Su misión es enmendar a estos niños mimados de la tecnología. Profesionales con
mucho dinero desde que son muy jóvenes, caprichosos y acostumbrados a que el
mundo se adapte a sus deseos. Gente tan meticulosa y exigente que se ha quedado
sola.''Tengo que conseguir que estén dispuestos al compromiso, y luego que se
abran al amor. A veces el proceso es humillante, no importa lo ricos que sean:
la mayoría salen el primer día humillados y llorando''.
Una matchmaker de lujo nunca es
barata y Amy Andersen no es una excepción. Sus tarifas empiezan por 5.500
euros, que incluyen ocho citas cuidadosamente escogidas. Por 27.000€ el cliente
consigue que le sean presentadas 15 mujeres y una red de contactos en todo el
país, además de una fiesta en la que aparecerá una docena de potenciales
parejas.
La tarifa Premium es de 46.000€ e
incluye un entrenamiento para los primeros encuentros, una cita con el dentista
o el dermatólogo y, si hace falta, un cambio de armario o un toque en la
decoración de la casa. Se dice que la propia Amy ha tirado cepillos de dientes
y alfombrillas de baño que tirarían para atrás a la mujer más ciega y
enamorada.
Porque Amy, a pesar de trabajar
en el lugar donde ha nacido la tecnología más disruptiva de la historia de la
humanidad, apuesta por el estilo clásico y retro en el romance. ''Los hombres
han de ser caballeros y las mujeres tienen que dejarse conquistar'', sentencia.
Esta máxima se traduce en: ''Los hombres escuchan y muestran interés hacia la
otra persona (y no se pasan la cita tecleando en el móvil, o hablando de sus
ex), y las mujeres no llegan con el currículum entre los dientes''.
Porque ellas, las solteras de la
zona, tampoco se andan con chiquitas. Amy dice que las admira por su intelecto
y su profesionalidad, pero que muchas veces boicotean sus propias posibilidades
porque ''su acercamiento a una pareja romántica se parece demasiado a lo que
harían con el socio de un negocio: en lugar de coquetear recitan su
currículum''. Amy les cobra igual que a los hombres y sus consejos
escandalizarían a cualquier feminista: ''Usa colores pastel y evita el negro,
minimiza tus éxitos laborales en las primeras citas y finge que te asustan las
películas de terror''.
A Amy se le adjudican cientos de
relaciones, cien matrimonios y varias parejas de largo recorrido. ''Aunque es
frecuente que una vez que el cliente encuentra alguien que realmente le gusta
prefiera el silencio...''. ¿Y cuál ha sido su caso más difícil? ''Tengo ahora
uno que no me lo está poniendo fácil: busca a una mujer con físico de
supermodelo, refinada, de buen carácter, sofisticada, extremadamente
inteligente y lista para el matrimonio. Y no está dispuesto a ser flexible. ¡Lo
quiere todo!''. Fuente: articulo extraido de la revista mujerhoy del dia 1 de
Agosto. Escrito por Silvia Torres.
Montserrat A
AMY ANDERSEN: THE
MATCHMAKER LUXURY IN SILICON VALLEY
I leave this interesting and sympathetic
article about the "luxury matchmaker" Amy Andersen in Silicon Valley.
The reason is simple, besides being something
peculiar and somewhat shocking case of the city's intellectual and economic
potential of the world.
The demand is such that it tries to find what
is not there or it is not easy to find, considering that those interested in
"love" devote their lives to work and technology. Montserrat A.
It is a 'matchmaker' luxury women who rely
technological elites seeking all that resists them: love ...
Every female person who has had the opportunity
to live a season in Palo Alto (California) has received the congratulations of
his single friends. Nowhere in the world there is so much concentration per
square meter of available men, young and well paid as in the towns of Silicon
Valley, riddled with technology companies.
90% of Twitter's engineers are men and 90% of
investors, too. It is estimated that only market shares of Facebook has created
nearly 1,000 new millionaires, the most singles match and impossible. His
romantic ideal is so high that they need a guardian angel in this case Amy
Andersen, who put their feet on the ground.
She knows this 'specimen'. He not for nothing
has come out with one and the idea of creating your company, 'Linx Dating',
born of a bad experience with one of these technological notables. Amy went out
with an inverter. Everything was fine, but one night in a bar in San Francisco,
Amy noticed that his beloved was a sweep. '' What are you doing? '' He asked.
