martes, 26 de marzo de 2013

SANTIAGO DE CHILE: IGLESIA LOS DOMINICOS EN LAS CONDES


La iglesia de los Dominicos en Las Condes , Santiago de Chile

La Iglesia San Vicente Ferrer se encuentra junto al Pueblito Los Dominicos en Av. Apoquindo 9085, Las Condes. Fue construida por Joaquín Toesca

Se trata de una bonita Iglesia Colonial, cuyas cúpulas de cobre se pueden apreciar desde muchas cuadras de distancia, es un conjunto significativo dentro de los espacios patrimoniales de la comuna de Las Condes.
 A la llegada de los españoles estas tierras pertenecían al cacique Apoquindo y en ella había gran población indígena.
 Pedro de Valdivia otorgó esta encomienda a Inés de Suárez, quien luego contrajo matrimonio con Rodrigo de Quiroga, quedando para sus descendientes.
 A mediados del siglo XVII esta hacienda perteneció a don Antonio Chacón Quiroga y luego la heredó su hija Constanza Chacón.
 Sin dejar descendientes, en 1717 pasó a manos de Luis Francisco de Avaria y Zabala y 1739 a su hijo Francisco de Avaria y Morales.
 En 1767 la Hacienda de Apoquindo fue comprada por Antonia Portusagasti, esposa de Juan Cranisbro (del irlandés Gainsboroungh) quienes decoraron ricamente la propiedad y construyeron una iglesia en memoria de sus hijos muertos en la infancia ( por eso dos torres).
 A la muerte de Cranisbro, sin herederos, legó su casa y la iglesia a la orden de Los Dominicos a condición que fundaran una casa de ejercicios para los campesinos del lugar, desmembrando la hacienda.
 Posteriormente la hacienda fue adquirida por un novicio de la orden
José María Urmeneta quien renunció a sus bienes a favor de los Dominicos.
 En 1811 el prior de la Orden Fray Justo Santa María del Oro edificó varios claustros y alargó la antigua capilla.
En 1824 Urmeneta se secularizó y trató de recuperar su hacienda. La Orden y Urmeneta llegaron a un acuerdo en 1834, donde con el pago de 12,000 pesos Los Dominicos se quedaban con las tierras.
Fue declarada Monumento Nacional, fue el año 1978 en que la orden dominica permitió a una serie de artesanos ubicarse a las afueras del templo. Cuatro años más tarde, con la participación de Fernando Bórquez en el diseño paisajístico, se instalaron una serie de locales que motivó a la municipalidad de Las Condes arrendar este espacio a la curia, generando de manera definitiva el pueblito de los Dominicos.
Tiene la simplicidad y la pureza de líneas características de ese maestro de la arquitectura. Posee anchos portones de madera ennegrecidos, corredores laterales e interiores, vigas al descubierto y rejas forjadas.
La estructura del templo une dos cubos entrelazados por sus vértices en donde el más alto contiene el altar y el coro de las monjes, correspondiendo el más bajo a la nave de los fieles. Su planta refleja el programa de una iglesia monástica ; es así que las dos comunidades, monjes y fieles se unen en torno al altar, pero quedan separados espacialmente por la estrechez que forma el ensamble de los dos cubos. El altar es el centro del conjunto, hacia él convergen techos y muros, luces y sombras. El acceso corresponde a un cuerpo curvo y ascendente, construido por una rampa, que desde el ingreso al templo conduce hacia la nave, rematando con la imagen de la Virgen ; ella mira hacia la cruz que en el otro extremo del espacio interior preside el altar. El interior refleja la profunda intención de los diseñadores de crear un ambiente de recogimiento que incite a la oración, y transmite el espíritu monástico del edificio. De ahí que el juego de la luz resbalando por los blancos muros pintados de cal, es de primordial importancia, así como también la simplicidad del cubo con su desnudez, grandeza y hermeticidad, que se niega al paisaje circundante. Según palabras de sus propios autores : Se buscó que esta iglesia fuera pobre y magnífica a la vez, como una roca a la que nada le falta y nada le sobra y que, su silencio, estará siempre hablándonos de Dios. ( fuente: www.monumentos.cl)(fotografias Google image)
Saludos


The church of the Dominicans in Las Condes, Santiago, Chile

The San Vicente Ferrer Church next to Pueblito Los Dominicans in Apoquindo 9085, Las Condes. It was built by Joaquín Toesca

It is a beautiful colonial church, whose copper domes can be seen from many blocks away, is a significant body of heritage sites within the borough of Las Condes.
 On arrival of the Spanish these lands belonged to the cacique Apoquindo and she had large indigenous population.
 Pedro de Valdivia gave this charge to Inés de Suárez, who later married Rodrigo de Quiroga, leaving to his descendants.
 A mid-seventeenth century this estate belonged to Don Antonio Chacón Quiroga and then inherited by his daughter Constance Chacón.
 While descendants, in 1717 passed to Luis Francisco Zabala and 1739 Avaria and his son Francisco de Avaria and Morales.
 In 1767 the Treasury was purchased by Apoquindo Portusagasti Antonia, wife of John Cranisbro (Gainsboroungh Irish) who decorated richly property and built a church in memory of their dead children in childhood (hence two towers).
 A Cranisbro death without heirs, bequeathed his house and the church to the Dominican order provided that founded a retreat house for the peasants, dismembering the hacienda.
 Later the property was acquired by a novice of the order José María Urmeneta who resigned from his property in favor of the Dominicans.
 In 1811 the prior of the Order Fray Justo Santa María del Oro built several cloisters and reached the old chapel.
Urmeneta was secularized in 1824 and tried to recover his property. The Order and Urmeneta reached an agreement in 1834, where the payment of 12,000 pesos The Dominicans were left with land.
It was declared a National Monument, was the year 1978 when the Dominican order allowed a number of artisans located just outside the temple. Four years later, with the participation of Fernando Bórquez in landscape design, installed a series of premises that motivated the municipality of Las Condes lease this space to the curia, generating definitively the village of the Dominicans.
It has the simplicity and purity of lines characteristic of that master of architecture. Widths has blackened wooden doors, side and interior corridors, exposed beams and forged railings.
The temple structure joins two cubes linked by their vertices where the highest containing the altar and the choir of the monks, the lowest corresponding to the nave of the faithful. Its plan reflects a monastic church program; much so that the two communities, monks and worshipers come together around the altar, but are spatially separated by the narrow forming the assembly of the two hubs. The altar is the center of the set, converging toward him ceilings and walls, lights and shadows. Access corresponds to an upward curved body, built a ramp that since admission to the temple leads to the nave, topped with the image of the Virgin, she looks to the cross at the other end of the interior space over the altar . The interior reflects the profound intention of the designers to create an atmosphere of meditation that encourages prayer, and transmits the monastic spirit of the building. Hence, the play of light running down the white walls whitewashed, is of paramount importance, as well as the simplicity of the cube with his nakedness, grandeur and tightness, which refuses the surrounding landscape. In the words of its authors: We sought that this magnificent church was poor and at the same time, like a rock to which nothing is lacking and nothing left over, and that his silence, God is always speaking to us. (Source: www.monumentos.cl)
regards



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