Muchas mujeres no se encuentran a
gusto con su cuerpo y suelen quejarse de tener sobrepeso, de tener una figura
poco estilizada o un abdomen prominente. La causa, en múltiples casos, la
retención de líquidos.
El 70% de nuestro organismo es
agua y está distribuida en tres grandes compartimentos:
Intracelular: se encuentra dentro de las células
Intravascular: se encuentra dentro de los vasos sanguíneos.
Intersticial: está entre ambos, o sea, en los tejidos alrededor de
las células.
La retención hídrica se produce
cuando existe un desequilibrio entre las fuerzas que regulan el paso de los
líquidos de un espacio a otro. Si el paso de agua es abundante del espacio
intravascular al intersticial, aparece la retención de líquidos.
Este es uno de los factores
ocultos del aumento de peso, que se evidencia, tanto en la balanza como en el
espejo. Algunas de sus causas son el sedentarismo, las fluctuaciones hormonales
…
Cuando ocurre esto, nos sentimos
cansados , hinchados y vemos que aumentamos de peso considerablemente en muy
poco tiempo.
Las zonas de mayor retención de
líquidos es el rostro, mentón y cuello . El abdomen, caderas, muslos y
tobillos.
Con frecuencia, las mujeres
acudimos rápidamente a los diuréticos , una de las equivocaciones más comunes,
incluida yo. Pero hay que saber que cuando uno toma diuréticos, excreta una
determinada cantidad de líquido de las venas y las arterias.
Cuando el riñón detecta esa
disminución del volumen, procede a la retención de agua y sal, y vuelve a equilibrar
lo que el diurético hizo perder, de manera tal que el líquido se vuelve a
reponer a pesar del efecto del diurético.
Eso lleva a que debamos tomar
diuréticos todos los días, porque, si lo
abandonamos, volvemos a retener el líquido que perdimos.
No se deben tomar diuréticos a
menos que lo recete un especialista.
Para ayudar a evitar dichas
retenciones, podemos hacer lo siguiente:
·
Mantener una buena motilidad intestinal y
digestiva: las presiones y masajes del vientre son recomendables porque modifican
la circulación de líquidos.
·
Utilizar un gel o crema a base de centella
asiática.
·
Practicar respiraciones profundas y lentas:
exhalar por la boca y dejar pasar unos segundos antes de la próxima respiración
, porque ese vacío estimula el
movimiento de líquidos al centro del cuerpo.
·
Realizar caminatas de 20 o 30 minutos, 3 veces
por semana, con calzado cómodo y sin pesos extras (bolsos, carteras…).
·
Flexibilizar el cuerpo y moverse periódicamente,
para modificar las presiones corporales.
·
Usar medias compresoras durante el día.
Alimentos que potencian la
retención de líquidos
Enlatados: el sodio actúa como
conservador de estos alimentos. Tener en cuenta que los envases de cartón
también son una forma de enlatado.
Fiambres y embutidos: se
conservan gracias a altos niveles de sodio.
Encurtidos: por ejemplo, las
aceitunas. Son ricas en sodio.
Quesos: tienen más sodio cuanto
más duros son. Los quesos hipersódicos son los que se utilizan para rallar:
provolone, parmesano, sardo , etc…
Snacks: Muy ricos en sodio,
porque la grasa y la sal son clave en el sabor de estos alimentos. Patatas
fritas, cacahuetes, et…
Caldo de cubitos: son alimentos
ricos en sodio, pues son concentrados y éste asegura su conservación.
Infusiones y decocciones
antiretención
Cola de caballo: Poner 100gr de la planta seca, por litro de agua
hirviendo, durante 30 minutos. Colocar una cucharadita del preparado en un vaso
de agua tibia y tomar tres veces al día.
Abedul: poner 50gr de la corteza por litro de agua hirviendo,
durante 5 minutos. Tomar 6 cucharadas al día.
Hinojo: poner 25gr de raíces secas por litro de agua hirviendo
durante un cuarto de hora. Tomar 3 tazas al día.
Salvia :infusión de una cucharada de la planta seca por taza de
agua hirviendo. Tomar 4 al día.
Saúco: poner
100gr de la corteza seca por litro de agua hirviendo durante 10 minutos. Se
recomienda 4 cucharadas diarias.
Diente de León: poner 100gr de raíces en un litro y medio de agua
hirviendo. Tomar 3 tazas al día.
Alimentos que drenan líquidos
Perejil: es un excelente depurativo cuando se lo come crudo.
Espinacas: estimulan la circulación combatiendo la celulitis. Su
fibra ayuda a eliminar toxinas y genera saciedad.
Achicoria: estimula el hígado y purifica la sangre.
Repollo: protege la salud de venas y capilares, combatiendo la mala
circulación. Es desintoxicante . Hay que comerlo crudo.
Manzana: ayuda a combatir la obesidad y reduce el nivel de
colesterol.
Alcachofa: estimula la actividad del hígado; favorece el
metabolismo de las grasas. Su fibra,que es muy abundante, combate el
estreñimiento, muy ligado a la celulitis.
Montserrat A
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