La hora de la cena a menudo es el
único momento del día en el que la familia está reunida. Por más pequeña que
sea tu casa, reserva un área especial para que podáis sentaros y comer juntos.
El este, el sureste el oeste y el
noroeste de tu hogar son las direcciones ideales para el comedor. El ambiente
del este es más animado y especialmente favorable para el desayuno, pues el sol
brilla en el este por las mañanas.
La energía del sureste favorece
la conversación, y la del oeste es ideal para disfrutar del romance y las
reuniones sociales. El oeste también es particularmente favorable a la
hora de cenar, en la que el atardecer
llena de energía esta parte de tu casa. El noroeste es más apropiado para una
cena más seria y formal.
Evita comer en el nordeste de tu
casa, pues la energía Chi allí es
tajante e imprevisible: en absoluto el ambiente propicio para una comida
relajada.
La superficie de los muebles
tiene que ser fácil de limpiar: la madera es ideal, pues no acelera la energía
Chi.
Lo ideal es que la iluminación
sea variada: las luces bajas favorecen las cenas románticas, pero en otros
momentos son más aconsejables las luces brillantes. Los interruptores
graduables permiten ambas opciones. Las velas añaden energía del fuego, y contribuyen
a crear una atmósfera más cálida y animada.
Las persianas de tela son
preferibles a las cortinas, pues evitan que la energía Chi se estanque.
Los suelos de madera natural son
fáciles de limpiar y ejercen un influjo neutro sobre el Chi. Evita las alfombras.
Colocar un espejo que refleje la
mesa, en la pared o encima de un aparador, para
potenciar la energía Chi de los alimentos.
Si sueles comer allí durante el
día, usa colores brillantes. Los tonos oscuros serán más adecuados si lo usas
sobre todo para cenar.
En el este, el verde brillante o
el verde hierba darán aliento a la vibrante energía de esta dirección. En el
sureste, que es más sereno, usa tonos oscuros de verde o de azul. Algunos
brochazos irregulares o lavados con agua potenciarán la energía.
El rosa oscuro o el rojo óxido
son los colores adecuados para el oeste, ideal para las comidas vespertinas.
Los muros blancos o grises son
los más apropiados para la dignidad del noroeste. Algunos matices de rojo o de
plata en los adornos, junto con un mantel de lino, potenciarán el ambiente de
este comedor formal.
Las mesas redondas y ovaladas
ofrecen más alternativas para distribuir las sillas de modo que los comensales
puedan sentarse en armonía. En las cuadradas y las rectangulares, la elección se
limita a cuatro Direcciones. Si tienes
una mesa alargada y sientas más de dos
personas en cada lado, quizá no puedan conversar con comodidad.
La superficie de la mesa
tiene que ser fácil de limpiar. Las
maderas naturales son bastante resistentes, y fáciles de conservar. Las maderas
claras como el pino y el olmo, que son más Yin, son las mejores para las
comidas en familia. Las maderas oscuras, duras y pulidos, como el roble, la
caoba o la teca son más Yang y más apropiadas para las ocasiones formales. El
mármol, el cristal y otras superficies duras aceleran el flujo del Chi a través
de la mesa.
Los pequeños detalles, como el
color de las servilletas, la forma de los individuales o la presencia de
ciertas plantas, ejercen efectos sutiles, que enriquecen la atmósfera general
de la habitación.
Montserrat A
DINING: FENG SHUI
The dinner is often the only time of day when
the family is together. For small as your house, reserve a special area so that
you can sit and eat together.
The east, west and south west of your home are
the ideal address for the dining room. The atmosphere of this is more lively
and particularly favorable for breakfast, as the sun shines in the east in the
morning.
Southeast Energy promotes conversation, and
West is ideal for enjoying the romance and social gatherings. The West is also
particularly favorable to the dinner, which fills the evening of energy is part
of your home. The northwest is more appropriate for a more serious and formal
dinner.
Avoid eating in the northeast of your house as
energy Chi is there sharp and unpredictable: in all the right environment for a
relaxed meal.
The surface of the furniture should be easy to
clean: wood is ideal, not speed because the energy Chi.
Ideally, the illumination is varied: the
lowlights favor romantic dinners, but at other times are more desirable bright
lights. The adjustable switches allow both options. Candles add fire energy,
and help create a warm and lively atmosphere.
Blinds fabric curtains are preferred because
they avoid the energy Chi to stagnate.
The natural wood floors are easy to clean and
exert a neutral influence on Chi. Avoid carpets.
Place a mirror that reflects the table, on the
wall or on top of a dresser, to enhance the chi energy food.
If you usually eat there during the day, use
bright colors. The dark tones will be more suitable if you use especially for
dinner.
In the east, or the bright green grass give
breath to the vibrant energy of this direction. In the southeast, which is more
serene, use darker shades of green or blue. Some irregular or water washes will
enhance energy strokes.
The dark pink or red oxide are the right colors
to the west, perfect for evening meals.
White or gray walls are most appropriate to the
dignity of the northwest. Some shades of red or silver ornaments, along with a
linen tablecloth, will enhance the atmosphere of the formal dining room.
The round and oval tables offer more
alternatives for distributing the chairs so that diners can sit in harmony. In
the square and rectangular, the choice is limited to four directions. If you
have a long table and sit more than two people on each side, maybe they can not
converse in comfort.
The table surface has to be easy to clean.
Natural woods are quite resistant, and easy to maintain. Light woods such as
pine and elm, which are more Yin, are best for family meals. The dark, hard and
polished, like oak, mahogany or teak wood and Yang are more appropriate for
formal occasions. Marble, glass and other hard surfaces accelerate the flow of
Qi through the table.
Small details like the color of the napkins,
the shape of the individual or the presence of certain plants, exert subtle
effects that enrich the overall atmosphere of the room.
Montserrat A
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