'' Just I tell me that no other room in the BBD '. The acronym BBD respond to
words Bigger Better Deal. [A bigger and better agreement]. That is, what was
checking was that there was a better option at their fingertips. Amy knew then
that anxiety always catch an even better BBD she was not going to let their
love story went any further.
The founder of 'Linx Dating' recognizes that
his first mission, and one of the most difficult, is to get these guys or lords
of Silicon Valley to focus on only one option. Your customers are obsessed by
time and efficiency and want to apply these rules to love.
Amy spent a decade putting of 'matchmaker'
(matchmaker) luxury and believes that Silicon Valley is a version, with some
variations, the rat race that is Wall Street: everything happens very fast, and
there are many technological mind, concentrated on the urgent and experts in
rapid interactions, analytical and utilitarian.
Many try to apply to matchmaking the same
methodology which has led them to success in their careers. So often before
helping my clients find I get couple attending the meetings of a 'coach' to
help them get along a first date.
Mujerhoy. Why is it so difficult for a man to
find a partner in Silicon Valley?
Amy Andersen. In part, by the culture of the
'start up'. Google was the first major company that tried to preserve the
culture of a 'start up', seen as a large playground, fun and innovative, with
their footballs and toys, although it became a huge company. In the end, the
working life of these professionals in Silicon Valley becomes an extension of
university life: teams united around a project that takes them all the time.
They live to work rather than work to live, and that includes going out and
mate with each other.
MH. But there are many more men than women in
business.
AA. Yes, indeed, most of the technological
positions are occupied by men and are solitary work: these are programmers or
engineers who spend more than 100 hours a week with your computer. Hence his
lack of social skills.
MH. How to reach you? In what state they are
found?
AA. Most arrive convinced that wants a change
in her personal life and are willing to do whatever it takes. All you have
tried before, apps, dating sites, etc., has not worked. So when they come to me
already convinced that romantic relationships are an asset in which it is worth
investing time and money. And they are willing to pay whatever it takes to not
reach 40 and go it alone.
Amy puts them on the ropes. Its mission is to
amend these darlings of technology. Professionals with lots of money since they
are very young, capricious and accustomed to the world suits your desires. So
meticulous and demanding people who have been left alone. '' I have to get
willing to compromise, and then they open to love. Sometimes the process is
humiliating, no matter how rich they are: most humiliated out the first day and
crying. ''
A luxury matchmaker is never cheap and Amy
Andersen is no exception. Their rates start at 5,500 euros, including eight
carefully chosen quotations. 27,000 € The customer gets presented to it 15
women and a network of contacts throughout the country, along with a party
where a dozen potential partners appear.
The premium rate is 46,000 € and includes
training for the first meetings, an appointment with the dentist or
dermatologist and, if necessary, a change of wardrobe or a touch in decorating
the house. Amy is said to have thrown itself toothbrushes and bath mats that
would pull back to the blind woman in love.
For Amy, despite working in the place where he
was born the most disruptive technology in the history of humanity, committed
to the classic and retro romance. '' The men must be men and women have to be
won, '' he adds. This maxim means: '' Men listen and show interest in the other
person (and quotation not spend typing on your phone, or talking about your
ex), and women do not come with the curriculum between the teeth '' .
For them, single zone, neither they go by
halves. Amy says admired for his intellect and professionalism, but often
boycott their own potential because '' his approach to a romantic partner is
too similar to what they would do with a business partner: instead of flirting
recite your resume ''. Amy charged as men and their councils scandalize any
feminist: '' Use pastel colors and avoided black, minimizes your career success
in the first few dates and pretend you afraid of horror movies. ''
Amy was awarded hundreds of relationships,
marriages and several hundred long-distance couples. '' Although it is common
that once the customer finds someone who really likes prefers silence ... ''.
And what has been your most difficult case? '' I now have one that is putting
me not easy: looking for a extremely intelligent woman ready for marriage with
supermodel physique, refined, of good character, sophisticated. And he is not
willing to be flexible. She wants everything! ''. Source: Article extracted
from the magazine mujerhoy August 1. Written by Silvia Torres.
Montserrat A
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