límites como su verdadera peligrosidad, la agricultura
biológica y de proximidad se perfila como la única solución eficaz a medio y
largo plazo para la salud de abejas y de los humanos.
La demanda de estos productos ha
ido siempre a más y en la actualidad estos saludables alimentos ocupan a miles
de apicultores y contribuyen a la economía de muchas zonas rurales. Sin embargo
desde hace algunos años la apicultura
está amenazad en todo el mundo por la diminución de la población de abejas.
Alimentos bajo amenaza, un reciente informe de GreenPeace,
cuantifica la importancia económica de la actividad de los insectos
polinizadores en España en más de 2400 millones de euros anuales. La mayor
proporción de los mismos corresponde a Andalucía, con casi 878 millones de euros, seguida de
Cataluña, Murcia, Aragón y Extremadura. La función de estos polinizadores “es
imprescindible en la alimentación humana, especialmente en el campo de los frutos
secos, el frutícola y el hortícola”. Y esto es especialmente cierto para la
economía española porque España, según el informe, es el segundo productor
mundial de almendras, el cuarto de melocotones y nectarinas , y el tercero de
fresas, cultivos que pertenecen a los sectores más vulnerables a la falta de
polinización por insectos.
Sin embargo, lo cierto es, según
GreenPeace, que la utilización masiva de plaguicidas en la agricultura
convencional provoca repetidamente casos de mortandades masivas de abejas.
El informe recoge una información
reciente que cuantifica en un 56% el número de colmenas desaparecidas en
Galicia desde el año 2000.
Dado que el 70% de los
principales cultivos de la agricultura española para consumo humano dependen de
la polinización por insectos, casi “tres cuartas partes de los cultivos para
alimentación humana están amenazados por su desaparición”, aseguran sus
autores. “Kiwis, calabazas, melones, sandías, calabacín, manzanas, melocotones
o almendras son algunos de los cultivos que podrían desaparecer”, advierte el
informe de GreenPeace, que asegura que las comunidades autónomas más amenazadas
son Asturias, con una vulnerabilidad del 34%, Cataluña 25%, Murcia 24%, Aragón
17%, y Galicia 16,5%.
La búsqueda de soluciones
concretas se complica porque las causas del problema son en sí mismas complejas
e interactúan entre sí. Además existen fuertes intereses contrapuestos.
Entre las causas figuran los
efectos dela globalización y del cambio climático, que estimulan la presencia
de nuevos parásitos en nuevos territorios.
Otro factor que influye en el
declive de las abejas es la progresiva sustitución en las zonas rurales de campos, prados y bosques por
instalaciones industriales, polígonos y urbanizaciones. Y donde no llega la
mancha de cemento llega la agricultura intensiva, especialmente con cultivos
masivos como el del maíz destinado a biocombustible, cultivos que suprimen
completamente las flores silvestres y con ellas el polen del que desde hace
millones de años se nutren las abejas.
La utilización de plaguicidas
aumentó un 56% entre 1990 y 2010. En la actualidad siguen autorizados todavía
319 insecticidas en cuya ficha de registro se advierte que son peligrosos para
las abejas.
Hace años que la mayoría de
estudios científicos (73 sobre 83, según Le Monde) establecen una clara
relación entre el contacto humano con plaguicidas y el cáncer. Como recoge este periódico francés, los
pesticidas, especialmente los organoclorados, también aumentan hasta casi el
doble el riesgo de los agricultores de contraer Parkinson, así como un aumento
del 40% de desarrollar Alzheimer y otras demencias de la senilidad.
“Un modelo de agricultura que
pone en peligro a los polinizadores y al equilibrio ecológico del planeta no es
un modelo a mantener. Es urgente prohibir todos los plaguicidas tóxicos para
las abejas y demás polinizadores y apoyar decididamente la agricultura
ecológica , la única solución de futuro”, explica el portavoz de GreenPeace.
Los plaguicidas químicos fueron
en su momento una enorme esperanza para los agricultores pero ahora, cuando
aparecen con toda
claridad sus inconvenientes y limitaciones se necesitan alternativas
sostenibles e inocuas. Cultivos como la patata, permitieron a las
poblaciones campesinas europeas dejar de
pasar hambre, o al menos sobrevivir mejor. Sin embargo, plagas como el mildiu y
el escarabajo de la patata causaron sólo
en Irlanda alrededor de un millón de muertos y otro tanto en Europa.
En el caso de la patata el
remedio llegó de la mano de los primeros insecticidas químicos, como el verde
París y en 1880 el caldo bordelés . El primero acababa con el escarabajo y el
segundo con el mildiu .
Lamentablemente el escarabajo,
como el mildiu, mutó y se adaptó. Estas
terribles y extendidas plagas se beneficiaron del cambio de modelo de la
agricultura, cada vez más masiva, cada vez menos biodiversa.
Ahora tenía a su disposición
extensos cultivos con miles de plantas iguales. Con el auge de los trasportes ,
las plagas podían atravesar fronteras.
