miércoles, 23 de abril de 2014

TENER NUESTRO PROPIO ESPACIO

Nuestro propio espacio
Siempre que decidimos cambiar de vivienda, hotel,
apartamento… pensamos siempre en las personas que nos rodean y sus necesidades, porque comprendemos que deben tener su propio espacio y lugar donde realizarse y donde nadie pueda molestarles, su lugar, su rincón , su zona privada.
Si os fijáis, todo animal marca su territorio  y por tanto nosotros también necesitamos delimitar nuestro espacio, ese lugar donde podamos ser nosotros mismos, donde nadie pueda tocar nada, donde sintamos que es “nuestro espacio prohibido”.

Esta es una de las maneras de abstraerse y centrarse en nuestro interior para reflexionar, ordenar nuestra vida, darle sentido. Y conocernos. No se trata de convertirse en un monstruo egocéntrico, pero tampoco de que los otros nos devoren todos los espacios con los demás, deviene en un elemento fundamental para afrontar la vida con éxito: el equilibrio emocional.

Cualquier ser humano siente la necesidad de reconocerse como único, válido y distinto pensar por sí mismo, ordenar sus ideas y emociones, tomar decisiones propias.
Una excelente medida para comenzar a apuntalar el equilibrio emocional es dedicar al menos una hora diaria a estar con uno mismo, haciendo en ese tiempo lo que le venga en gana, sin planes previos.
Es de suponer que muchas personas al leer esto se dirán que “perder” una hora al día es un lujo que no pueden permitirse en nuestro mundo laboral. Claro que es un lujo. Pero lo que está en juego es la posibilidad de realización personal, la felicidad. Se diría que eso merece algún esfuerzo, ¿No es cierto?.
Aunque  trabajemos mucho y tengamos otras obligaciones, si nos lo proponemos, tendremos esa hora para el reencuentro personal. La combinación, entonces, es : planificación de un tiempo para uno mismo, aunque no de su contenido.

Hay que pensar que la mayoría de las personas vivimos rodeadas de responsabilidades: trabajo, hogar, estudio, amigos… son tantos compromisos, que no podremos afrontarlos sin una fuerte base individual. La relación que mejor debe funcionar en nuestra vida es la que tenemos con nosotros mismos, a partir de la cual se sostendrán todas las otras.

El respeto de nuestro espacio vital personal requiere no sólo tiempo sino también un lugar. El hogar debe ser nuestro lugar de descanso y de conexión con nosotros mismos. Un hogar decorado con nuestro gusto no es sólo una manera de expresión personal, sino una directa reafirmación de identidad, que refleja nuestra seguridad y sentimiento de pertenencia a ese medio.
En los hogares compartidos, todos participan en las decisiones. Cada miembro del hogar tendrá su propio espacio para recluirse y meditar, leer, relajarse, abstraerse de la rutina diaria, en fin: para ser uno mismo. Y así “volver al mundo” renovado y mejor.

Por ejemplo, en el trabajo hay que hacer nuestro el terreno, añadiendo elementos con los que sentirnos a gusto. Las plantas pueden aportar no sólo vida y color, sino la reconfortante sensación de tener cerca un ser vivo. También es bueno utilizar cosas en el trabajo que sean nuestras como un bolígrafo, un sacapuntas… beber té o agua en nuestra taza y si es posible participar en la elección de mobiliario en el lugar de trabajo.

En caso es importante que cada persona tenga su propio lugar y espacio personal. El orden y limpieza de este espacio debe ser responsabilidad de cada uno.

Dentro de la pareja, las aficiones de cada miembro, que a veces no compatibilizan, delimitan un espacio propio que ayuda a sentirse más relajados y felices.
Las parejas de soledad resultan imprescindibles y deben respetarse mutuamente. Puede ser enriquecedor para ambos que cada miembro  mantenga algunas amistades no compartidas con el otro.
Hay que respetar las manías del otro, entendiendo que forman parte de su espacio vital. Pero hay una norma que no se puede romper nunca: preguntar y compartir, siempre. Indagar e interrogar, jamás.

Nunca hay que olvidar que los seres humanos somos diferentes pero todos deseamos lo mismo libertad de movimiento y poder respirar sin paredes alrededor.

Montserrat A.


OUR OWN SPACE
Whenever we decide to change housing, hotel, apartment ... we always think of the people around us and their needs, because we understand that they should have their own space and place where made ​​and where no one can bother them, instead, his corner, his private area .
If you look, all animals mark their territory and therefore we also need to define our space, that place where we can be ourselves, where no one can touch anything, where feel is "forbidden our space."

This is one way of abstracting and focus on ourselves to reflect, sort our lives make sense. And we met. It is not about becoming a self-centered monster, but neither of the others devour us all spaces with others, becomes a key element to successfully cope with life: emotional balance.

Any human being feels the need to be recognized as unique, valid and different thinking for himself, gather his thoughts and emotions, make their own decisions.
An excellent measure to begin shoring emotional balance is to spend at least an hour a day to be with yourself, doing at the time what he pleases, without previous plans.
Presumably many people reading this will say "lose" an hour a day is a luxury they can not afford in our workplace. Sure it's a luxury. But what is at stake is the possibility of personal fulfillment, happiness. They'd say that deserves some effort, is not that right?.
Although much work it and other obligations, if we want to, we'll have that time for staff reunion. The combination, then, is planning a time for one, but not the content itself.

You have to think that most of the people we live surrounded by responsibilities : work, home , studio, friends ... so many commitments , we can not afford them without a strong individual basis. The relationship should work better in our lives is what we have with ourselves, from which all others hold .

Respect our staff living space requires not only time but also a place . The home should be our resting place and connection with ourselves. A decorated home with our taste is not only a way of personal expression, but a direct assertion of identity that reflects our security and sense of belonging to that environment.
In shared households, all involved in decisions . Each household member will have their own space to retreat and meditate , read, relax , abstracted from the daily routine, in order : to be yourself. And so " back to the world " renewed and better .

For example , at work we must do our field , adding elements that feel comfortable . Plants can not only bring life and color, but the comforting feeling of being close to a living being. It is also good to use things that are in our work as a pen , a pencil sharpener ... or drinking tea in our cup water and if possible participate in the selection of furniture in the workplace.

If it is important that each person has his own place and space. The order and cleanliness of this space should be the responsibility of each.

Within the family, hobbies of each member, that sometimes made ​​compatible, define their own space to help you feel more relaxed and happy.
Pairs of solitude are essential and should respect each other. Can be enriching for both that each member keep some friendships are not shared with the other.
We must respect the other's hobbies, understanding that part of your living space. But there is a rule that can never break: ask and share, always. Investigate and question, ever.

Never forget that human beings are different but all want the same freedom of movement and breathing, no walls around.


Montserrat A.

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