viernes, 25 de septiembre de 2015

EL ARTE DE DISCUTIR SIN ENFADARSE

Este es un artículo escrito por Francesc Fossa,
psicólogo y voy a incluir algunos fragmentos que me han parecido muy interesantes y que nos pueden ayudar a todos a mejorar nuestras relaciones sociales aprendiendo a discutir sin acalorarnos en exceso y mantener la calma.
Pretender que las relaciones sean permanentes balsas de aceite, es poner un listón muy alto. Se puede aspirar, lógica y lícitamente, a que las relaciones se aproximen a su mejor versión posible, pero de ahí a exigir que sean perfectas o idílicas puede haber un salto que difícilmente puede darse. Y las expectativas imposibles son causa de estrés y frustración. Detrás de la búsqueda de esa perfección inalcanzable quizás se puedan encontrar ciertas dificultades para amoldarse y poder ser flexibles, una falta de empatía y de capacidad de poder colocarse en la perspectiva del otro.
Algunas propuestas de nuestro entorno cultural pueden contribuir a generar confusión en este sentido. En nombre de una falsa coherencia, ligada a determinados corsés y clichés acerca de cómo somos, se ejerce presión de una u otra manera para que nos comportemos de formas más o menos uniformes y estereotipadas, lo que dificulta la expresión natural de nuestra forma de ser y por otro dificulta el desarrollo de nuestra capacidad de soportar y tolerar con naturalidad estos cambios.
En su conjunto, estas expectativas desajustadas pueden conducir a vivir como no normal aquello que es completamente normal, lo cual puede crear problemas donde, en realidad, no los hay.
Discutir puede definirse como razonar presentando argumentos a favor y en contra en relación a una cuestión. En cualquier caso, no hay ningún vestigio de algo negativo. Existen dos formas de discutir una saludable y otra tóxica. En la primera, discutir podría asimilarse a debatir, a establecer un intercambio que resulte enriquecedor para todos aquellos que participan en el, a un juego de victoria-victoria en el que todo el mundo sale ganando. El respeto es la base de toda relación saludable, tener nuestra razón no quiere decir tener “LA” razón. La discusión saludable apunta a una dinámica en la que ambos participantes se cuidan de que sus movimientos sean armoniosos, de no imponerse, de permanecer receptivo frente a la necesidad de la otra persona. También hay que tener en cuenta  que enfadarse, entendiendo por ello molestarse, degustarse experimentar rabio o frustración, puede verse como algo completamente normal, incluso saludable en determinadas circunstancias. El problema puede estar en la intensidad, en la frecuencia, en quedar atrapado en ello o en algunas manifestaciones de esos estados que puedan  dar lugar a consecuencias no deseadas.
La discusión tóxica se encontraría en la presencia de conductas pirómanas que en lugar de favorecer la resolución del problema añaden más leña al fuego.
Una cuestión a tener en cuenta es que estas diferentes formas de discutir son, el resultado de aprendizajes. Podemos entender que la discusión saludable incluye el conocimiento y la puesta en práctica de una serie de habilidades de tipo personal y social que permiten contener los conflictos dentro de unos cauces razonables, impidiendo así que se desmadren y que ocasionen daños tanto propios como ajenos.
Haber aprendido a discutir de manera equivocada no condena de por vida a seguir cometiendo el mismo tipo de errores.
Existen diferentes recursos y habilidades que facilitan discutir de forma saludable:
Afrontar los desacuerdos: Para que los rifirrafe propios de la convivencia diaria no acaben formando una gran bola de nieve de imprevisibles efectos, es preferible llevar al dia lo que nos produce malestar. Es decir, ir expresando de manera respetuosas aquello con lo que no vamos estando de acuerdo, nos disgusta, etc. Lo contrario sería evitar, no actualizar los desacuerdos. Esta forma de actuar suele verse bastante a menudo, en buena medida porque de esta manera se evitan posibles conflictos a corto plazo. Actuando así se favorece la posibilidad de alejamiento del otro como el riesgo de  llegar a explotar.
