científicas modernas, en la nutrición se intentó desligar lo
físico de lo espiritual, poniendo el acento exclusivamente en lo primero, como
si no tuviera ninguna influencia sobre lo segundo. De hecho, para cualquier
persona de pensamiento científico tradicional podría sonar absurdo vincular el
espíritu con la alimentación.
Sin embargo, en los últimos
tiempos, con el desarrollo de la neurobiología en especial, la ciencia comenzó
a abrirse a las múltiples relaciones que en realidad hay entre la forma de
alimentación y los comportamientos humanos.
En las comunidades agrícolas o
nómadas, poseían un rigor notable porque esas comunidades estaban obligadas a
conocer de cerca la naturaleza.
Comprendían que el ser humano es
un reflejo de la naturaleza en la que se desarrolla, al igual que esa
naturaleza refleja al ser humano que la habita y la modifica con su forma de
vivir, su agricultura, su cultura, etc…
Cuerpo y alimentos
A medida que las personas se
fueron reuniendo en ciudades y alejándose más y más de sus fuentes de
alimentos, esta sabiduría fue haciéndose vaga. Las personas dejaron de tener
relación directa con su comida. Nunca hubo tanta obesidad como en esta época donde
reinan las dietas.
Esto no implica que las dietas
estén mal, sino que estas descompensaciones muestran el desconocimiento general
acerca de lo que el cuerpo necesita. Buena parte de este desconocimiento pasa
por los efectos emocionales de la comida. En realidad, habría que recordar que
comer de forma indiscriminada, comer con prisas o en exceso, o quedarse sin
comer todo el día, son verdaderas violaciones de las leyes naturales.
Antes de pensar en las calorías o en los
hidratos de carbono, hay que entender que el cuerpo y su alimento son la misma
cosa y deben reconciliarse, respetarse mutuamente y facilitar la buena relación
entre ambos.
Estrés y afectos
Vivimos en una sociedad donde
sobran los alimentos y faltan los afectos. En un ambiente así, muchas veces la
comida tiende a ser utilizada para tapar el vacío que hay en las relaciones
sociales y personales.
Las situaciones de estrés, por
ejemplo, generan un hambre que no es física sino psíquica, porque responde
fundamentalmente a una necesidad de consuelo y bienestar , y no a exigencias
nutricionales.
El estrés reduce las reservas de
serotonina, un neurotransmisor relacionado con las sensaciones de bienestar
emocional y saciedad. Esta carencia genera una inquietud que lleva a comer en
exceso y que no es fácil de controlar. Pero solo los hidratos de carbono
complejos (pan, arroz, pasta, cereales) ayudan a una producción eficaz y
duradera de serotonina. Fuente: salud alternativa.
Montserrat A
FOOD AND EMOTIONS (I)
As has been the case with most modern
scientific disciplines, nutrition tried detach the physical from the spiritual,
emphasizing only the former, as if it had no influence on the latter. In fact,
for anyone from traditional scientific thinking might sound absurd to link the
spirit with food.
However, in recent times, with the development
of neurobiology in particular, science began to open to the multiple
relationships actually form between food and human behavior.
In farming communities and nomadic, had a
remarkable rigor because these communities were forced to learn about nature.
They realized that the human being is a
reflection of the nature in which it develops, like that nature reflects human
beings who inhabit and modify your way of living, agriculture, culture, etc ...
Body and Food
As people were gathering in cities and away
more and more of their food sources, this wisdom was becoming vague. People
stopped directly connected with their food. Never was there so much obesity as
at this time ruled by the diets.
This does not imply that diets are bad, but
these are the general lack decompensation about what the body needs. Much of
this ignorance goes through the emotional effects of the food. Actually, one
should remember to eat indiscriminately, eating in a hurry or excess, or go
without food all day, they are true violations of natural laws. Before thinking
about the calories or carbohydrates, you must understand that the body and food
are the same thing and should reconcile, respect each other and facilitate good
relationship.
Stress and emotions
We live in a society where there are plenty of
food and lack of affection. In such an environment, often the food tends to be
used to cover the void in social and personal relationships.
Stressful situations, for example, generate a hunger
that is not physical but mental, mainly because it responds to a need for
comfort and well-being, not nutritional needs.
Stress depletes serotonin, a neurotransmitter
associated with feelings of emotional well-being and satiety. This lack creates
a concern that leads to overeating and it is not easy to control. But only
complex carbohydrates (bread, rice, pasta, cereals) help efficient and
sustainable production of serotonin. Source: alternative health.
Montserrat A
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