lunes, 27 de junio de 2016

PROFESIONALES FELICES CON SU TRABAJO

Sólo las organizaciones que estén dispuestas a apostar, reconocer y recompensar la aportación de sus empleados conseguirán ganar la guerra por el talento. Si realmente es lo que buscan.
En época de crisis, momentos de apretar el cinturón, las empresas apenas se preocupan por el compromiso de sus empleados, solo tienen “ojos “ y tiempo para la cuenta de resultados. Sobran dedos de una mano para contar  el número de organizaciones que son conscientes de que un profesional que esté comprometido con los objetivos de negocio es oro. Sin embargo, cuando las cosas comienzan a ir bien, que los empleados den lo mejor de si mismos, que no tengan inconveniente en aportar valor añadido para contribuir a un proyecto en el que cree y , además, estén satisfechos con su trabajo es una prioridad.

A veces, el conseguir trabajadores involucrados y comprometidos es casi una quimera pero cuando se tienen en la empresa no siempre son valorados y se escuchan. Eso hace que estos perfiles busquen otras salidas aunque eso signifique tener que buscar otra empresa.
Una encuesta de la firma Gallup refleja que la falta de compromiso de los empleados en Estados Unidos supone un coste anual que va de los 450 mil los 550 mil millones de dólares en pérdidas de productividad.
Este dato, extraído del Informe Tendencias 2016 de Sodexo, hace prever que los riesgos de pérdidas de ese volumen aumentan a medida que la economía se fortalece, la guerra por el talento se recrudece y reclutar e interesar a los mejores profesionales y más brillantes se vuelve aún más crucial. Hoy en día, el compromiso,  es una estrategia de negocio. Aquellos que lo sigan considerando una función de recursos humanos, a poco que se descuiden, verán cómo sus plantillas pierden músculo y se quedan con aquellos profesionales que van al trabajo, no a trabajar. Lo peor es que esta actitud provoca una mella importante en la carrera de os profesionales. Al desempeñar una actividad que no es interesante para ellos, no evolucionan ni como profesionales ni como personas. En esta situación nos encontramos ante robots que hacen lo que les dicen sin aportar un valor añadido a su trabajo, ya que creen que no sirve de nada dar más a una organización que no les ofrece ni las herramientas ni el entorno laboral adecuado.

Pero con esta situación todos ganan y el empleado saldrá reforzado anímicamente y profesionalmente si se cree en los valores que propugna la empresa. Nuestros empleados  serán unos auténticos embajadores  de la marca.
Todo esto es perfecto pero llegar a los profesionales no es siempre fácil, es siempre un desafío. Para ello hay que conocer quiénes son los empleados y dónde se encuentran, habida cuenta de que, el 30% de la población activa trabaja en remoto: “esto requiere un especial énfasis en la aplicación de las herramientas adecuadas y estrategias de comunicación para tocar todos los segmentos dentro de la organización, desde los trabajadores de escritorio hasta los empleados de primera líneas”.  Sin embargo, todo esto es complicado porque reconocer y comunicarse con los empleados que están en primera línea de cara al cliente no es sencillo, “pero ellos son la cara de la empresa, los embajadores de la marca. Tienen un papel fundamental en el éxito, la visión y la misión de la empresa y son esenciales para implementar los programas de compromiso de los empleados”.  Es muy revelador un dato que recoge Sodexo extraído de El impacto de compromiso de los empleados en el rendimiento, un informe realizado por Harvard Business Review Analytic Services: “ Las empresas deben alinear sus comunicaciones para que sean compatibles con sus culturas corporativas”. El troncal de este artículo ha sido desarrollado por Montse Mateos . El Mundo domingo

Montserrat A.

PROFESSIONAL HAPPY WITH HIS WORK
Only organizations that are willing to bet, recognize and reward the contribution of its employees get to win the war for talent. If it really is what they seek.
In times of crisis, times of belt tightening, companies just care about the commitment of its employees only have "eyes" and time to the income statement. Sobran fingers of one hand to count the number of organizations are aware that a professional who is committed to business goals is gold. However, when things start to go well, that employees give the best of themselves, who have no objection to add value to contribute to a project that believes and also are satisfied with their work is a priority .

Sometimes, getting involved and committed workers is almost a pipe dream but when you are in the company are not always valued and heard. That makes these profiles seek other outlets even if it means having to look for another company.
A Gallup poll reflects the lack of commitment of employees in the United States represents an annual cost ranges from 450 000 to 550 billion dollars in lost productivity.
This data, extracted from Trends Report 2016 Sodexo, it seems to indicate that the risk of loss of that volume increase as the economy strengthens, the war for talent rages and recruit and interest the best professional and brightest becomes even more crucial. Today, the commitment is a business strategy. Those who follow considering a human resources function, just being neglected, will see their workforces lose muscle and stay with those professionals who go to work, not to work. The worst thing is that this attitude causes a significant dent in you career professionals. In performing an activity that is not interesting to them, they do not evolve or as professionals and as people. In this situation we are faced with robots that do what they are told without adding value to their work, as they believe it is useless to give more to an organization that offers them neither the tools nor the right working environment.

But with this win-win situation and the employee will be strengthened emotionally and professionally if you believe in the values ​​advocated by the company. Our employees are a genuine brand ambassadors.
All this is perfect but getting professional is not always easy, it is always a challenge. This requires knowing who the employees and where they are, given that 30% of the workforce works remotely, "this requires a special emphasis on the application of appropriate tools and communication strategies to play all segments within the organization, from desktop to workers employees first lines. " However, this is complicated because recognize and communicate with employees who are on the front line facing the customer is not simple, "but they are the face of the company, the brand ambassadors. They have a key role in the success, vision and mission of the company and are essential to implement programs employee engagement ". It is revealing a figure that reflects Sodexo extracted from the impact of employee engagement in performance, a report by Harvard Business Review Analytic Services: "Companies must align their communications to be compatible with their corporate cultures". The backbone of this article has been developed by Montse Mateos. Sunday World


Montserrat A.

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