Este es un artículo escrito por
Francesc Fossa,
psicólogo y voy a incluir algunos fragmentos que me han
parecido muy interesantes y que nos pueden ayudar a todos a mejorar nuestras
relaciones sociales aprendiendo a discutir sin acalorarnos en exceso y mantener
la calma.
Pretender que las relaciones sean
permanentes balsas de aceite, es poner un listón muy alto. Se puede aspirar,
lógica y lícitamente, a que las relaciones se aproximen a su mejor versión
posible, pero de ahí a exigir que sean perfectas o idílicas puede haber un
salto que difícilmente puede darse. Y las expectativas imposibles son causa de
estrés y frustración. Detrás de la búsqueda de esa perfección inalcanzable
quizás se puedan encontrar ciertas dificultades para amoldarse y poder ser
flexibles, una falta de empatía y de capacidad de poder colocarse en la
perspectiva del otro.
Algunas propuestas de nuestro
entorno cultural pueden contribuir a generar confusión en este sentido. En
nombre de una falsa coherencia, ligada a determinados corsés y clichés acerca
de cómo somos, se ejerce presión de una u otra manera para que nos comportemos
de formas más o menos uniformes y estereotipadas, lo que dificulta la expresión
natural de nuestra forma de ser y por otro dificulta el desarrollo de nuestra
capacidad de soportar y tolerar con naturalidad estos cambios.
En su conjunto, estas
expectativas desajustadas pueden conducir a vivir como no normal aquello que es
completamente normal, lo cual puede crear problemas donde, en realidad, no los
hay.
Discutir puede definirse como
razonar presentando argumentos a favor y en contra en relación a una cuestión.
En cualquier caso, no hay ningún vestigio de algo negativo. Existen dos formas
de discutir una saludable y otra tóxica. En la primera, discutir podría
asimilarse a debatir, a establecer un intercambio que resulte enriquecedor para
todos aquellos que participan en el, a un juego de victoria-victoria en el que
todo el mundo sale ganando. El respeto es la base de toda relación saludable,
tener nuestra razón no quiere decir tener “LA” razón. La discusión saludable
apunta a una dinámica en la que ambos participantes se cuidan de que sus
movimientos sean armoniosos, de no imponerse, de permanecer receptivo frente a
la necesidad de la otra persona. También hay que tener en cuenta que enfadarse, entendiendo por ello
molestarse, degustarse experimentar rabio o frustración, puede verse como algo
completamente normal, incluso saludable en determinadas circunstancias. El
problema puede estar en la intensidad, en la frecuencia, en quedar atrapado en
ello o en algunas manifestaciones de esos estados que puedan dar lugar a consecuencias no deseadas.
La discusión tóxica se
encontraría en la presencia de conductas pirómanas que en lugar de favorecer la
resolución del problema añaden más leña al fuego.
Una cuestión a tener en cuenta es
que estas diferentes formas de discutir son, el resultado de aprendizajes.
Podemos entender que la discusión saludable incluye el conocimiento y la puesta
en práctica de una serie de habilidades de tipo personal y social que permiten
contener los conflictos dentro de unos cauces razonables, impidiendo así que se
desmadren y que ocasionen daños tanto propios como ajenos.
Haber aprendido a discutir de
manera equivocada no condena de por vida a seguir cometiendo el mismo tipo de
errores.
Existen diferentes recursos y
habilidades que facilitan discutir de forma saludable:
Afrontar los desacuerdos: Para que los rifirrafe propios de la
convivencia diaria no acaben formando una gran bola de nieve de imprevisibles
efectos, es preferible llevar al dia lo que nos produce malestar. Es decir, ir
expresando de manera respetuosas aquello con lo que no vamos estando de
acuerdo, nos disgusta, etc. Lo contrario sería evitar, no actualizar los
desacuerdos. Esta forma de actuar suele verse bastante a menudo, en buena
medida porque de esta manera se evitan posibles conflictos a corto plazo.
Actuando así se favorece la posibilidad de alejamiento del otro como el riesgo
de llegar a explotar.
Cultivar la empatía: La empatía puede ser definida como la
capacidad de ponerse en el lugar de los demás, de intentar ver las cosas desde
su perspectiva.
Actitud abierta: Sería lo opuesto de ponerse a la defensiva, de
tomarse la discusión como una agresión de la que hay que defenderse o una
batalla que hay que ganar. Por el contario, vivida desde una actitud abierta,
una discusión puede contemplarse como una excelente oportunidad para dar a
conocer nuestro punto de vista y para conocer el de los demás. Puede verse como
un estar dispuesto a poner las cartas sobre la mesa para mirar a los ojos a lo
que hay.