Cultivar la empatía: La empatía puede ser definida como la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, de intentar ver las cosas desde su perspectiva.
Actitud abierta: Sería lo opuesto de ponerse a la defensiva, de tomarse la discusión como una agresión de la que hay que defenderse o una batalla que hay que ganar. Por el contario, vivida desde una actitud abierta, una discusión puede contemplarse como una excelente oportunidad para dar a conocer nuestro punto de vista y para conocer el de los demás. Puede verse como un estar dispuesto a poner las cartas sobre la mesa para mirar a los ojos a lo que hay.
Claridad: Si lo que se pretende es que una discusión llegue a buen puerto hay que apostar por mensajes claros, precisos, concretos, no excesivamente largos, directos e inequívocos.
Ajustarse al tema: Es altamente recomendable discutir los temas uno por uno, por separado, hablando con  propiedad, centrándose única y exclusivamente en la cuestión que se quiere tratar, evitando mezclar cosas diferentes.
Acuerdo asertivo: Se trata de diferenciar lo que no se está de acuerdo de la persona de la propia persona, es decir que, una cosa es evaluar la conducta  y otra evaluar la persona. Es muy diferente decir “ no me gusta esto que haces” que decir “no me gustas”. De esta manera también se puede intentar no caer en el frecuente hábito de poner “etiquetas”.
Estilo explicativo optimista: Es más fácil convivir desde esta forma de interpretar las cosas. Los problemas se acotan a lo que está sucediendo en lugar de afectar a otras áreas, evitando así que esto se convierta en todo.
Sentido de la oportunidad: Interesa decidir previamente cuando y donde puede tener lugar la discusión, contemplar y valorar cuando las condiciones para llevar la a cabo son óptimas. Tenemos derecho al llamado aplazamiento asertivo, es decir, la posibilidad de darse cuenta y manifestar que ese no es un buen momento para nosotros para establecer una discusión.
Sentido del humor: Unos toques de humor pueden resultar altamente beneficiosos. El sentido del humor facilita la descarga de la tensión emocional, permite tomar un cierta perspectiva y distanciamiento, contribuye a relativizar las cosas y no tomarlas de manera dramática, ayuda a afrontar mejor las adversidades, actúa como un amortiguador de los impactos y con él se pueden cortar dinámicas negativas y pasar a escenarios más distendidos.
El arte de escuchar: Saber escuchar, en ocasiones, se ha planteado como un arte. Entre las características propias de una escucha adecuada podemos encontrar el hecho de no interrumpir, no estar pensando en la contestación mientras habla el interlocutor, dar señales de una escucha atenta…
Pedir disculpas: Cuando sea el caso, pedir disculpas puede actuar como un auténtico bálsamo, eso si, siempre que se cumplan algunas condiciones. Una, importante, es que la forma de hacerlo transmita sinceridad, que la otra persona pueda percibir que se está haciendo de forma sentida y auténtica.
Pedir permiso: No discutimos solos. A la hora de entablar cualquier tipo de discusión fructífera siempre es fundamental contar con la buena disposición de los demás.  Para ello, una estrategia realmente sencilla y efectiva es pedir permiso antes de plantear la cuestión propia de la discusión. Una respuesta afirmativa dará garantías de que la persona se ha situado en una posición abierta y receptiva.
Discutir con la cabeza fría: No resulta conveniente contar con las emociones cuando las emociones alcanzan una gran intensidad, pueden llevar aparejadas comportamientos no adecuados. Ya un viejo proverbio chino señala: “Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta”. Ahora bien, si bien un “exceso” emocional puede perjudicar los procesos racionales, lo mismo puede ocurrir con los “defectos” emocionales.
Lo que si conviene siempre es garantizar que no se atente contra la dignidad o el respeto de los interlocutores. Fuente: integral artículo escrito por el psicólogo Fransces Fossa.

