Hay que considerar que el aporte
hídrico diario total está constituido por todo lo que contiene agua: caldos
vegetales, sopas, zumos, licuados, té , infusiones y alimentos como la fruta y
la verduras fresca.
Nuestro organismo está compuesto
por agua, el 60%. Este porcentaje va disminuyendo conforme nos hacemos mayores.
En el cuerpo, el agua se divide
en tres compartimentos: el interior de las células, donde se halla la mayor
cantidad, el exterior y los vasos sanguíneos.
En su composición, encontramos
numerosos electrolitos, es decir, minerales cuyo equilibrio intra y extra
celular es fundamental para el estado de salud.
El doctor austriaco Alfred
Pischinger denominó el líquido que rodea las células matriz extracelular, y
relacionó el origen de muchas enfermedades degenerativas con la acidificación
provocada por la acumulación de sustancias
de desecho en este medio. Una matriz extracelular, y relacionó el origen
de muchas enfermedades degenerativas con la acidificación provocada por la
acumulación de sustancias de desecho en este medio. Una matriz extracelular
sobrecargada de tóxicos dificulta el paso de nutrientes y oxígeno al interior
de las células, impidiendo su correcto funcionamiento.
De ahí la importancia de mantener
en buen estado nuestros órganos : hígado, riñones, pulmones, piel, intestinos y
sistema linfático.
El medio por el que se eliminan
dichos residuos es también acuoso: orina, heces, sudor y vapor de agua por
medio de la respiración. En esencia, se trata de “cambiar el agua sucia por
agua limpia” a través de una correcta y adecuada hidratación.
Los requerimientos reales varían
en cada persona, ya que están condicionados por
factores como la edad, el estado de salud, la actividad física, la
alimentación, las condiciones ambientales, el metabolismo y la constitución
individual. Hay que considerar que el aporte hídrico diario total está
constituido por todo lo que contiene agua: caldos vegetales, sopas, zumos,
licuados, té, infusiones y alimentos como la fruta y la verdura fresca.
Las personas que orinan
inmediatamente poco después de beber y tienen la sensación de eliminar la misma
cantidad de líquido que deben, no deberían excederse con la ingesta de
líquidos, puesto que esta condición denota una debilidad en su metabolización,
y un exceso de agua podría incluso ser perjudicial, al sobrecargar inútilmente
a los riñones.
Lo ideal es tomar líquidos en
pequeños sorbos durante el día. Se recomienda evitar beber durante las comidas,
ya que de esta manera se diluyen los jugos gástricos. Lo más adecuado es
empezar las comidas con un caldo vegetal o terminarlas con una infusión,
siempre en cantidad moderada. También se desaconseja beber durante la
digestión. Asimismo, es saludable tomar bebidas calientes o a temperatura ambiente
y evitar las frías, ya que pueden alterar las funciones digestivas y la
correcta metabolización.
Podemos considerar el agua de mar
como el medio ancestral que ha originado a todos los seres vivos. De hecho, su
composición electrolítica es la misma del plasma sanguíneo, con la excepción
del sodio . René Quinton, focalizó su interés en descubrir las virtudes
terapéuticas del agua de mar para el organismo.
Con sólo tomar agua de mar
isotónica por vía oral, nuestro medio interno se alcaliniza, el organismo se
activa para volver a su estado de salud originario y potencia sus defensas ante
las enfermedades.
El agua de mar se utiliza con
éxito como coadyuvante en dietas de adelgazamiento y depurativas, y en
tratamiento de diversas enfermedades como la fibromialgia; alergias,
reumatismo, artrosis…
Antes de tomar agua de mar es
recomendable isotonizarla. Rebajarla con agua normal es especialmente
importante para las personas con hipertensión o las que siguen una dieta baja
en sodio. Las personas con enfermedades renales deben consultar con su médico
antes de tomarla.
En las dietas depurativas, se
puede tomar un vaso una hora antes de cada comida. Como mantenimiento, será
suficiente un vaso al día, preferiblemente en ayunas.
En general se recomienda
dedicarle un fin de semana, para no tener compromisos de trabajo y poderlas
combinar con paseos al aire libre, meditación, yoga o simplemente descanso.
