domingo, 19 de enero de 2014

LA OBESIDAD TAMBIEN ENTIENDE DE CLASES SOCIALES / OBESITY KNOWS ABOUT SOCIAL DIFFERENCES TOO

Las diferencias sociales marcan la obesidad juvenil
En los jóvenes de clases desfavorecidas el sobrepeso no deja
de aumentar.
Quizás las políticas de salud pública contra la obesidad infanto-juvenil requieran un nuevo enfoque. Aunque los últimos análisis en EEUU y también en España apuntan un estancamiento de esta epidemia, una nueva investigación revela que los datos enmascaran una realidad menos optimista.

Así como "la prevalencia de la obesidad en los adolescentes de un estatus socioeconómico alto ha descendido en los últimos años, en los jóvenes más desfavorecidos la tendencia continúa incrementando", afirman los autores de este trabajo, que acaba de ver la luz en las páginas de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Como argumenta el responsable de este trabajo, Carl Frederick, de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts, EEUU), el nivel socioeconómico influye de forma directa en el patrón de alimentación y la actividad física del individuo, dos aspectos que contribuyen en el desarrollo de la obesidad. Por ejemplo, "las frutas y las verduras frescas son más caras que los alimentos preparados" y, además, agrega, "las alternativas saludables a veces son más difíciles de encontrar en zonas con pocos recursos", donde abundan los restaurantes de comida rápida y establecimientos que venden preparados con alto contenido en grasas, azúcar y sal.

"La bollería industrial y los productos manufacturados son más baratos y sacian más, pero tienen gran cantidad de concentración calórica que es perjudicial para la salud", explica Ana Morais, pediatra de la Unidad de Nutrición Infantil del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

"Se ingieren más calorías de las que se necesitan", señalan Frederick y sus colegas, y dicho excedente no se quema de ninguna manera. En 2002, "tres quintas partes de los niños entre 9 y 13 años no participaban en ninguna actividad física extraescolar". Un sedentarismo que se nota especialmente en los barrios desfavorecidos, en los que no sólo se reducen las posibilidades de encontrar alimentos menos saludables, "también las oportunidades de realizar actividades físicas". "Hay menos parques infantiles, menos aceras para caminar y, en general, menos facilidades recreativas".

Tanto en la alimentación como en el estilo de vida, la educación es una pieza clave. "Los niños cuyos padres han completado más años de estudios tienden a ingerir menos snacks y menos dulces", afirman los investigadores de la Harvard. Como explica la nutricionista española, "tienen mejor acceso al conocimiento sobre los hábitos de vida saludables".

En definitiva, el estatus socioeconómico marca la prevalencia de la obesidad entre los jóvenes y así lo confirma este grupo de expertos después de examinar los datos de dos análisis estadounidenses sobre la salud y la nutrición de los adolescentes (con edades entre los 12 y los 17 años) entre 1998 y 2011. "Observamos que la tasa de obesidad a partir de 2003 se había estancado respecto a los anteriores años [...] Los jóvenes consumen menos calorías y menos comida rápida que hace una década y también se mueven más".

Una buena noticia, teniendo en cuenta que el exceso de peso en la población joven es un motivo de preocupación en muchos países, entre ellos España, donde la tasa de sobrepeso y obesidad infanto-juvenil es altísima, alcanza el 30%", afirma Morais. 

Esta circunstancia incrementa el riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión, síndrome metabólico, apnea del sueño, hipertensión, dislipemia y varios problemas psicosociales. Dicen los expertos que un niño de 16 años con sobrepeso tiene el 80% de probabilidades de ser obeso en la edad adulta.

Sin embargo, tal y como subrayan los autores de esta investigación, a pesar de que en los últimos años las campañas de salud han conseguido que la prevalencia de obesidad juvenil se haya ralentizado, hay un subgrupo en el que la tasa continúa ascendiendo y no se debería pasar por alto."Es importante diseñar intervenciones efectivas que tengan en cuenta las diferentes poblaciones y sus comportamientos", apunta Frederick. Aunque se necesita más investigación en esta línea, "sería conveniente que el gobierno se replanteara las políticas de salud pública para poder llegar a todos los sectores de la población y que la lucha contra la epidemia de la obesidad sea más eficaz, de forma que se puedan prevenir las enfermedades crónicas derivadas, reducir los costes relacionados y mejorar, por tanto, la salud del estado".

