viernes, 8 de marzo de 2013

CONTROL Y ACEPTACIÓN: EMOCIONES


CONTROL Y ACEPTACION : EMOCIONES

Tratar de acallar las emociones negativas que algunos hechos desencadenan en nuestro interior no hace más que transformar el dolor en sufrimiento. Esa lucha que libramos contra nosotros mismos nos agota y nos roba una energía que necesitamos más que nunca. En cambio, dejando que nos invadan abrimos el camino para que, por fin, acaben desvaneciéndose.
Cada uno de nosotros preferiría librarse de una parte de las cosas que la vida activa en él. Algunos malos recuerdos, una ansiedad que se desencadena ante lo más mínimo, una tristeza que nos asalta sin avisar o incluso incesantes juicios negativos sobre uno mismo . Sin duda, usted ya ha intentado no estar triste, no dejarse invadir por la ansiedad, dejar de rumiar la misma idea o confiar en sí mismo, y no lo ha conseguido, no se preocupe: es algo muy frecuente.
Cada vez que nos tropezamos con un problema, este se soluciona porque efectuamos modificaciones en lo que nos rodea. Estamos habituados a que nuestros actos tengan consecuencias apreciables. Pero esto solo es válido para lo que pasa en el exterior. Para lo que ocurre en el interior no funciona.
Las palabras clave de los nuevos enfoques en psicología son “aceptación y dejar ir”. Aunque la aceptación es importante, en ningún caso es sinónimo d resignación o pasividad. Si experimentamos emociones y sentimientos es porque eso nos resulta muy útil: el miedo nos protege de los peligros, la tristeza nos incita a pedir ayuda, la cólera nos permite salir de un mal paso. El problema es que creemos que estas emociones tan intensas reflejan la realidad y confundimos lo que pasa con las repercusiones que puede tener en nosotros.
A veces, estas emociones constituyen preciosos indicadores en los que apoyarse par detecta que algo no funciona y decidir actuar.
En cambio, existe un riesgo notable en el hecho de luchar contra la ansiedad, combatir la tristeza o luchar contra la inquietud. Nuestras acciones deben dirigirse hacia la vida real, no hacia lo que ella desencadena en nuestro interior.
Nuestra primera reacción cuando experimentamos una emoción que no nos gusta: intentamos erradicarla.
Los caminos que seguimos para procurar acallar esa parte de nosotros son innumerables. Esas órdenes autoeimpartidas: “no piensas más en ello”, “cálmate”, “lamentarte no sirve de nada”, … Aceptar las propias emociones es algo que también se aprende. La aceptación es un trabajo de cada instante, una competencia que se afina con el tiempo. Propongo un ejercicio que yo mismo practico de vez en cuando, sobre todo cuando percibo que algo me preocupa hasta el punto de que me impide concentrarme: ¿ha discutido con un viejo amigo o está preocupado por el futuro profesional de su hijo?

-          Tomese un momento para considerar el problema que le preocupa.
-          Déjese invadir por los pensamientos catastróficos que surgen en usted a propósito de este problema que tanto teme
-          Ahora intente imaginar que este problema no se soluciona. Nunca se reconciliará con ese amigo, y en cuanto a su hijo, no conseguirá el puesto con el que sueña.
-          Proyéctese en el futuro e imagine que esa dificultad permanece.
-          Abandónese a ese estado unos instantes. Deje que las emociones le invadan, que encuentren un lugar en su interior y , por último, deje que desaparezcan cuando les plazca.
Observe cómo sus pensamientos luchan contra lo que este ejercicio despierta en usted. ¿ quizá ha pensado que se trata de un ejercicio completamente estúpido? Todas estas reacciones, son justamente las que hay que aprender a localizar.
Son las acciones que lo agotan cotidianamente. Y si se agota a diario luchando contra esas emociones, despilfarrara una gran parte de la energía que quizá le permitiría encontrar una solución y pasar a la acción.


CONTROL AND ACCEPTANCE: EMOTIONS

Trying to quell the negative emotions that trigger certain events within ourselves merely transform pain into suffering. That struggle we wage against ourselves exhausts us and robs us an energy that we need more than ever. Instead, letting us invade opened the way for finally end up fading.
Each of us would prefer to get rid of some of the things that the active life in it. Some bad memories, an anxiety that is triggered at the least, a sadness that assails us without warning or even incessant negative judgments about yourself. No doubt you have already tried not to be sad, not to be overcome by anxiety, stop ruminating the same idea or trust himself, and he has not succeeded, do not worry: it's very common.
Whenever we encounter a problem, this is solved because we make changes in our surroundings. We are used to that our actions have an appreciable effect. But this only applies to what happens on the outside. For what happens inside is not working.
The key words of the new approaches in psychology are "acceptance and letting go." Although acceptance is important, in any case stands d resignation or passivity. If we experience emotions and feelings is because it serves us well: fear protects us from danger, sadness prompts us to ask for help, we can escape the wrath of a misstep. The problem is that we believe these intense emotions confuse reality and reflect what happens to the impact it can have on us.
Sometimes these emotions are precious indicators against which to pair detects that something is wrong and decide to act.
Instead, there is a substantial risk in fact combat anxiety, sadness combat or combat anxiety. Our actions should be directed towards real life, not to what she unleashes within us.
Our first reaction when we experience an emotion that we do not like: try to eradicate it.
The roads we take to try to silence that part of us are innumerable. These orders autoeimpartidas: "do not think about it anymore," "calm down", "no use whining" ... OK one's emotions is also something that is learned. Acceptance is a labor of every moment, a competition that is refined over time. I propose a practical exercise myself occasionally, especially when I realize that something bothers me to the point that prevents me from concentrating: has discussed with an old friend or are concerned about your child's future career?

- Take a moment to consider the problem concerned.
- Let yourself be invaded by the catastrophic thoughts that arise in you about this problem that both fears
- Now try to imagine that this problem is not solved. Never reconcile with that friend, and as your child will not get the job with the dreamer.
- Project yourself into the future and imagine the difficulty remains.
- Surrender to that state briefly. Let him invade emotions, to find a place within it and, finally, let disappear as they please.
Notice how their thoughts fight so this exercise awakens in you. Maybe you've thought that this is a completely stupid exercise? All these reactions are exactly those that we must learn to locate.
These are the actions that deplete daily. And if it runs daily fighting those emotions, squandering much of the energy that might allow him to find a solution and take action.

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