Durante estos días limitaremos el
aporte calórico habitual y aumentaremos la ingesta de líquidos.
Evitaremos comidas que requieran
esfuerzo digestivo, como por ejemplo los alimentos grasos, o los que dejan más
residuos, como los que están compuestos por un alto porcentaje de proteínas, y
por supuesto cualquier alimento de origen animal. Este tipo de dieta sólo se
deberá seguir durante un par de días ya que no es una dieta equilibrada.
En caso de que queramos
aprovechar para vaciar completamente los intestinos de residuos fecales,
podemos tomar un vaso de agua de mar hipertónica, zumo de aloe vera o extractos
de plantas que tengan una acción laxante suave.
Antes de emprender estos dos días
de depuración, es importante considerar la estación del año para elegir
correctamente los alimentos y preparados que nos ayuden a adaptarnos a la
temperatura exterior.
Por esta razón durante el
invierno tendrán que predominar verduras de raíces, como nabo, cebolla y
remolacha y especias caloríficas como la canela y el jengibre. En cambio
durante el verano será conveniente consumir frutas, ensaladas y alimentos
frescos en general.
Para realizarlas exponemos a
continuación tres posibilidades que deberán adaptarse a cada persona y
circunstancias:
1. Dos
días de semi ayuno a base de líquidos. Esta es la forma más potente de
limpieza, especialmente si se acompaña con enemas. En este caso debemos reducir
al máximo de actividad física y dedicarnos al descanso.
2. El
primer día se hará un semi ayuno y el segundo día una dieta depurativa. Esta
combinación es ideal para quienes realizan un ayuno o semi ayuno por primera
vez.
3. Dos
días de dieta depurativa. Esta modalidad es más recomendable para quienes no
han realizado nunca un ayuno, o bien no lo toleran , o tienen que permanecer
activos.
DIETA DEPURATIVA PARA INVIERNO
·
En ayunas: Tomar un vaso de agua tibia con verde
de trigo, una pizca de pimienta negra, cúrcuma y jengibre en polvo.
·
Desayuno: Leche de avena templada con copos de
avena, compota de manzana y canela.
·
Media mañana: infusión de salvia. Manzana al
horno.
·
Comida: caldo vegetal con jengibre, miso y
algas. Arroz integral con hojas de kale al vapor.
·
Merienda: infusión de diente de león.
·
Cena: Puré de calabacín, nabo, cebolla tierna y
coliflor. Brócoli al vapor con semillas de sésamo negro.
Semi ayuno para invierno
·
En ayunas: tomar una infusión de salvia,
lavanda, semillas de hinojo, malvavisco y diente de león.
·
Desayuno: leche de avena templada.
·
Media mañana: infusión de salvia.
·
Comida: Caldo vegetal con jengibre, miso y
algas. Licuado de hojas de kale, remolacha y zanahoria.
·
Merienda: infusión de manzanilla amarga.
·
Cena: caldo de cebolla y tomillo.
Dieta depurativa para verano
·
Durante el día: tomar un litro y medio de agua
de mar isotónica.
·
En ayunas: tomar un vaso de agua con el zumo de
medio limón
·
Desayuno: Té verde con menta. Pan de centeno con
aguacate. Gelatina de agar-agar con zumo de manzana.
·
Media mañana: Batido con agua, papaya y ciruelas
pasas.
·
Comida: Ensalada de diente de león, rúcula,
endibia, remolacha, zanahoria y germinados La ensalada se puede acompañar con
dos galletas de arroz integral hinchado. Sopa de melón.
·
Merienda: licuado de manzana, zanahoria, limón y
una cucharada sopera de verde de trigo.
·
Cena: Gazpacho con trocitos de cebolla, pepino y
tomate frescos.
Semi ayuno para verano
·
Durante el día: tomar por lo menos un litro y
medio de agua de mar isotónica.
·
En ayunas: tomar un vaso de agua de coco con
verde de trigo
·
Media mañana: zumo de pomelo y naranja
·
Comida: sopa de sandía y pepino
·
Merienda: limonada
·
Cena : licuado de manzana, apio y zanahoria.
Fuente: cocina vegetariana.
Montserrat A
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