Y la recomendación también puede extrapolarse a España. Según Morais, "las políticas de salud pública deberían reenfocarse y, sobre todo, aplicarse. Son tantos los agentes implicados (científicos, legislativos, escolares, industriales, etc) que, al final, en la práctica quedan diluidos y frecuentemente no surten el efecto deseado. Diseñar unas líneas estratégicas generales, pero que luego se adapten a la situación concreta de cada ciudad, centro escolar, distrito, etc. sería muy conveniente".

Saludos,


SOCIAL DIFFERENCES MARKED JUVENILE OBESITY
In underprivileged youth overweight is increasing .
Perhaps the public health policies against juvenile obesity require a new approach. Though recent analysis in the U.S. and in Spain indicate a stagnation of this epidemic , new research reveals that the data mask a less optimistic reality.

Just as " the prevalence of obesity among adolescents in a high socioeconomic status has declined in recent years , in the most disadvantaged youth the trend continues to increase ," the authors of this work, which has just seen the light on pages say journal Proceedings of the National Academy of Sciences.

As argued in charge of this work, Carl Frederick, Harvard University (Cambridge , Massachusetts, USA ) , socioeconomic status directly influences the pattern of eating and physical activity of the individual , both of which contribute to the development obesity . For example, " Fresh fruits and vegetables are more expensive than prepared food " and also added , " healthy alternatives are sometimes harder to find in areas with few resources," with restaurants and fast food establishments that sell prepared with high fat , sugar and salt.

" The bakery products and manufactured goods are cheaper and more satiated , but have lots of heat concentration that is harmful to health ," explains Ana Morais , a pediatrician at the Children's Nutrition Unit of the Hospital Universitario La Paz in Madrid.

" More calories than you ingest is needed ," said Frederick and his colleagues , and the surplus is not burned in any way. In 2002, " three fifths of children between 9 and 13 did not participate in any extracurricular physical activity." A sedentary lifestyle that is especially noticeable in disadvantaged neighborhoods , in which not only the chances of finding less healthy foods are reduced, " the opportunities for physical activity ." "There are fewer playgrounds, sidewalks for walking and less generally less recreational facilities ."

Both food and lifestyle , education is a key . " Children whose parents have completed more years of education tend to eat fewer snacks and less sweet ," say researchers at Harvard. As the Spanish nutritionist, " have better access to knowledge about healthy lifestyles ," he explains.

In short , socioeconomic status marks the prevalence of obesity among young people and this is confirmed by this group of experts after examining data from two U.S. research on health and nutrition of adolescents (ages 12 to 17 years) between 1998 and 2011. "We note that the rate of obesity from 2003 had stalled over previous years [ ... ] Young people consume fewer calories and less fast food than a decade ago and also move more."

Good news , considering that overweight among young people is a concern in many countries, including Spain , where the rate of overweight and juvenile obesity is very high , reaching 30 %, "says Morais .

This situation increases the risk of type 2 diabetes , hypertension , metabolic syndrome , sleep apnea , hypertension , dyslipidemia, and various psychosocial problems. Experts say that a child of 16 who are overweight has 80 % chance of being obese in adulthood .

However , as the authors of this study point out, although in recent years health campaigns have ensured that the prevalence of childhood obesity has slowed , there is a subgroup in which the rate continues to rise and is not should be disregarded . "It's important to design effective interventions that take into account the different populations and their behaviors ," said Frederick . Although more research is needed in this line, "would be appropriate for the government 's public health policy rethink to reach all sectors of the population and that the fight against the epidemic of obesity more effective, so that derivatives can prevent chronic diseases , reduce costs and improve related , therefore the health of the state " .

And the recommendation may also be extrapolated to Spain . According to Morais , " the public health policy should refocus and above all apply. So many actors ( scientific , legislative , educational , industrial, etc. ) , in the end , in practice are often diluted and not have the effect desired . Designing a general strategic lines , but then adapted to the specific situation of each city , school district , etc. . would be very convenient . "


regards,

Montserrat A.

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