Hay una hormona que es conocida
por su relación con el comportamiento
humano agresivo, sin embargo, esta no es
la única forma en la que esta sustancia química afecta la conducta de las
personas. Se trata de la Testosterona.
Es importante recordar que la
testosterona es una sustancia química que se encuentra también en insectos y
mamíferos, siendo asociada en todos los casos con la selección del género
masculino en los embriones. Asimismo se produce en los ovarios de las hembras y
en pequeñas cantidades por las glándulas suprarrenales.
Entre las muchas funciones
conocidas de la testosterona está la formación de los huesos y los músculos, el
desarrollo de las características masculinas secundarias como el cambio en el
tono de la voz, crecimiento de la barba, entre otros.
la testosterona ha alcanzado su
mayor fama por su relación con la conducta agresiva, las conductas de riesgo y
el egoísmo en los sujetos. No obstante investigaciones recientes han mostrado
la “cara positiva” de esta hormona. Un estudio realizado por M. Kabbaj en la
Universidad Estatal de Florida, Estado Unidos, publicado en la revista
Biologycal Psychiatrya, ha mostrado que existe una región en el hipocampo, el
cual está relacionado con la memoria y la respuesta al estrés, que se
corresponde con el efecto positivo de la testosterona en contra de la depresión.
Un segundo estudio, realizado por
los neurocientíficos C. Eisenneger y M. Naef, de la Universidad de Zurich
(disponible en http://www.nature.com/nature/index.html) ha mostrado que esta
hormona por sí misma no genera conductas como la agresión, conductas de riesgo
o egoísmo y que podría fomentar, también, comportamientos positivos y más
sociales que faciliten a los sujetos asegurar su estatus y posición en las
sociedades humanas.
Un tercer estudio realizados por
M. Wibral y A. Falk, de la Universidad de Bonn, mostró que individuos que
habían recibido un suplemento para aumentar sus niveles de testosterona mentían
menos que aquellos a quienes solo se les dio un placebo, los resultados de esta
investigación contradicen a los que han relacionado a la testosterona con el
comportamiento antisocial y afirman que es posible que de manera conjunta esta
hormona aumente el sentido de orgullo y la necesidad de proyectar una imagen
personal positiva.
En este mismo sentido, otros
estudios recientes proponen que existe un mecanismo fisiológico subyacente de
la testosterona que provoca una menor actividad de la corteza orbitofrontal
cerebral, la cual se relaciona con la mentira, lo que se vería reflejado en una
conducta más honesta de las personas.
Según lo expuesto hasta aquí, es
la interacción entre el medio ambiente social y la testosterona la que podría
marcarla diferencia entre los comportamientos calmados y honestos frente a los
agresivos en los seres humanos.
Texto de Juan David Giraldo Rojas
(fuente: giroforense.blogspot.com)
TESTOSTERONE AND
HUMAN BEHAVIOR
There is a hormone that is known for its
connection with aggressive human behavior, however, this is not the only way in
which this chemical affects people's behavior. Testosterone is.
It is important to remember that testosterone
is a chemical that is also found in insects and mammals, being associated in
all cases with male gender selection in embryos. Also occurs in the ovaries of
females and in small amounts by the adrenal glands.
Among the many known functions of testosterone
is the formation of bones and muscles, the development of secondary male
characteristics as the change in the tone of voice, beard growth, among others.
Testosterone has achieved his greatest fame for
his relationship with aggressive behavior, risk behavior and selfishness in
subjects. However recent research has shown the "positive side" of
this hormone. A study by M. Kabbaj in Florida State University, U.S., published
in the journal Biologycal Psychiatrya has shown that there is a region in the
hippocampus, which is related to memory and stress response, which corresponds
to the positive effect of the Testosterone against depression.
A second study, conducted by neuroscientists C.
Eisenneger and M. Naef, University of Zurich (available in
http://www.nature.com/nature/index.html) has shown that this hormone by itself
does not generate behaviors as aggression, risk behavior or selfishness and
could encourage also positive and social behaviors that facilitate individuals
secure their status and position in human societies.
A third study conducted by M. Wibral and A.
Falk, University of Bonn, showed that individuals who had received a supplement
to increase testosterone levels lying less than those who were given only a
placebo, the results of this study contradict those who have linked to
testosterone with antisocial behavior and say it is possible that this hormone
jointly increase the sense of pride and the need to project a positive
self-image.
In this sense, recent studies suggest that
there is an underlying physiological mechanism of testosterone that causes
decreased activity of the orbitofrontal cortex brain, which is associated with
lying, which would be reflected in more honest conduct of people .
As stated so far, is the interaction between
social environment and testosterone which might mark difference between calm
and honest behaviors against the aggressive humans.
Text David Giraldo Juan Rojas (source:
giroforense.blogspot.com)
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