Cambiar de actitud
vital : enfermedades emergentes
La creencia de no tener derecho a defender lo que se desea o
necesita está en la base de cómo la mujer percibe su proyecto de vida. Así, la
enfermedad se entiende como algo que hay que soportar. Cambiar esta convicción
es el primer paso para superarla.
AL abordar las patologías llamadas emergentes en la mujer,
nos damos cuenta de que las implicaciones psicológicas están directamente
relacionadas con una queja que no solo tiene que ver con un dolor crónico y
diversos síntomas , sino con un mensaje que le dice a la mujer que hay algo en
su vida que no va bien. En la mayoría de los casos, llega a la consulta con un diagnóstico pero, a la vez, trae
consigo un fuerte desgaste emocional que lleva arrastrando desde hace tiempo y
que condiciona su calidad de vida y, sobre todo, sus relacione afectivas y
proyectos personales . Gran parte de este desgaste se debe a que , desde la
aparición de los primeros síntomas hasta que recibe un diagnóstico claro y
preciso, ha visitado a múltiples especialistas
y seguido varios tratamientos.
Desde el punto de vista
emocional, los síntomas más reiterados son: depresión, desgana,
desinterés generalizado, apatía, aislamiento , pérdida de placer en actividades
que ante disfrutaba, baja autoestima… quiero señalar la irritabilidad
especialmente, una consecuencia de hacerlo todo cada día con mucho esfuerzo.
La consecuencia más negativa es la identificación con la
enfermedad, que va acompañada de una serie de pérdidas que se suelen asumir con resignación. Mujeres
cuya calidad de vida se ha ido degradando y que se han visto obligadas a
abandonar actividades y espacios que en
algún momento les daban placer y les hacían sentirse bien consigo mismas.
En cuanto a la terapia , en una primera etapa hablamos, de la legitimización del sufrimiento que
supone convivir con estas enfermedades. ¿Qué significa “legitimar” en este
contexto, escuchar, reconocer, hacer visible ese malestar emocional del cual la
mujer no es consciente en muchos casos y que solo registra a través de los
síntomas corporales.
Se trata de que cada mujer vaya identificando qué necesita y
qué le hace bien en los diferentes momentos y circunstancias. Muchas veces se
tendrán alternativas y no soluciones, pero, se irán haciendo pequeños cambios
que irán contribuyendo a una mejoría en la calidad de vida.
La segunda etapa de
la terapia implica tomar conciencia de la relación que existe entre el cuerpo y los síntomas, las vivencias
emocionales y los pensamientos.
Una tercera etapa implica rediseñar un proyecto de vida
basado en sus propios deseos y
necesidades y no centrado ni subordinado a los de los demás. Para ello, es
necesario : aprender a vivir con su patología. Muchas mujeres han logrado
utilizar los síntomas y convertir el aumento del dolor o el cansancio en una
“señal” que le indica que hay un
descanso que no pudo validar, o un deseo postergado, o que se está
sobrecargando o exigiendo… Eso es
positivizar un síntoma: darle una función de aviso, una señal que hay que
atender.
VALORARSE PARA
AVANZAR
Desarrollar capacidades que le permitan elegir qué quiere
para sí misma.
Tratarse con la misma
atención y cuidado que dedica a los demás.
Entender su cuerpo desde el autocuidado y la posibilidad de
gozar con él.
Lograr no sentir culpa frente a las posibilidades de
elección de su propia vida.
Alcanzar una autonomía económica en la medida de sus
posibilidades.
Desarrollar espacios
de autonomía, de placer y de poder personal.
Ser creadora de alternativas para su propia vida
No delegar en los otros la realización de deseos y proyectos
propios.
Sentirse legitimada en la expresión del enojo y el
cansancio, legitimada para decir “no”.
Los profesionales de la salud deberían incorporar la
perspectiva de género femenina como una
herramienta a la hora de abordar este tipo de enfermedades.
Es fundamental informar a las pacientes de las consecuencias
para su salud física y emocional y en su
calidad de vida.
Corina Hourcade Bellocq
( Psicóloga especializada en temas de salud y mujer)
Change attitude to life: emerging diseases
The belief
of having no right to defend what you want or need is at the core of how women
perceive their life project. Thus, the disease is understood as something to be
endured. Change this conviction is the first step to overcoming it.
AL calls
addressing emerging diseases in women, we realize that the psychological
implications are directly related to a complaint that not only has to do with
chronic pain and various symptoms, but with a message that tells women there
something in your life is not going well. In most cases, comes into the office
with a diagnosis but, in turn, brings a strong emotional wear long drags and
that affects their quality of life and, especially, their emotional and
personal projects related . Much of this attrition is that, from the appearance
of the first symptoms until it receives a clear and precise diagnosis, has
visited multiple specialists and followed several treatments.
From an
emotional standpoint, the repeated symptoms include depression, apathy,
widespread disinterest, apathy, isolation, loss of pleasure in activities you
enjoyed before, low self-esteem ... I note especially irritability, a
consequence of doing everything every day with much effort.
The
negative consequence is the identification with the disease, which is
accompanied by a series of losses that are typically assume resignation. Women
whose quality of life has deteriorated and they were forced to abandon
activities and spaces that at one time gave them pleasure and made them feel
good about themselves.
As for
therapy, in a first step we speak, the legitimization of suffering it means to
live with these diseases. What is "legitimate" in this context,
listen, recognize, make visible the emotional distress which the woman is
unaware in many cases and only recorded through bodily symptoms.
It is every
woman will identify what you need and what you do well at different times and
circumstances. Alternatives will often not solutions, but, will be rendered
small changes that will contribute to an improved quality of life.
The second
stage of therapy involves awareness of the relationship between the body and
symptoms, emotional experiences and thoughts.
A third
stage involves redesigning a life based on their own wants and needs and not
centering or subordinated to those of others. To do this, you need to: learn to
live with their disease. Many women have symptoms and make use increased pain
or fatigue in a "signal" indicating that there is a break that could
not validate, or a desire to put off, or you are overloading or demanding ...
That's positivize one Symptom: give a warning function, a signal that needs
attention.
EVALUATED TO ADVANCE
Develop
skills that allow choose what you want for yourself.
Treated with
the same attention and care it devotes to others.
Understand
your body from the self and the ability to enjoy with him.
Achieving
feel no guilt towards the choice of his life.
Achieving
financial independence to the extent of its possibilities.
Develop areas
of autonomy, pleasure and personal power.
Being
creative alternatives for your own life
No other
delegate to the wish-fulfillment and own projects.
Feeling
legitimized in the expression of anger and exhaustion, entitled to say
"no".
Health professionals
should incorporate the female gender as a tool for tackling these diseases.
It is
essential to inform patients of the consequences for their physical and
emotional health and quality of life.
Corina
Hourcade Bellocq (Psychologist specializing in health and woman)
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