lunes, 13 de abril de 2015

BOTERO Y EL CIRCO DE LOS IMPOSIBLES

El arte es belleza pero cuando hablamos del arte de Botero,
entonces todo se transforma y pasa a ser ilusión y viendo los episodios diarios de la vida desde otro prisma.
El museo de Antioquia presenta una muestra de 32 oleos y 18 dibujos en los que el famoso artista colombiano pinta, en su estilo particular, animales, malabaristas y contorsionistas en posturas que retan la fuerza de gravedad.

Apenas unos meses después de haber terminado su serie Abu Ghraib sobre tortura y violencia en la cárcel iraquí que lleva el mismo nombre, los malabaristas, contorsionistas, payasos y animales que encontró el maestro Fernando Botero en un circo ambulante de Zihuatanejo en Mexico. Fueron, según el mismo cuenta, el motivo para dibujar sobre un tema más optimista. De ese encuentro nació su serie EL CIRCO, que estuvo abierta hasta el 17 de mayo en el Museo de Antioquia.

La serie fue terminada después de dos años de trabajo y mostrada en su totalidad en el libro EL CIRCO PINTURAS Y TRABAJOS EN PAPAEL, que publico en el 2013.

De acuerdo con Juan Camilo Castaño, miembro del equipo de educación del museo , algunas características de la serie son la interacción entre payasos, domadores, trapecistas y animales, además del manejo de colores vivos que se despliegan en el plano en tonos y armonías arriesgadas, atenuadas por esquemas de composición que llevan orden a sus personajes que , en este caso, asumen posturas y contorsiones impensables en sus figuras características.
 
Aunque Botero había  abordado otros temas de la cultura popular, por ejemplo los espectáculos taurinos, el circo es un tema que, como el mismo lo ha manifestado, se le escapó de su producción artística durante mucho tiempo, especialmente teniendo en cuenta el interés que muchos otros artistas han tenido en esta fiesta.

En su característico uso del volumen, las pinturas de EL CIRCO contienen detalles que las hacen especiales, diferenciándolas de las hechas por artistas como Picasso, Renoir y Seurat que también han trabajado el tema. De acuerdo con Nydia Gutierrez, curadora jefe  del Museo de Antioquia, estos detalles pueden verse en  los retratos frontales y las expresiones logradas con pequeños gestos en los rostros , que aparecen minimizados en proporción a otros volúmenes corporales. La especialista destaca como las pinturas tienen un aire de sensualidad ligera  y atmosfera festiva a la vez que denotan la observación y conocimiento de emociones humanas.

Para castaño EL CIRCO rememora las temáticas festivas que durante años fueron características en la obra del maestro. En la serie, volvemos a ver al artista que se divierte creando mundos en los que las certezas de lo real se ven dislocadas ante los sutiles recordatorios de lo imposible de sus escenas, como las diferencias de escala que hacen de sus imágenes espacios de lógica improbable, y volvemos a ver al Botero de la ironía y la sátira, finaliza.

Montserrat A


BOTERO AND THE CIRCUS OF THE IMPOSSIBLE
Art is beautiful but when we talk about the art of Botero, then everything changes and becomes illusion and seeing the daily events of life from another perspective.
Antioquia Museum presents an exhibition of 32 oil paintings and 18 drawings in the famous Colombian artist paints in his particular style, animals, jugglers and contortionists in positions that defy gravity.

Just months after finishing his series on Abu Ghraib torture and violence in the Iraqi prison of the same name, jugglers, contortionists, clowns and animals found the master Fernando Botero in a traveling circus of Zihuatanejo in Mexico. Were, according to this account, the reason for drawing on a more optimistic theme. That meeting their series was born CIRCUS, which was open until May 17 at the Museum of Antioquia.

The series was completed after two years of work and shown in its entirety in the book THE CIRCUS PAINTINGS AND WORKS papael that the public in 2013.

According to Juan Camilo Brown, a member of the museum education team, some features of the series include the interaction between clowns, lion tamers, acrobats and animals, in addition to managing vivid colors that unfold in the plane in tones and daring harmonies, composition schemes attenuated by leading characters order that, in this case, assume positions and unthinkable in the figures features contortions.

Although Botero had addressed other issues of popular culture, such as bullfighting, the circus is an issue that, as he himself said, he escaped his artistic production for a long time, especially given the interest that many other artists have had on this holiday.

In his characteristic use of volume CIRCUS paints contain details that make them special, differentiating them from those made by artists like Picasso, Renoir and Seurat who have also worked on the issue. According to Nydia Gutierrez, chief curator of the Museum of Antioquia, these details can be seen in the frontal portraits and achieved with small gestures expressions on the faces that appear minimized in proportion to other physical volumes. The specialist stands out as the paintings have an air of sensuality and festive light while denote the observation and knowledge of human emotions atmosphere.

To chestnut THE CIRCUS recalls the festive themes that were characteristic in the master's work for years. In the series, we again see the artist having fun creating worlds in which the certainties of reality are dislocated to the subtle reminders of the impossible of his scenes, such as differences of scale that make your pictures spaces improbable logic and you see this Botero of irony and satire ends.


Montserrat A


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