Montserrat A


THE ART OF DISCUSSION WITHOUT ANGER
This is an article written by Francesc Fossa, psychologist and will include excerpts that I have found very interesting and we can help everyone to improve our social relationships without acalorarnos learning to discuss too much and stay calm.
Pretending that relations are permanent oil rafts, it is to a very high standard. You can hope, logic and lawfully, to relations approaching his best version, but then to demand that they be perfect or idyllic may be a leap that can hardly afford. And expectations are impossible because of stress and frustration. Behind the quest for unattainable perfection that perhaps you will find some difficulties to conform and to be flexible, a lack of empathy and ability to stand in the other's perspective.
Some proposals of our cultural environment may contribute to confusion in this regard. On behalf of a false consistency, linked to certain corsets and clichés about how we are, pressure one way or another for us to behave more or less uniform and stereotyped ways is exercised, hampering the natural expression of our way of life and on the other it hinders the development of our ability to endure and tolerate these changes naturally.
Taken together, these mismatched expectations can lead to live like not normal what is normal, which can create problems where in reality there are none.
Discuss reasoning can be defined as presenting arguments for and against in relation to a question. In any case, there is no trace of anything negative. There are two ways to discuss a healthy and other toxic. In the first, discuss could be likened to discuss, to establish a trade resulting rewarding for all those involved in, to a win-win game in which everyone wins. Respect is the foundation of every healthy relationship, have our reason does not mean having "" reason. Healthy discussion points to a dynamic in which both participants take care that his movements are harmonious, not imposed, to remain receptive to the need for the other person. Also keep in mind that angry, understanding why bother, tasted Rabio experience or frustration, can be seen as something completely normal, even healthy in certain circumstances. The problem may be in the intensity, frequency, get caught in it or in some manifestations of those states that might lead to unintended consequences.
Toxic discussion would be in the presence of arsonists behaviors instead of favoring the resolution of the problem added fuel to the fire.
One issue to consider is that these are different ways to discuss the outcome of learning. We can understand that healthy discussion includes knowledge and the implementation of a series of personal and social skills that enable type contain conflicts within reasonable channels, preventing go wild and cause own and other damage.
They have learned the wrong way to discuss life sentence not continue making the same kinds of mistakes.
There are different resources and skills that facilitate discuss healthily:
Addressing the disagreements: That scuffle own daily living do not end up forming a large snowball with unpredictable effects, it is preferable to take a day what gives us discomfort. That is, go respectful manner expressing that with which we not agreeing, dislike, etc. Otherwise it would prevent not update disagreements. This approach tends to be quite often, largely because this way short-term potential conflicts are avoided. By doing so the possibility of distancing the other is favored as the risk of explode.
Cultivate empathy: Empathy can be defined as the ability to take the place of others, to try to see things from their perspective.
Openness: It would be the opposite of getting defensive, taken the discussion as an aggression that must defend itself or a battle that must be won. On the contrary, lived from an open attitude, a discussion can be seen as an excellent opportunity to present our views and to know the others. It can be seen as a willingness to put the cards on the table to look into the eyes there is.
Clarity: If the aim is a discussion that comes to fruition we must go for clear, precise, concrete, not overly long, direct and clear messages.
Fit the theme: It is highly advisable to discuss the issues one by one, separately, properly speaking, focusing solely on the question to be treated, avoid mixing different things.
Assertive agreement: It is not differentiate what is agreed in the person of the person, ie, one thing is to assess the conduct and evaluate another person. It is very different to say "I do not like it you do" to say "not like me". This way you can also try not to fall into the common habit of putting "tags".
Optimistic explanatory style: It is easier to live from this way of interpreting things. The problems are dimensioned to what is happening rather than affect other areas, thus preventing it from becoming whole.
Timing: You want to decide in advance when and where discussion can take place, watch and assess when the conditions for carrying out the optimal. We have the right to call assertive postponement, that is, the ability to realize and say that this is not a good time for us to establish a discussion.
Humor: A touch of humor can be highly beneficial. A sense of humor makes downloading emotional stress, can take a certain perspective and detachment contributes to relativize things and not take them dramatically, it helps to better cope with adversity, acts as a cushion impacts and with it negative dynamics can cut and move on to more relaxed settings.
The Art of Listening: Listening occasionally been raised as an art. Among the characteristics of a proper listening features we can find the failure to stop and not be thinking about the answer while the speaker speaks, signs of careful listening ...
Apologize: When appropriate, apologize can act as a real balm, so yes, provided certain conditions are met. One, importantly, how to do transmit sincerity, that the other person can see that it's getting so heartfelt and genuine.
Ask permission: We do not discuss alone. When engaging in any kind of fruitful discussion is always essential to have the willingness of others. To do this, a really simple and effective strategy is to ask permission before raising the very question of the discussion. An affirmative answer will guarantee that the person has been placed in an open and receptive position.
Discuss with a cool head: It is not convenient to have emotions when emotions reach great intensity, can lead rigged unsuitable behavior. And an old Chinese proverb says: "When you dominate great anger, do not answer any letter." However, although an emotional "excess" can impair rational processes, the same can happen with the emotional "defects".
What it should always ensure that no impairment of the dignity and respect of partners. Source: comprehensive article written by psychologist Fransces Fossa.


Montserrat A

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