CONTROL Y
ACEPTACION : EMOCIONES
Tratar de acallar las emociones negativas que algunos hechos
desencadenan en nuestro interior no hace más que transformar el dolor en
sufrimiento. Esa lucha que libramos contra nosotros mismos nos agota y nos roba
una energía que necesitamos más que nunca. En cambio, dejando que nos invadan
abrimos el camino para que, por fin, acaben desvaneciéndose.
Cada uno de nosotros preferiría librarse de una parte de las
cosas que la vida activa en él. Algunos malos recuerdos, una ansiedad que se
desencadena ante lo más mínimo, una tristeza que nos asalta sin avisar o
incluso incesantes juicios negativos sobre uno mismo . Sin duda, usted ya ha
intentado no estar triste, no dejarse invadir por la ansiedad, dejar de rumiar
la misma idea o confiar en sí mismo, y no lo ha conseguido, no se preocupe: es
algo muy frecuente.
Cada vez que nos tropezamos con un problema, este se
soluciona porque efectuamos modificaciones en lo que nos rodea. Estamos
habituados a que nuestros actos tengan consecuencias apreciables. Pero esto solo
es válido para lo que pasa en el exterior. Para lo que ocurre en el interior no
funciona.
Las palabras clave de los nuevos enfoques en psicología son
“aceptación y dejar ir”. Aunque la aceptación es importante, en ningún caso es
sinónimo d resignación o pasividad. Si experimentamos emociones y sentimientos
es porque eso nos resulta muy útil: el miedo nos protege de los peligros, la
tristeza nos incita a pedir ayuda, la cólera nos permite salir de un mal paso.
El problema es que creemos que estas emociones tan intensas reflejan la
realidad y confundimos lo que pasa con las repercusiones que puede tener en
nosotros.
A veces, estas emociones constituyen preciosos indicadores
en los que apoyarse par detecta que algo no funciona y decidir actuar.
En cambio, existe un riesgo notable en el hecho de luchar
contra la ansiedad, combatir la tristeza o luchar contra la inquietud. Nuestras
acciones deben dirigirse hacia la vida real, no hacia lo que ella desencadena
en nuestro interior.
Nuestra primera reacción cuando experimentamos una emoción
que no nos gusta: intentamos erradicarla.
Los caminos que seguimos para procurar acallar esa parte de
nosotros son innumerables. Esas órdenes autoeimpartidas: “no piensas más en
ello”, “cálmate”, “lamentarte no sirve de nada”, … Aceptar las propias
emociones es algo que también se aprende. La aceptación es un trabajo de cada
instante, una competencia que se afina con el tiempo. Propongo un ejercicio que
yo mismo practico de vez en cuando, sobre todo cuando percibo que algo me preocupa
hasta el punto de que me impide concentrarme: ¿ha discutido con un viejo amigo
o está preocupado por el futuro profesional de su hijo?
-
Tomese un momento para considerar el problema
que le preocupa.
-
Déjese invadir por los pensamientos
catastróficos que surgen en usted a propósito de este problema que tanto teme
-
Ahora intente imaginar que este problema no se
soluciona. Nunca se reconciliará con ese amigo, y en cuanto a su hijo, no
conseguirá el puesto con el que sueña.
-
Proyéctese en el futuro e imagine que esa
dificultad permanece.
-
Abandónese a ese estado unos instantes. Deje que
las emociones le invadan, que encuentren un lugar en su interior y , por
último, deje que desaparezcan cuando les plazca.
Observe cómo sus pensamientos luchan contra lo que este
ejercicio despierta en usted. ¿ quizá ha pensado que se trata de un ejercicio
completamente estúpido? Todas estas reacciones, son justamente las que hay que
aprender a localizar.
Son las acciones que lo agotan cotidianamente. Y si se agota
a diario luchando contra esas emociones, despilfarrara una gran parte de la
energía que quizá le permitiría encontrar una solución y pasar a la acción.
CONTROL AND ACCEPTANCE: EMOTIONS
Trying to
quell the negative emotions that trigger certain events within ourselves merely
transform pain into suffering. That struggle we wage against ourselves exhausts
us and robs us an energy that we need more than ever. Instead, letting us
invade opened the way for finally end up fading.
Each of us
would prefer to get rid of some of the things that the active life in it. Some
bad memories, an anxiety that is triggered at the least, a sadness that assails
us without warning or even incessant negative judgments about yourself. No
doubt you have already tried not to be sad, not to be overcome by anxiety, stop
ruminating the same idea or trust himself, and he has not succeeded, do not
worry: it's very common.
Whenever we
encounter a problem, this is solved because we make changes in our
surroundings. We are used to that our actions have an appreciable effect. But
this only applies to what happens on the outside. For what happens inside is
not working.
The key
words of the new approaches in psychology are "acceptance and letting
go." Although acceptance is important, in any case stands d resignation or
passivity. If we experience emotions and feelings is because it serves us well:
fear protects us from danger, sadness prompts us to ask for help, we can escape
the wrath of a misstep. The problem is that we believe these intense emotions confuse
reality and reflect what happens to the impact it can have on us.
Sometimes
these emotions are precious indicators against which to pair detects that
something is wrong and decide to act.
Instead,
there is a substantial risk in fact combat anxiety, sadness combat or combat
anxiety. Our actions should be directed towards real life, not to what she
unleashes within us.
Our first
reaction when we experience an emotion that we do not like: try to eradicate
it.
The roads
we take to try to silence that part of us are innumerable. These orders
autoeimpartidas: "do not think about it anymore," "calm
down", "no use whining" ... OK one's emotions is also something
that is learned. Acceptance is a labor of every moment, a competition that is
refined over time. I propose a practical exercise myself occasionally,
especially when I realize that something bothers me to the point that prevents
me from concentrating: has discussed with an old friend or are concerned about
your child's future career?
- Take a
moment to consider the problem concerned.
- Let
yourself be invaded by the catastrophic thoughts that arise in you about this
problem that both fears
- Now try
to imagine that this problem is not solved. Never reconcile with that friend,
and as your child will not get the job with the dreamer.
- Project
yourself into the future and imagine the difficulty remains.
- Surrender
to that state briefly. Let him invade emotions, to find a place within it and,
finally, let disappear as they please.
Notice how
their thoughts fight so this exercise awakens in you. Maybe you've thought that
this is a completely stupid exercise? All these reactions are exactly those
that we must learn to locate.
These are
the actions that deplete daily. And if it runs daily fighting those emotions,
squandering much of the energy that might allow him to find a solution and take
action.
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