Los beneficios estéticos que se
logran con los tacones altos pueden desencadenar complicaciones en el
organismo. Escrito por Carlos F.
Fernández de EL Tiempo.
María Antonieta, obsesionada con
lucir bien, no se bajó de sus tacones ni el día que fue llevada a la guillotina
en 1793. Dicen que si bien los zapatos de tacón se inventaron a mediados del
siglo XVI, solo hasta comienzos del XVIII se popularizaron en Europa, a la par
que Luis XIV les daba valor cortesano para compensar su baja estatura.
Desde entonces, los tacones son
soporte de la vanidad femenina por antonomasia. Además de proporcionar altura
extra, de modelar la figura y de reforzar las curvas, son símbolo de feminidad,
de sexualidad y hasta objeto de adoración y de proyección fetichista. No en
vano, en el siglo XIX en Massachusetts (EEUU)
se castigaba a las mujeres que los usaban por considerar que embrujaban
a los hombres.
La imagen que proyectan los zapatos
altos va más allá de la estética y sea cual sea su significado se soporta en
modificaciones y ajustes a la biomecánica del cuerpo que, no siempre, son
beneficios y que vale la pena analizar en detalle.
Al elevar los talones, el centro
de gravedad del cuerpo se desplaza hacia adelante. Para evitar que la persona se vaya de cara, la espalda y los
hombros tienen que echarse hacia atrás,
conforme la curva lumbar se aumenta, con lo que las nalgas parecen
pronunciarse, el pecho se adelanta, la barriga se disminuye y la entaconada se
ve mucho más erguida.
Olga Lucia Estrada ,
vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, dice que un pie sin
tacones soporta al caminar el 43 por ciento del peso corporal en el ante pie, y
el restante 57 por ciento en la parte de atrás; eso es lo normal.
Un tacón de siete centímetros
descarga adelante el 75% del peso, y uno de 10 cm o más, puede poner más del
90% del peso del cuerpo en los dedos y los metatarsianos, con complicaciones
esqueléticas.
Neil J. Cronin, profesor de
biomecánica de la Universidad de Griffith en Queensland, comprobó que los
músculos de la pantorrilla y los peroneros de las mujeres que usan calzado
elevado son menos eficientes, lo que las hace
susceptibles a esguinces y luxaciones.
Además, el peso adelante , el
zapato angosto y unos músculos más cortos son la triada perfecta para producir
juanetes , dedos en martillo, callosidades bajo el piel y dolor al tratar de
apoyar en lo plano, dice María Fernanda Pérez, fisioterapeuta del Hospital San
Ignacio.
Por otra parte, de acuerdo con el
estudio “influencia de la altura del tacón en la marcha”, publicado en la
revista BIOMECANICA, echar el cuerpo hacia atrás para compensar el centro de
gravedad, aumenta la presión en rodillas y cadera provocando un serio desgaste.
Estrada sostiene además que al
aumentar la curva lumbar, los músculos de esa región se acortan, se tensionan y
ante esfuerzos leves de estiramientos, pueden causar espasmos severos, que
repercuten en los discos entre las vértebras e incluso en los raíces nerviosas.
Montserrat A
CONSEQUENCES OF
WEARING HIGH HEELS AND AN ADVANTAGE
The aesthetic benefits are achieved with high
heels can trigger complications in the body. Written by Charles F. Fernandez of
Time.
Marie Antoinette, obsessed with looking good,
did not get off their heels and the day he was taken to the guillotine in 1793.
They say that while heels were invented in the mid-sixteenth century until the
early eighteenth only became popular in Europe, at the same time Louis XIV gave
courtier value to compensate their short stature.
Since then, the heels are supporting
quintessential feminine vanity. In addition to providing extra height, figure
modeling and reinforcing the corners, they are a symbol of femininity,
sexuality and even objects of worship and fetish projection. Not surprisingly,
in the nineteenth century in Massachusetts (USA) women who used to consider
that bewitched men he was punished.
The image projected high shoes goes beyond
aesthetics and whatever its meaning is supported on amendments and adjustments
to the biomechanics of the body, not always, benefits and worth analyzing in
detail.
By raising the heels, the center of gravity
moves forward. To prevent the person go ahead, back and shoulders have to lean
back, as the lumbar curve increases, which seem to rule buttocks, chest
forward, the belly is reduced and is entaconada more upright.
Olga Lucia Estrada, Vice President of the
Colombian Association of Physical Medicine and Rehabilitation, says a foot
heels walking supports 43 percent of body weight on the front foot, and the
remaining 57 percent in the back; that's normal.
A seven-centimeter heel download below 75% by
weight, and one of 10 cm or more, can put more than 90% of body weight on your
toes and metatarsals, with skeletal complications.
Neil J. Cronin, a professor of biomechanics at
Griffith University in Queensland, found that calf muscles and peroneros of
women wearing high shoes are less efficient, making them susceptible to sprains
and dislocations.
Moreover, the weight forward, the narrow shoe
and a shorter muscles are to produce the perfect triad bunions, hammertoes,
calluses and pain beneath the skin to try to support in the flat, said Maria
Fernanda Perez, San Ignacio Hospital physiotherapist .
Moreover, according to the study
"influence heel height on the fly", published in biomechanics, take
the body back to offset the center of gravity, pressure on knees and hips
causing serious wear .
Estrada also argues that increasing the lumbar
curve, the muscles in that region are shortened, become tight and stretching on
slight exertion, can cause severe spasm, affecting the discs between the
vertebrae and even in the nerve roots.
Montserrat A
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