jueves, 23 de octubre de 2014

EL ESFUERZO DISCUTE CON EL DESTINO

Un día el Esfuerzo le dijo al Destino:
Mis logros son mayores que los tuyos.
El destino no estuvo de acuerdo y desafió al Esfuerzo.
¿Qué es lo que has hecho para afirmar que tus logros superan a los míos?

El esfuerzo respondió:
El que alguien viva  una larga vida o muera joven, sea rico o pobre, triunfe o fracase, depende mí.

El destino respondió inmediatamente:
Si eres tan eficaz como dices, ¿por qué no haces ricas a las personas muy trabajadores? ¿Por qué  no les das una vida larga y próspera alas personas virtuosas? ¿Por qué no están empeladas las personas capaces e inteligentes y por qué los estúpidos ocupan puestos importantes en el gobierno?

El esfuerzo no pudo añadir nada ante estos desafíos, así que tímidamente respondió el Destino:
Tienes razón. Después de todo no produzco muchos efectos. Pero me atrevo a afirmar que muchas cosas suceden como suceden porque tú has ido haciendo daño, ¡torciendo el sino de la gente y disfrutando con ello!

El Destino respondió entonces:
Yo no puedo forzar la dirección de las cosas. Simplemente les abro al puerta para que pasen. Si algo va bien, dejo que siga su camino; si algo se desvía, no lo impido. Nadie ni tú ni yo , puede dirigir el curso de las cosas. La vida larga o breve, rica o pobre, el éxito o el fracaso, la buena o la mala suerte, todo se produce por sí mismo. ¿Cómo puedo dirigir los acontecimientos o saber siquiera cómo acabarán las cosas?.

LIE TSE.


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