Tenemos que
preguntarnos para qué sirve la riqueza
El filósofo británico Edward Skidelsky, se plantearon
escribir un libro
para explicar cómo hemos llegado a la situación de crisis
actual. En ¿Cuánto es suficiente?, han unido sus dos campos de conocimiento
para reflexionar sobre los usos de la riqueza, la insaciabilidad humana y la
naturaleza de la felicidad. Un debate que consideran necesario para definir
cómo ha de ser esa “vida buena” a la que aspiramos todos y escapar de un
sistema dominando por la codicia.
Aristóteles ya hablaba de la insaciabilidad humana respecto
al dinero y de cómo la adquisición de nuevos bienes tiene que ser gobernada por
una meta, que es la vida buena. Él ya creía que era un problema que la gente
tendiera a acumular dinero por encima de esta meta.
Existen unas estructuras muy poderosas que han fomentado la
codicia, tanto en el mundo financiero como en la sociedad. En cierto modo, en
los últimos 20-30 años, todos hemos sido especuladores. Creo que ha sido una
fuerza cultural.
Pese a que la codicia, el afán excesivo de riquezas, es un
pecado capital. La codicia ha sido bien vista desde los tiempos de Adam Smith y
el nacimiento de la economía moderna, el capitalismo. Se la veía como el motor
del crecimiento y era un precio aceptable a pagar si a cambio se mejoraban las
condiciones de vida de la mayoría de las personas. Nuestro punto de vista en el
libro es que la codicia fue aceptable mientras hubo mucha gente viviendo en la
extrema pobreza. Pero hoy, en las sociedades
modernas occidentales, esta pobreza absoluta ya no existe, aunque la
codicia sigue siendo aceptada.
Lo que ha sucedido es que en los últimos años las
desigualdades sociales se han incrementado en Occidente. Y esto ha aumentado la
presión por la competitividad. Si existe un gran espacio entre ricos y pobres,
la presión que estos tienen para mantenerse al ritmo de los más ricos es mucho
más fuerte. Sin dinero para hacerlo, se han metido en deudas para financiar
este consumo competitivo… es el momento de empezar a cuestionar la acumulación,
no tiene sentido en las condiciones actuales. Tenemos que preguntarnos para qué
sirve la riqueza.
La línea que separa el confort de la codicia depende del
nivel general de cada sociedad no tiene sentido decir “ya tenemos suficiente”.
Sin embargo, yo creo que sí tiene sentido marcarnos unos límites . Decimos que
los bienes que constituyen una buena vida son la salud, la amistad, la
seguridad, el respeto, la independencia para poder ejecutar un plan de vida, el
tiempo libre y la armonía con la naturaleza. Cuando tienes estos bienes, ya
tienes suficiente. Hoy, en la sociedad occidental, colectivamente tenemos
suficiente para proporcionarlos a todos los ciudadanos.
El querer más parece ser algo innato en la naturaleza
humana, esta atracción por lo material
ha sido creada especialmente por el sistema de mercado, que nos empuja
hacia las posesiones porque en campos como la amistad o el tiempo libre no se
puede hacer dinero.
Además, es una presión bastante difícil de resistir, porque
en nuestra sociedad las personas se miden a sí mismas a través de lo material.
Otro aspecto es que un par de generaciones ya han crecido
inmersas en este consumo desenfrenado.
Parte del problema es que el ocio está cada vez más identificado con el consumo:
no puedes pasarlo bien si no gastas dinero. Nos hemos vuelto poco creativos al
utilizar nuestro tiempo libre y va a ser muy difícil reeducarnos en este
aspecto. Es un proyecto a largo plazo, aunque se trata de cosas básicas:
enseñar a disfrutar leyendo un libro o aprender a jugar sin juguetes… cosas que
cuestan poco dinero o no requieren gastar nada.
Pero todo no es malo, creo que sacaremos algo positivo de
eta crisis ya que esta situación ha forzado a las personas a volver a pensar.
No creo que esté emergiendo una alternativa ideológica pero sí se está
reflexionando sobre la versión del capitalismo que ha dominado en los últimos
años. Y este puede ser un aspecto positivo. Cuando las cosas van bien, la gente
no reflexiona sobre los problemas del
sistema. La crisis está siendo un gran toque de atención, aunque en el proceso
muchas vidas se han visto terriblemente afectadas.
Edward Skidelsky
We have to ask what it is for wealth
British
philosopher Edward Skidelsky, arose write a book to explain how we got to the
current crisis. In How much is enough?, Join two fields of knowledge to reflect
on the uses of wealth, human insatiability and the nature of happiness. A
debate that considered necessary to define what is to be the "good
life" to which we all aspire and escape from a system dominated by greed.
Aristotle
spoke of human insatiability about money and how the acquisition of new assets
must be governed by a goal, life is good. He already believed it was a problem
that people tended to accumulate money over this goal.
There are
very powerful structures that have fostered greed, both in the financial world
and in society. Somehow, in the last 20-30 years, we are all speculators. I
think it was a cultural force.
Although
greed, excessive desire for wealth, is a cardinal sin. Greed has been well
received since the time of Adam Smith and the birth of modern economics,
capitalism. She looked like the engine of growth and was an acceptable price to
pay if a change is improved living conditions of most people. Our point of view
in the book is that greed was acceptable as long as there were many people
living in extreme poverty. But today, in modern Western societies, this
absolute poverty no longer exists, but greed is still accepted.
What has
happened is that in recent years social inequalities have increased in the
West. And this has increased the pressure for competitiveness. If there is a
large gap between rich and poor, the pressure that they have to keep up with
the rich is much stronger. Without money to do so, have gotten into debt to
finance this consumption competitive ... it's time to start questioning the
accumulation, no sense in the current conditions. We have to ask what it is for
wealth.
The line
between greed comfort depends on the overall level of each society makes no
sense to say "we have enough." However, I think it makes sense to set
ourselves limits. We say that the property constituting a good life are health,
friendship, safety, respect, independence to implement a plan of life, leisure
and harmony with nature. When you have these goods, you have enough. Today, in
Western society, collectively we have enough to provide them to all citizens.
Wanting
more seems to be something innate in human nature, this attraction to the
material has been created especially for the market system that pushes us
toward possessions because in fields such as friendship or leisure, you can
make money.
In
addition, pressure is pretty hard to resist, because in our society people
measure themselves by the material.
Another
aspect is that a couple of generations have grown up immersed in this unbridled
consumption. Part of the problem is that leisure is increasingly identified
with the consumer: no fun if you can not spend money. We have become uncreative
to use our free time and will be very difficult to re-educate ourselves in this
regard. It is a long term project, but it is basic things: teach enjoy reading
a book or learn to play without toys ... things that cost little or no need to
spend anything.
But all is
not bad, I think we will draw something positive from eta crisis because this
has forced people to rethink. I do not think an ideological alternative is
emerging but it is reflecting on the version of capitalism that has dominated
in recent years. And this can be a positive. When things are going well, people
do not reflect on the problems of the system. The crisis is a big wake-up call,
but in the process many lives have been crippled.
Edward Skidelsky
No hay comentarios:
Publicar un comentario