Claridad: Si lo que se pretende es que una discusión llegue a buen
puerto hay que apostar por mensajes claros, precisos, concretos, no
excesivamente largos, directos e inequívocos.
Ajustarse al tema: Es altamente recomendable discutir los temas uno
por uno, por separado, hablando con
propiedad, centrándose única y exclusivamente en la cuestión que se
quiere tratar, evitando mezclar cosas diferentes.
Acuerdo asertivo: Se trata de diferenciar lo que no se está de
acuerdo de la persona de la propia persona, es decir que, una cosa es evaluar
la conducta y otra evaluar la persona.
Es muy diferente decir “ no me gusta esto que haces” que decir “no me gustas”.
De esta manera también se puede intentar no caer en el frecuente hábito de
poner “etiquetas”.
Estilo explicativo optimista: Es más fácil convivir desde esta
forma de interpretar las cosas. Los problemas se acotan a lo que está
sucediendo en lugar de afectar a otras áreas, evitando así que esto se
convierta en todo.
Sentido de la oportunidad: Interesa decidir previamente cuando y
donde puede tener lugar la discusión, contemplar y valorar cuando las
condiciones para llevar la a cabo son óptimas. Tenemos derecho al llamado
aplazamiento asertivo, es decir, la posibilidad de darse cuenta y manifestar
que ese no es un buen momento para nosotros para establecer una discusión.
Sentido del humor: Unos toques de humor pueden resultar altamente
beneficiosos. El sentido del humor facilita la descarga de la tensión
emocional, permite tomar un cierta perspectiva y distanciamiento, contribuye a
relativizar las cosas y no tomarlas de manera dramática, ayuda a afrontar mejor
las adversidades, actúa como un amortiguador de los impactos y con él se pueden
cortar dinámicas negativas y pasar a escenarios más distendidos.
El arte de escuchar: Saber escuchar, en ocasiones, se ha planteado
como un arte. Entre las características propias de una escucha adecuada podemos
encontrar el hecho de no interrumpir, no estar pensando en la contestación
mientras habla el interlocutor, dar señales de una escucha atenta…
Pedir disculpas: Cuando sea el caso, pedir disculpas puede actuar
como un auténtico bálsamo, eso si, siempre que se cumplan algunas condiciones.
Una, importante, es que la forma de hacerlo transmita sinceridad, que la otra
persona pueda percibir que se está haciendo de forma sentida y auténtica.
Pedir permiso: No discutimos solos. A la hora de entablar cualquier
tipo de discusión fructífera siempre es fundamental contar con la buena
disposición de los demás. Para ello, una
estrategia realmente sencilla y efectiva es pedir permiso antes de plantear la
cuestión propia de la discusión. Una respuesta afirmativa dará garantías de que
la persona se ha situado en una posición abierta y receptiva.
Discutir con la cabeza fría: No resulta conveniente contar con las
emociones cuando las emociones alcanzan una gran intensidad, pueden llevar
aparejadas comportamientos no adecuados. Ya un viejo proverbio chino señala:
“Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta”. Ahora bien, si
bien un “exceso” emocional puede perjudicar los procesos racionales, lo mismo
puede ocurrir con los “defectos” emocionales.
Lo que si conviene siempre es
garantizar que no se atente contra la dignidad o el respeto de los
interlocutores. Fuente: integral artículo escrito por el psicólogo Fransces
Fossa.
Montserrat A
THE ART OF DISCUSSION WITHOUT
ANGER
This is an article written by
Francesc Fossa, psychologist and will include excerpts that I have found very
interesting and we can help everyone to improve our social relationships
without acalorarnos learning to discuss too much and stay calm.
Pretending that relations are
permanent oil rafts, it is to a very high standard. You can hope, logic and
lawfully, to relations approaching his best version, but then to demand that
they be perfect or idyllic may be a leap that can hardly afford. And
expectations are impossible because of stress and frustration. Behind the quest
for unattainable perfection that perhaps you will find some difficulties to
conform and to be flexible, a lack of empathy and ability to stand in the
other's perspective.
Some proposals of our cultural
environment may contribute to confusion in this regard. On behalf of a false
consistency, linked to certain corsets and clichés about how we are, pressure
one way or another for us to behave more or less uniform and stereotyped ways
is exercised, hampering the natural expression of our way of life and on the
other it hinders the development of our ability to endure and tolerate these
changes naturally.