A medida que los insectos se
extendían por el mundo y se hacían más resistentes hicieron falta nuevos
insecticidas, más potentes, y también más tóxicos, que daban a los agricultores
un respiro cada vez más breve.
Los insecticidas no sólo terminan
con su objetivo, sino que a menudo arrasan a los adversarios naturales del
mismo.
Henry David Thoreu, en su Walden
o la vida en el bosque, escribía que “no somos nosotros los que subimos al
tren. Es el tren el que se sube encima nuestro”. En el caso de los plaguicidas
químicos es esto lo que realmente ha
sucedido. Empeñarse en seguir ignorándolo es una irresponsabilidad que se puede
pagar muy cara. El declive de las abejas sólo es un aviso.
Motserrat A
BEES AND EXTINCTION
As pesticides show both its limits and its real
danger, organic farming and proximity emerges as the only effective solution in
the medium and long term health of bees and humans.
Demand for these products has always been more
and today these healthy foods occupy thousands of beekeepers and contribute to
the economy of rural areas. However in recent years is amenazad beekeeping
worldwide by the decrease of the bee population.
Food under threat, a recent Greenpeace report
quantifies the economic importance of the activity of pollinating insects in
Spain in more than 2.4 billion euros annually. The largest proportion of these
corresponds to Andalusia, with nearly 878 million euros, followed by Catalonia,
Murcia, Aragon and Extremadura. The function of these pollinators "is
essential for human consumption, especially in the field of nuts, fruit and
vegetable". And this is especially true for the Spanish economy because
Spain, according to the report, is the second largest producer of almonds, the
fourth of peaches and nectarines, strawberries and third crops belonging to the
most vulnerable to lack of pollination by insects.
But the fact is, according to Greenpeace, the
massive use of pesticides in conventional agriculture leads repeatedly cases of
mass mortality of bees.
The report contains a recent report that
quantifies by 56% the number of hives disappeared in Galicia since 2000.
Since 70% of major crops of Spanish agriculture
for human consumption dependent on pollination by insects, almost
"three-quarters of crops for human consumption are threatened by his
disappearance," say the authors. "Kiwis, pumpkins, melons,
watermelons, squash, apples, peaches and almonds are some of the crops that
could disappear," says the report by Greenpeace, which ensures that the
most threatened regions are Asturias, with a vulnerability 34% Catalonia 25%,
24% Murcia, Aragon 17%, 16.5% and Galicia.
The search for concrete solutions is
complicated because the causes of the problem are themselves complex and
interact. In addition there are strong competing interests.
Causes include the effects dela globalization
and climate change, which stimulate the presence of new parasites into new
territories.
Another factor in the decline of bees is the
gradual replacement in rural areas of fields, meadows and forests for
industrial facilities, parks and neighborhoods. And where there is no concrete
stain comes intensive agriculture, especially with massive crops such as maize
for biofuel crops completely suppress them wild flowers and pollen which for
millions of years bees thrive.
The use of pesticides increased by 56% between
1990 and 2010. Currently 319 still remain allowed insecticides whose
registration form are cautioned that are dangerous to bees.
For years most scientific studies (73 of 83,
according to Le Monde) establish a clear relationship between human contact
with pesticides and cancer. As shown in this French newspaper, pesticides,
especially organochlorines, also increased to almost double the risk of
developing Parkinson farmers, as well as a 40% chance of developing Alzheimer's
and other dementias senility.
"A model of agriculture that threatens to
pollinators and the ecological balance of the planet is not a model to
maintain. It is urgent to ban all pesticides toxic to bees and other
pollinators and strongly support organic farming, the only solution for the
future, "says Greenpeace spokesman.
Chemical pesticides were once enormous hope for
farmers but now, when they appear clearly disadvantages and limitations
sustainable and safe alternatives are needed. Crops such as potatoes, allowed
European peasant populations starve stop, or at least survive better. However,
mildew and pests such as the Colorado potato beetle caused only in Ireland
about a million dead and another in Europe.
In the case of potato remedy came from the hand
of the first chemical insecticides, such as green Paris and in 1880 Bordeaux mixture.
The first ended with the beetle and the second with mildew.
Unfortunately the beetle, such as mildew,
mutated and adapted. These terrible and widespread pest benefited from the
change of model of agriculture, increasingly massive, less and less biodiverse.
Now at his disposal extensive cultivation with
thousands of identical plants. With the rise of the transports, pests could
cross borders.
As insects spread across the world and became
stronger insecticides were needed new, more powerful, and more toxic, giving
farmers an increasingly brief respite.
Insecticides not only end with its objective,
but often devastate the natural opponents of same.
Henry David Thoreu, as Walden or Life in the
Woods, wrote that "not us we got on the train. It is the train which rises
above us. "In the case of chemical pesticides is what actually happened.
Grasp is irresponsible to ignore it you can pay dearly. The decline of bees is
only a warning.
Montserrat A
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