Taken together, these mismatched
expectations can lead to live like not normal what is normal, which can create
problems where in reality there are none.
Discuss reasoning can be defined
as presenting arguments for and against in relation to a question. In any case,
there is no trace of anything negative. There are two ways to discuss a healthy
and other toxic. In the first, discuss could be likened to discuss, to
establish a trade resulting rewarding for all those involved in, to a win-win
game in which everyone wins. Respect is the foundation of every healthy
relationship, have our reason does not mean having "" reason. Healthy
discussion points to a dynamic in which both participants take care that his
movements are harmonious, not imposed, to remain receptive to the need for the
other person. Also keep in mind that angry, understanding why bother, tasted
Rabio experience or frustration, can be seen as something completely normal,
even healthy in certain circumstances. The problem may be in the intensity,
frequency, get caught in it or in some manifestations of those states that
might lead to unintended consequences.
Toxic discussion would be in the
presence of arsonists behaviors instead of favoring the resolution of the
problem added fuel to the fire.
One issue to consider is that
these are different ways to discuss the outcome of learning. We can understand
that healthy discussion includes knowledge and the implementation of a series
of personal and social skills that enable type contain conflicts within
reasonable channels, preventing go wild and cause own and other damage.
They have learned the wrong way
to discuss life sentence not continue making the same kinds of mistakes.
There are different resources and
skills that facilitate discuss healthily:
Addressing the disagreements: That scuffle own daily living do not
end up forming a large snowball with unpredictable effects, it is preferable to
take a day what gives us discomfort. That is, go respectful manner expressing
that with which we not agreeing, dislike, etc. Otherwise it would prevent not
update disagreements. This approach tends to be quite often, largely because
this way short-term potential conflicts are avoided. By doing so the
possibility of distancing the other is favored as the risk of explode.
Cultivate empathy: Empathy can be defined as the ability to take
the place of others, to try to see things from their perspective.
Openness: It would be the opposite of getting defensive, taken the
discussion as an aggression that must defend itself or a battle that must be
won. On the contrary, lived from an open attitude, a discussion can be seen as
an excellent opportunity to present our views and to know the others. It can be
seen as a willingness to put the cards on the table to look into the eyes there
is.
Clarity: If the aim is a discussion that comes to fruition we must
go for clear, precise, concrete, not overly long, direct and clear messages.
Fit the theme: It is highly advisable to discuss the issues one by
one, separately, properly speaking, focusing solely on the question to be
treated, avoid mixing different things.
Assertive agreement: It is not differentiate what is agreed in the
person of the person, ie, one thing is to assess the conduct and evaluate
another person. It is very different to say "I do not like it you do"
to say "not like me". This way you can also try not to fall into the
common habit of putting "tags".
Optimistic explanatory style: It is easier to live from this way of
interpreting things. The problems are dimensioned to what is happening rather
than affect other areas, thus preventing it from becoming whole.
Timing: You want to decide in advance when and where discussion can
take place, watch and assess when the conditions for carrying out the optimal.
We have the right to call assertive postponement, that is, the ability to
realize and say that this is not a good time for us to establish a discussion.
Humor: A touch of humor can be highly beneficial. A sense of humor
makes downloading emotional stress, can take a certain perspective and
detachment contributes to relativize things and not take them dramatically, it
helps to better cope with adversity, acts as a cushion impacts and with it
negative dynamics can cut and move on to more relaxed settings.
The Art of Listening: Listening occasionally been raised as an art.
Among the characteristics of a proper listening features we can find the
failure to stop and not be thinking about the answer while the speaker speaks,
signs of careful listening ...
Apologize: When appropriate, apologize can act as a real balm, so
yes, provided certain conditions are met. One, importantly, how to do transmit
sincerity, that the other person can see that it's getting so heartfelt and
genuine.
Ask permission: We do not discuss alone. When engaging in any kind
of fruitful discussion is always essential to have the willingness of others.
To do this, a really simple and effective strategy is to ask permission before
raising the very question of the discussion. An affirmative answer will
guarantee that the person has been placed in an open and receptive position.
Discuss with a cool head: It is not convenient to have emotions
when emotions reach great intensity, can lead rigged unsuitable behavior. And
an old Chinese proverb says: "When you dominate great anger, do not answer
any letter." However, although an emotional "excess" can impair
rational processes, the same can happen with the emotional "defects".
What it should always ensure that
no impairment of the dignity and respect of partners. Source: comprehensive
article written by psychologist Fransces Fossa.
Montserrat A
No hay comentarios:
Publicar un comentario